» Capítulo XXIX

74.5K 11.4K 8.9K
                                    

— JungKook, JungKook, JungKook —la voz de TaeHyung entra por los oídos del pelinegro.

     Sin pensarlo mucho, JungKook mira a TaeHyung entrar corriendo a la cancha con media sonrisa. Lleva en sus manos dos malteadas: una de vainilla y la otra de chocolate. Además, uno de esos sándwiches de helado con tapas de galleta oscura que dan la apariencia de caerse en cualquier momento. El castaño luce una chamarra de color caqui, mientras que su cabello castaño brilloso salta de arriba abajo. Va feliz, con la sonrisa haciéndose cada vez más grande, expresando con tan solo sus ojos aquella emoción interna.

     JungKook lo mira extrañado, y cuando llega hasta él le observa impaciente.

     — Dime.

     TaeHyung esboza una sonrisa y alza en el aire todo lo que lleva. Quiere pasar tiempo con JungKook, ese es su propósito desde hace días, así que pensó que todo eso sería bastante bueno. Hasta donde entiende y ha averiguado, a JungKook le gusta comer. Se hace una ligera idea desde que en el partido de básquetbol JungKook llevó su mochila repleta de aperitivos. TaeHyung fue quien los devoró, pero aun así tiene en cuenta eso.

     — ¡Traje esto para que comamos! —dice feliz—. ¿Vas a salir pronto?

     A JungKook no le gusta que TaeHyung gaste dinero en él. Ni en "complacerlo", o cualquier derivado de lo económico. Piensa que es un tanto difícil, y complicado, y después se siente culpable si el castaño se queja de su mesada. Si fuese otra persona, y no Kim TaeHyung, pensaría que lo hace por quedar bien, por impresionar, o ganárselo. Sin embargo, el pelinegro sabe que no habla de alguien más. Sabe que está hablando de Kim TaeHyung, el chico de sonrisa cuadrada que se pasa medio día a su lado, pegado como un chicle, que hace preguntas estúpidas y bobas con la mera intención de fastidiarlo. Y quien, por cierto, tiene un grave problema con querer abrazarlo. Sí, tiene muy en cuenta que TaeHyung es TaeHyung, que es el chico que dice "me gustas" cada dos segundos, que es quien colma su paciencia.

     Sabe que hace las cosas de todo corazón.

     — Deja de gastar en mí —dice JungKook, llevando consigo a TaeHyung por detrás. El pelinegro fue a tomar su mochila de la banca y su toalla—. Aguarda aquí, iré a cambiarme y regreso.

     Cuando TaeHyung toma asiento, piensa en la mejoría constante de las cosas e inevitablemente su sonrisa se vuelve mil veces más grande y expresiva que en un inicio. JungKook tiene, últimamente, una personalidad distinta... Pero no en el mal sentido, más bien, JungKook tiene una personalidad más amable y accesible. Tal vez no es un chico sonriente, o que siempre se la pasa riendo y haciendo bromas. Sin embargo, estar con él es muy, muy agradable. Siente que hablar no es pesado si habla con JungKook; principalmente porque JungKook se queda callado y escucha y escucha. Te da la oportunidad de expresarte de la manera en la que te sientas cómodo y, si tienes suerte como la de él, entonces JungKook participa contigo y conversa tranquilamente. Si te da consejos estos son concisos; sin rodeos. Si no dice nada, no te afecta.

     El castaño fácilmente les toma cariño a ciertas actitudes, y la timidez de JungKook, que antes era una fría capa de hielo, ahora resulta ser extraña y desconocida pero linda. Una característica suya que solo él puede comprender, y que jamás quiere cambiar; pues ese es JungKook, esa es su verdadera personalidad.

     Suelta un suspiro, fijándose en cada objeto del lugar donde se encuentra. Sorprendido al notar que un grupo de chicos del mismo grupo de básquet está observándolo, TaeHyung se cohíbe tímido en su lugar. Nunca ha sido tan "reconocido" hasta el momento en el que comenzó a salir con JungKook, aunque eso no es tan bueno considerando las cosas que pasaron. No obstante, cuando los demás lo saludan y se despiden de él, también cuando lo invitan a fiestas, TaeHyung casi siempre les regala una sonrisa.

Love Ends | kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora