Si JungKook tuviera que describir a TaeHyung en una palabra, sin duda alguna usaría "molesto".
— ¡JungKook! ¡JungKook! ¡Vamos a comer helado!
Si alguien le dijera que podrían ser dos palabras, serían molesto y optimista.
— No —contesta el pelinegro, viendo a TaeHyung delante suyo. Los ojos del castaño giran, luego regresan a JungKook—. Ya vienen los exámenes. Tienes que estudiar.
Tal vez es su personalidad animada y que no se rinde la que llama su atención, la insistencia que fluye con sus expresiones y te dice lo que piensa; tal vez es todo en TaeHyung lo que le parece "optimista". Sea lo que sea, JungKook está un poco más que impresionado por eso.
TaeHyung se mantiene de pie enfrente de él, observándolo. ¿Por qué JungKook siempre busca la manera de evadir ese tipo de propuestas? El castaño fija los ojos en el pelinegro, analizando su expresión aburrida; JungKook también lo está viendo fijamente, casi sin parpadear. Los dos tienen un montón de pensamientos sobre el otro, cosas buenas y cosas malas, gustos y disgustos. Eso solo logra reforzar su extraña relación, haciéndola un poco más duradera.
En pocos segundos, TaeHyung empieza a reírse y le da una palmada amistosa a JungKook.
— Ya. Hablo en serio, Pookie —dice en voz alta, observando a JungKook rodar los ojos al escuchar su apodo—. Ni siquiera estudio para los exámenes.
La respuesta no es una sorpresa para JungKook, menos conociendo a TaeHyung, quien tiene un talento aparte de ser insistente y determinado: pasar el año reprobando los exámenes. ES un talento que no comprende y que tampoco se atrevería a cuestionar. El pelinegro asiente repetidas veces y lleva su mano izquierda a los cabellos de TaeHyung, para después abrir sus piernas en compás y tener cara a cara al chico, hablándole así.
— Lo sé —burla obvio—. Por eso repruebas.
JungKook se irgue en su lugar, mirando desde arriba a Tae, pero no mueve la mano de su cabeza. El castaño se queda callado, bromeando con haberse molestado por lo que ha dicho el pelinegro. Igual, TaeHyung no está tan mal de calificaciones... Excepto en matemáticas, y en historia... Uh, y está reprobando inglés también... Y educación física ni hablar. Es más, ¿por qué demonios hay educación física? Ni siquiera es importante. Es decir, solo lo hacen correr. ¡Marcha para que quiten educación física! No es una propuesta muy apoyada. Lo propuso muchas veces al presidente estudiantil y no funcionó (aunque el de los años pasados, su primo el inteligente, lo propuso, pero no pudo).
El menor, con los ojos puestos en TaeHyung, observa su expresión y le revuelve el cabello cuando cree que es suficiente por el momento, provocando que Tae se tome sus mechones y los acomode para que su peinado permanezca bonito.
— Siempre que haces eso me despeinas —se queja de broma antes de sonreírle al chico—. ¿Sabes cuánto tardo peinándome para verme guapo solo para ti?
Cualquier persona hubiera sonreído, o se hubiera sonrojado, tal vez regresado algún halago. A veces, cuando las personas crean relaciones entre sí, suelen hacerse expectativas fuera de la realidad... Entonces, hay decepción. Sin embargo, cuando haces expectativas dentro de la realidad... los resultados son... extrañamente satisfactorios.
JungKook, muy a diferencia de cualquier otra persona, dice:
— ¿Te peinas?
Gracioso, tanto que TaeHyung abre su boca en una "O" gigante y se ríe, notando los ojos burlones del pelinegro.
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Love Ends | kookv
FanfictionKim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. Lo que caracteriza al pelinegro es aquel desinterés y la seriedad desbordante que te hace querer...