No, JungKook no se convirtió en otra persona cuando dijo eso. No, TaeHyung no quiso vengarse de él. Nada de eso sucedió. Tan solo se quedaron callados un momento y, ese mismo día, rompieron el silencio mencionando que sería mejor ir a comer pastel. Solo eso. El alboroto no fue más allá de lo que se dijeron.
Decir que TaeHyung no se siente especial es mentira. Porque sí lo hace, se siente único al tener aquellas palabras tan preciadas para él mismo, para nadie más.
A la mañana siguiente TaeHyung está sentado en la banca esperando a que él llegase. No habían aclarado nada, no decidieron volver a salir. Esa duda está presente en la cabeza de Tae, mas no la dejaría pasar. Aunque tampoco quiere seguir presionando una y otra vez las cosas. De todas maneras, se siente un poco más confiado, ya que JungKook le dijo que le gustaba. ¿Tendría que repetirlo todo el día? Probablemente.
Cuando mira a JungKook caminar despacio a lo lejos, se le escapa una sonrisa tímida. Permanece ahí sentado, con la comida que lleva para los dos entre sus manos. Hasta que él está enfrente suyo y le dedica su típica mirada. No espera más. Eso es suficiente y satisfactorio.
— ¿Es hora de ir a clase ya?
TaeHyung niega varias veces con la cabeza, extrañado por la pregunta tan poco común. Aún faltan unos veinte minutos para entrar a clases. Mira a JungKook, sonriente desde la banca, y palmea unas cuantas veces el asiento a su lado.
— Ven, ven, ven. Siéntate conmigo —pide el castaño, moviéndose para que el otro se siente.
— No quiero —responde JungKook simplemente sin ser grosero—. No me gustan las bancas.TaeHyung no se aguanta las ganas, así que le súplica con la mirada que se siente. JungKook lo observa por un segundo, y, antes de caer en el juego, le pone la mano en la cara y lo hecha tantito para atrás.
— Esas caras no funcionan conmigo, Poochie.
— ¿Por qué tratas así a la persona que te gusta?
JungKook mira a TaeHyung con ojos furiosos, entre divertidos y de broma, pero con algo de seriedad. Aunque Jeon ya se venía haciendo la idea de que TaeHyung diría eso día a día, hasta que se aburriera de decirlo. En cualquier momento sería "te gusto", "nos gustamos". Eso es otra parte de lo que odia tener que pasar. No es presión, pero de cierta manera, si lo analiza con cuidado, así parece. Pero ya metido en el problema, la salida estaría cerrada.
— ¿Vas a repetir eso todos los días? —JungKook cuestiona, tomando asiento al lado de TaeHyung y cruzándose de brazos.
Las miradas van hacia ellos dos. Aunque a TaeHyung y a JungKook les importa poco, así como una vez dijo el pelinegro: "No todos saben la verdad". En otras palabras, a nadie más que a ellos dos debía importarles el instante. En ese momento, haciendo nada y viendo a todos, es tan agradable estar en silencio y regresar a la rutina que tanto añoraba TaeHyung. No está ansioso porque todo avance rápidamente, incluso en ese instante, el hecho de estar a su lado, lo hace sentir feliz.
— ¿Hoy vas a salir tarde?—pregunta TaeHyung, guardando los desayunos en su mochila, con cuidado. Escucha a JungKook decirle que sí.
Sus ojos van directamente hasta el regalo que Eunha le ha dado para JungKook. Recuerda que él ni siquiera le había regalado algo, y en cambio comieron pastel. Bueno, JungKook no comió, pero vio a Tae hacerlo.
— JungKook...
— ¿Qué? —El chico mira a TaeHyung, que tiene ojos extrañamente tristes. Su ceño se frunce y le habla para preguntarle qué sucede—. Eh... Oye, qué... ¿Por qué vas a llorar?
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Love Ends | kookv
FanfictionKim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. Lo que caracteriza al pelinegro es aquel desinterés y la seriedad desbordante que te hace querer...