16TH

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GISSELE:

- ¡Ya po, póntela! -me rogó el Max con la camiseta en la mano. - ¡Eres la hermana del capitán, tienes que estar apoyándome desde las gradas po!

Bufé. Tomé la camiseta y entré al baño a ponérmela.

El Max culiao llevaba media hora rogándome para que me pusiera una camiseta de las panteras. Me hice un nudo con esta porque me quedaba grande, luego salí del baño con la weá puesta

- ¡Te ves hermosa, hermanita! -me abrazó. - Voy a pedir el uber pa' que vamos a la cancha.

El partido era a las 18:30, eran recién las 17:00. Era muy exagerado este weon.

- Ándate solo, después me voy mas tarde en tu bici. -le ordené, tirándome al sillón

- A las seis en punto en la cancha. -dijo al cruzar la puerta con su bolso en el hombro. - Nos vemos, te quiero.

Cerró la puerta rápidamente, desapareciendo de mi vista.

No tenía muchas ganas de ir a ese partido, generalmente cuando iba a ver los partidos del Max, siempre terminaba sentándome con el Luciano en las graderías.

Pero, ahora él era un condor. El Branco me contaba que lo hacía super bien, estaba esforzándose caleta en los entrenamientos.

¿Pero de dónde salió su repentino interés en jugar a la pelota? ¿Y por qué se unió a los cóndores y no a las panteras?

Me metí a instagram. Lo primero que vi fue una historia del poodle, era una foto de la camiseta de los cóndores, en la parte de la espalda. "Rossi" junto al número ocho estampados.

gisepulveda_ respondió a la historia:
la traición

Ni siquiera me mandó un corazón, simplemente me dejó el visto.

Desde que había discutido con el Max, ni siquiera me saludaba en los pasillos del colegio. No entendía el porqué, si estaba peleado con el Max, no conmigo.

¿Creen que una es tonta? Obviamente habia algo más que un "el poodle es un condorito"

Mi primer caso como detective privado había fracasado rotundamente. No iba a investigar esta weá. Si había algo más, pasó a ser cosa de ellos

Salí de mi casa con el celular y llaves en la mochila pequeña. Me subí a la bicicleta del Max y partí pa' la cancha donde jugarían los dos equipos. Dejé la bici con la cadenita afuera y entré

¿Como podía apoyar a las panteras y cóndores al mismo tiempo? Mi hermano estaba en un equipo, el weón que me comía en el otro y el traicionero del mejor amigo de mi hermano también.

Visualicé a la Bianca en las graderías. Llevaba unas rayas color negro y burdeo dibujadas en los pómulos. Eran los colores de los cóndores

Si estaba apoyando a ese equipo, solo significaba que había vuelto con el Tebo

Pero, no quería enfocarme en eso. Quería enfocarme en mi misión de ese día. Mi hermano se había preparado para ese partido, hasta le sacaron la chucha antes, pero ahi estaba, con todo el aguante para ganar.

Mi único enfoque tenia que estar en apoyarlo.

Pero, una igual es media perdida...

- Mi niña ¿Cómo está? -preguntó una señora a mi lado. Volteé, encontrándome con la mamá del Luciano, llevaba de la mano a su hermano chico.

- Hola, tía. -la saludé. El niño me miró y estiró sus brazos hacia mi- ¡Chalo! -exclamé y lo tomé el brazos

- Chalo no, gon-chalo. - me corrigió el niñito

Te debo unaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora