Es una mañana nueva. TaeHyung mira desde su lugar en la cafetería la mesa donde JungKook está sentado, en la misma zona de siempre. Es curioso que, con su insistencia y la capacidad de convencimiento que tiene, TaeHyung no se haya sentado ni una sola vez a desayunar o pasar el rato con JungKook. Además, siendo sinceros, el tiempo después de la escuela y por las mañanas parece ser insuficiente; quiere pasar más tiempo con él y fortalecer su relación.
La mesa de Jeon JungKook está rodeada por muchos individuos: algunos jugadores del equipo (que no conoce bien), chicas del club de canto (que quieren convencer a JungKook de cantar); también chicos del club de matemáticas, algunos otros coquetos que están ahí intentando saber de él, y... Básicamente cualquiera que consiguiera sentarse en esa mesa, lo cual resulta bastante extraño y difícil de entender. Las personas seguían como un rebaño a aquellos que creían eran dioses, ¿pero quién es Jeon JungKook entre ellos? Nadie, no es absolutamente nadie; solo un chico que se hizo una mala fama por sus acciones y relaciones obligadas al ojo de la presión que todos ejercían cuando se le confesaban públicamente.
Pero la culpa no solo cae en los demás, sino también en él mismo, por no tener voz y voto cuando carga con una personalidad tan particular como la suya.
TaeHyung revolotea los ojos, harto de su particular forma de ver las cosas, y suelta un manotazo en la mesa, asustando a JiSoo, a YoonGi y a Jimin, quienes desayunan tranquilamente.
— Quiero ir a desayunar con JungKook —exclama animado, viendo a los otros con ojos determinados.
Los tres en la mesa ruedan los ojos y miran a TaeHyung confundidos. Es gracioso escucharlo decir cosas como esas, dudando de sus acciones, pues el castaño es un experto en interrumpir la vida de los demás. No suele acercarse tranquilamente a hablarte, o siquiera con vergüenza; te conocía e inmediatamente después conversaba contigo, al grado de llenarte de su propia alegría. Tiene el don de la decisión en su voz y su mente... Pero, extrañamente, está ahí sin moverse cuando quiere desayunar con JungKook, con su "novio".
— Pues ve.
— Sí, qué importa. Es tu novio, ¿no? —recalca Jimin—. A este punto, y conociéndote, no entiendo por qué no lo has hecho.
TaeHyung se queda un momento callado pensando en la palabra "novios". En realidad, él y JungKook no son novios oficiales porque no aclararon esa parte aquel día del cumpleaños. De hecho, no volvieron a hablar del tema, ni siquiera una palabra. Ha pasado una semana desde eso, y para ese instante no hay señal de los avances agigantados que YoonGi y Jimin imaginan y esperan. Sin embargo, TaeHyung está feliz con JungKook, eso es lo que importa.
Por otra parte, TaeHyung no sabe cómo reaccionaría JungKook si se sentaba en la misma mesa.
— Bueno... ¿Y si le desagrada? —cuestiona al aire, intentando obtener respuestas concretas.
— ¿Desagradarle? Solo vas a ir a sentarte con él.
Quiere darle el regalo de cumpleaños al que tanto esfuerzo dedicó. Después de unos días (muchos en realidad) de pensar qué iba a darle, decidió que un maletín sería un buen obsequio. Una vez escuchó a JungKook decir que quería comprarse uno porque la mochila lo hacía sentir pesado e incómodo. El regalo en sus manos fue una inversión elevada; ese maletín costó caro, muy, muy caro, pero al final de cuentas es para JungKook. Valió la pena limpiar toda su casa para que su mamá le diera dinero.
— Bien. Deséenme suerte.
Seguido de esas palabras, Kim TaeHyung se pone de pie y comienza a caminar hasta la famosa mesa de su "novio". Las miradas se posan en él; rara vez veían a TaeHyung con tanta seguridad caminando hasta donde el tumulto de gente hacía que el receso de JungKook fuera un momento de incomodidad e inseguridad. Puede escuchar el bullicio de todos, y mira también que JungKook solamente tiene recargada la mandíbula en su puño; quizá deseando morirse porque todos lo están abrumando con conversaciones sin sentido y propuestas estúpidas. Nunca entendió por qué permitía esa clase de cosas. ¿Por qué no se iba y ya? Su actitud es realmente dura como para aguantar a todos aquellos. Resulta hasta sorprendente verlo tan tranquilo.
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Love Ends | kookv
FanfictionKim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. Lo que caracteriza al pelinegro es aquel desinterés y la seriedad desbordante que te hace querer...