» Capítulo XVII

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El domingo cayó con rapidez. Un día antes, había sido la supuesta cita de JungKook con TaeHyung, aunque en realidad pareció una casual reunión entre amigos; o bueno, mejor como una reunión poco usual entre dos personas que fingían conocerse y llevarse bien. Ambos vieron la película más aburrida del mundo, y, seguido de eso, regresaron cada quien a su casa, así sin más. El recalcar que la emoción le duró poco al mayor sería repetir que constantemente TaeHyung crea ilusiones demasiado fuera de la realidad; las cuales en ningún sentido se amoldan —o amoldarían— a la actitud de JungKook.

     Como decía, el domingo pasó rápidamente, la ciudad se movió igual que cada fin de semana, y cuando TaeHyung se dio cuenta, ya estaba regresando a la escuela un lunes. Su caminar es lento pero alegre a la vez que recuerda todo lo que hizo con Kook el sábado, a pesar de que no haya sido la gran cosa y de tener uno que otro contratiempo, aunado alas preguntas vergonzosas y sin sentido que llegó a hacer. Por otro lado, podría parecer que TaeHyung no le toma importancia; sin embargo, cada pequeña actitud por parte del pelinegro es radical e importante. Al pasar tiempo con alguien como JungKook, quien específicamente se dedica a dejar en claro lo que tiene que estar claro, aprendías a darle significado a situaciones cotidianas y que, inclusive, podrían resultar en acciones irrelevantes en un día a día. Eso es agradable. Le gusta estar al pendiente de los demás, y si esa persona es JungKook, aún mejor.

     Dado a que el cansancio lo consume, no solo por su mal sueño sino también por su mente trabajadora, toma asiento en una banca para poder esperar a su novio. Sus ojos pasean por el lugar cuando una cabellera negra capta su atención. Dicha atención simplemente se mantiene, con su mirada fija en las facciones del chico, hasta que recuerda aquel rostro.

     — ¡JiSoo! —exclama TaeHyung desde su lugar, alzando el brazo y moviéndolo de lado a lado.

     Cuando Hong JiSoo presta atención, avergonzado y con su nuevo cabello negro cayendo sobre su frente, comienza a dar pasos ligeros hasta TaeHyung. Estando justo enfrente de él, agita la mano.

     — Hola, TaeHyung.

     — Hey, ese día ya no pudimos hablar mucho —dice el chico de cabellos castaños con una sonrisa—.¡Realmente me alegra haberte ubicado! No tengo tantos amigos aquí en la escuela, solo a YoonGi... Quiero decir, tengo amigos pero no tan cercanos.

     Joshua es tímido, en el sentido de ser realmente introvertido. Tiene un grupo de amigos reducido, claro, con los que se comunica perfectamente bien, pero es un poco incómodo ir y entablar relaciones con medio mundo; más cuando estudia en una escuela donde los chismes abundan y donde todos conocían tus secretos si no sabías a quién era indicado contárselos. Siempre fue difícil comprender la forma complicada en la que su instituto contenía una población estudiantil que te apuñala por la espalda, pero de repente la hipocresía gana al existir algún premio o beneficio. Hong odia que los demás estuvieran viéndole. En ese momento puede sentir la mirada de algunos sobre él, lo que fácilmente le genera nervios y un poco de temor por todo su cuerpo, haciéndolo suspirar repentinamente mientras deja caer sus hombros. Estar hablando con TaeHyung —quien, ya habíamos dicho, es como su "crush", aunque más como un ídolo— empeora las cosas.

     — Tampoco tengo tantos amigos —suelta JiSoo al aire, sujetando un volante enrollado que le entregaron por ahí entre sus manos—. Realmente soy algo tímido, además muchos me caen muy mal.

     TaeHyung asiente varias veces y se hace a un lado en la banca. Ha notado que Joshua está de pie, probablemente incómodo, y ni quiere imaginar el cansancio que es hablarle a alguien cargando esa pesada mochila que observa. Además, serviría muchísimo de compañía y también podría conocerlo un poco más. Siendo personas con pocos amigos podrían añadir uno más a su lista.

Love Ends | kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora