» Capítulo XIX

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— ¡Vamos, JungKook! ¡VAMOS,JUNGKOOK! ¡SÍ! ¡YA ESTÁS CERCA! ¡METE EL BALÓN EN ESA COSA RÁPIDO! —exclama TaeHyung con el cartel entre sus manos, moviéndolo por los aires con una expresión de emoción y euforia. 

     A su lado, YoonGi observa cómo TaeHyung hace eso, avergonzado por su ánimo tan potente, al grado de escuchar su voz resonar por toda la cancha. Suelta unas risitas, pero nunca deja de prestarle atención al partido. JiSoo hace lo mismo, mirando de reojo a TaeHyung y soltando risitas a la vez que mira la emoción de Kim desmoronarse en sus gritos. 

     El puntaje del equipo anfitrión supera por mucho a los visitantes. Todo esto porque JungKook se apega al juego acordado, lanzándole el balón a HoSeok, o dejando que los demás tiraran al aro; jugando como uno solo, básicamente. En toda su vida, JungKook no ha escuchado su nombre tantas veces en chillantes gritos, y aunque quiere pararse a observar a TaeHyung con la clase de mirada que sabe que el mayor odia, no puede detenerse a molestarlo; debe mantener la atención fija en el juego.

     TaeHyung se ha encargado de utilizar esa única oportunidad al máximo. Jeon se distraía por la voz de TaeHyung, pero de inmediato se calmaba porque el chico se mesuraba. De todas maneras, Tae está siendo un obstáculo de presión más que de apoyo.

     — ¡VAMOS, JISOO, AYÚDAME A ANIMAR A JUNGKOOK!

     — No lo creo, el aura de Jeon JungKook realmente me aterra —menciona en voz alta, cercano a TaeHyung puesto que están de pie—. Parece que dentro de su cabeza suceden cosas extrañas, como si esperara el momento para atacar.

     TaeHyung niega varias veces con la mano antes de seguir saltando en su lugar. Hasta ese punto del partido no existía siquiera una bolsa de frituras en la mochila de JungKook, todas se las comió. En su defensa, estaban muy, muy, muy ricas. TaeHyung descansa por un momento, tomando lugar al lado de JiSoo, y suelta un suspiro agotado. Recarga la cabeza sobre el hombro de Joshua, ya que es el único sentado, pues YoonGi va y viene por la línea que delimita el área de juego, tal cual entrenador obsesivo, frustrado y en parte orgulloso.

     A lo lejos, JungKook bota el balón, analizando a sus oponentes y sus salidas. Lo pasa hasta HoSeok, quien rodea dejando incrédulos a los jugadores contrarios, y da un pase rápido a Yugyeom; seguido este la lanza al subcapitán ChangGu. Los ojos de Jeon JungKook caen ocasionalmente en TaeHyung, después de dejar de escuchar esos gritos que le han venido bien para presionarse y de esa manera conseguir la delantera en el partido, mas le presta poca atención una vez que todo reinicia.

     — ¿En serio? —cuestiona TaeHyung a JiSoo, con la respiración agitada y ganas de seguir gritando. Sus ojos están cerrados a causa de la respiración entrecortada por la euforia—. No lo creo. Nunca ha dicho algo parecido. Más bien yo pienso que tienes una idea equivocada.

     Aunque la verdad es que Jeon ni siquiera actúa como un novio convencional o normal. Tiene una manera extraña de comportarse cuando se habla de aquella relación. A veces cumple su rol por completo, y después se aleja de lo que es "habitual" en una relación. TaeHyung lo atribuye a su reservada manera de ser y las expectativas que se crea viendo relaciones en los dramas. 

     Del otro lado del lugar, HoSeok recupera el balón de un movimiento rápido y grita:

     — ¡JungKook! ¡Oye!

     Los ojos de Jeon caen directamente en HoSeok, quien da un pase ágil y seco. Las manos de JungKook se mueven, esquivando a los demás, procurando no dejar de botarlo. Cruzando la línea de separación, no hay manera de regresar. Sin embargo, hay algo que le molesta. Una basura en el ojo, quizá por eso estos no pueden concentrarse. O solo sus pensamientos haciendo memoria y preguntándose si no fue especialmente específico cuando dijo lo que le gustaba o no.

     TaeHyung suelta un suspiro de cansancio antes de pedirle agua a Joshua, que la saca a órdenes de TaeHyung de la mochila de JungKook. JiSoo se mantiene hurgando en ella después de eso.

     — ¡JungKook! ¡Ahí va de nuevo!

     Cuando el balón naranja cae en él, su agilidad y la vocación le permiten poder manipularlo fácilmente. Pero le es difícil concentrarse. Principalmente porque la escena le provoca distracción. ¿Por qué TaeHyung está dejando que alguien más tocara algo de su mochila? Comprende que no es la gran cosa, y de hecho no está tan molesto, sino incómodo. Es una manía extraña eso de cuidar lo que aprecia con tal cuidado, pero si TaeHyung no puede tomarle la misma importancia, ¿no podría al menos respetar su extraño sentimiento de protección por más que fuera una simple mochila?

     Un golpe seco hace que la audiencia se calle. El balón le ha dado justo en la nariz, debido a que bajó los brazos y pensó en ese idea que envolvía a TaeHyung. El dolor le hace tropezar, perdiendo así el equilibro y cayendo con rudeza al suelo. JungKook siente en su costado izquierdo un golpe duro, que genera un dolor bastante grande y que se expande por todo su cuerpo. TaeHyung abre los ojos cuando escucha aquel ruido, y lo primero que ve es un cuerpo tirado en el suelo. Tarda medio segundo en darse cuenta de quién es.

     — ¡JungKook! —exclama HoSeok acercándose rápidamente al chico.

     Todos se quedan en silencio tan pronto como TaeHyung se pone de pie para ir hacia JungKook, pues jamás sucedió algo similar. Y a pesar de la baja gravedad, porque se nota que Kook estaría bien, sigue siendo sorprendente ver al desinteresado Jeon caer, siendo del que menos esperarían algo similar. Tae y sus pasos apresurados le hacen llegar pronto, y cuando sus ojos capturan aquellos orbes negros y el cabello medio rizado cayendo sobre la frente con sudor, sabe que algo no está bien. La mirada perdida de JungKook, confundido por lo que pasa. No entiende nada. Y no quiere hacerlo. Principalmente por el contexto del accidente: está una vez más lastimado a causa de TaeHyung, incluso cuando él no ha provocado nada. De eso está consciente. ¿Acaso TaeHyung le pidió defenderlo de Yeo ChangGu? No. ¿Y acaso TaeHyung lo distrajo por una mochila? No.

     En ese momento, le sube un sentimiento incómodo a la cabeza que lo hace entrar en razón.

     Una fina hilera de sangre escurre por su nariz, su pestañeo es rápido y le cuesta respirar. Le duele el brazo izquierdo, también parte de su estómago al caer casi completamente de lado.

     — Demonios... JungKook —habla TaeHyung, agachándose de inmediato, quedando cercano a él. Escucha a sus lados cómo los jugadores piden una falta, y otros cómo mandan a traer a la enfermera Min. TaeHyung coloca una mano en la mejilla de JungKook, procurando que este le preste atención—. Oye, JungKook, mírame, ¿qué pasa? ¿No te puedes poner de pie?

     Cuando JungKook puede centrarse, sus ojos van directamente a TaeHyung. Entonces se enoja consigo mismo por ser tan débil ante una situación tan estúpida como que alguien, sin malas intenciones, tocara su mochila. También al verse recostado en el suelo por un balonazo. En parte sintiéndose avergonzado por todos los ojos puestos en él.

     — Sí. Muévete, me quiero levantar.

     Jeon hace el intento de querer ponerse de pie; al menos sentarse en su lugar. Sin embargo, tan pronto como endereza su espalda, un chorro de sangre desciende por su nariz.

     — Tranquilízate, estás...

     — Lo sé —interrumpe JungKook con un tono adolorido y tranquilo, pero bastante serio—. Deja que me levante.

     Los oídos de JungKook captan el sonido sordo de todos. Las miradas de todos están sobre él. HoSeok, los amigos de TaeHyung (ese chico JiSoo y YoonGi), los demás, los de la otra escuela. Se siente mareado antes de que mencionaran en voz alta que ya viene la enfermera.

     — Oye, JungKook, tú debes de... —Tae quiere hablarle.
  
     La actitud de JungKook suele ser rara, aunque también variada. En ese momento, consumido por la situación, la confusión —con sus entrañas removiéndose para poder vomitar—, se pone de pie aún con la nariz bañada en sangre y cayendo por parte de su barbilla; manchando un poco su camiseta.

     — JungKook, no deberías de...

     — Ve a sentarte —dice. JungKook ve a la señora Min acercarse, pero amablemente y con una seña le pide solo un pañuelo. Cuando ella se lo entrega limpia la sangre y tira el papel a cualquier lugar que no estorbara—. Tengo cosas más importantes que hacer y pensar ahora.

Love Ends | kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora