— Tuve que recurrir a hacerme la lesa nomás po. —di fin a lo que le contaba a mi amiga. — El Max estuvo a un pelín de saber
La Bianca analizó la situación un rato. Su silencio se me hacía eterno, el profesor de física explicando weás de fondo me daba unas ganas de tirarme de un puente.
— ¿Por qué tu hermano le tendrá mala al Branco? —preguntó, haciéndose la pensativa. — Tení que saberlo
— ¿Y cómo?
Ella hizo una mueca. Ví un foco imaginario sobre su cabeza prenderse
— Pregúntale al Luciano. Él es como su pololo, debe saberlo. —se encogió de hombros. Como si su solución fuera muy fácil
Pero, ella sabia perfectamente que el Luciano era más cambiante que la chucha, nunca se sabía cuando estaba buena onda o no. Un día podía jotearme descaradamente frente a mi hermano y al otro hacerme la desconocida. Tenía que pillarlo de buenas si quería responder mi duda
— ¡Como veo que Gissele está prestando tanta atención a lo que digo! — interrumpió el profesor. Extendió su mano con el plumón de pizarra— Pase a resolver el problema.
Alcé la vista, la pizarra estaba llena de weás, letras por acá y por allá. ¡Con cuea entendía la fecha!
Pa' colmo, estaban todos los sapos de mi curso mirándome, esperando que pasara hacia adelante.
La única wea que podría poner en esa pizarra sería un piconejo.
— N-no, no se llama... — me cagué por dentro
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Había terminado con una anotación por conversar en clase, además del reto del profesor.
Caminaba con la Bianca por los pasillos del colegio. Cuando vi a su pololo en dirección a nosotros supe que me dejaría botá otra vez.
— ¡Mi amor! —exclamó el weón, abrazándola. — Wena, Gi. ¿Como estai? — me saludó y chocamos puños
— Sola. —me hice autobulling. Los dos rieron
— Lo dudo. —habló bajito mientras se daba vuelta. Miré pa' donde él miraba por sapa, venía el Branco en nuestra dirección
Tardó poquito en llegar y saludarme de un beso en la mejilla.
— Felices los cuatro, ¿Viste? — me webeó la Bianca. Quise puro matarla
— ¿Me acompañas a buscar mi mochila? Se me quedó en la sala. —se excusó el pololo de la Bianca. Como si no fuera obvio que me querían dejar sola con el Branco
Creen que una es weona...
Los dos huyeron como ratones. ¡Bianca culiá! Le conté todo mi drama que involucraba al Branco, digno de la rosa de Guadalupe o Como dice el dicho, y aún así la traidora me deja con él. ¿Acaso quería ver el mundo arder?
¡Virgensita de guadalupe ayúdam...
— ¿Te costó despertar en la mañana? Nos quedamos hablando hasta bien tarde. —preguntó con una sonrisa, alivianando el ambiente. — Yo llegué atrasado. —agregó una risa
¿Me costó? Tss... poco más y voy con cama y tó al colegio po, una anciana como yo no está acostumbrada a dormirse a las 3 am.
Estaba a punto de contestarle, pero vi a lo lejos, a mi hermano salir de su sala. Entré en pánico altiro.
— Eh... yo... —pensé rápido en un escape. — Yo... Tengo que... ¡Correr! Sí, correr a mi sala, se me quedó el pan con palta encima de la mesa y mis compañeros se lo pueden comer. —le dí un beso en la mejilla rápidamente y empecé a caminar/correr— ¡Chao!
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Te debo una
Teen Fiction"Gissele, me mandaron a hacer trabajo comunitario en el colegio por tu culpa... Me debes una. "