MAX:
— ¡Max, llegué! —gritó mi hermana apenas puso un pie dentro de la casa.
Bajé rápidamente las escaleras. Emocionado por ver al Luciano junto a mi hermana
Y ser la familia que siempre fuimos, ah.
Quedé boquiabierto al verla sola.
¡Agh! ¡Entonces que se vaya nomas!
Mentira... no le digan que pensé eso
— ¿Y el Luciano? —no me aguanté las ganas de preguntarlo. — ¿Te vino a dejar pero no quiso pasar?
Ella negó. Rodó los ojos antes de tirarse al sillón
— Con ese weón no voy ni a la esquina. —bufó
Frucí el ceño. ¿Había rechazado a mi amigo? ¿Ya no iba a tener un cuñamigo? ¿O amigoñado?
¡Pero, por la chucha! ¡Gissele, quién te hizo tan exigente con los weones! ¡El Luciano es un buen cabro!
Y no lo estaba adulando porque quería que fuera mi cuñado, obvio que no.
O si...
— Que erí mala, Gissele. —la reté. Negué una y otra vez con la cabeza.
¡Hasta las ganas de carretear con las panteras se me habían pasado!
Hablando de eso, los del equipo habían ido a sus casas a cambiarse ropa, y algunos fueron al supermercado a comprar las weás. Debían estar por llegar
Me había devuelto a la casa solo, porque quería dejarle más tiempo al Luciano para declararse. Además, pa' que la acompañara a la casa y llegaran de la manito
¡Pero nada sale como uno planea po! ¡Por la chucha!
¡Estaba condenado a nunca tener un cuñamigo!
Un cojín en mi cara me sacó de mis sueños frustrados.
— ¡Eres bien como el pico, Max! ¡Me dejaste botada en tu propio partido! —reclamó luego de ver que el cojín golpeó mi cara. — Y más encima dices que soy mala.
— ¡Porque eres mala po! —tomé el cojín y se lo tiré— ¿Por qué lo rechazaste?
Ella ladeó la cabeza confundida
— No lo rechacé. —habló con el ceño fruncido. — ¿Cómo te enteraste tan rápido?
— ¡¿No lo rechazaste?! —abrí los ojos bien grande
— No, te lo iba a contar después. —sostuvo el cojín entre sus brazos
— ¿Están pololeando? —pregunté intrigado
— ¡No! —alargó la vocal.— Estamos andando, pero es algo más serio que antes ¿No?
— ¡Que lindo día, el sol brilla a través de la ventana, veo la luz, la vida me sonríe! —exclamé agradecido. — ¡Gracias, hermanita, gracias!
— ¿Por qué estás tan feliz? Pensé que te pondrías como... incómodo. ¡Oye, y el sol no brilla por la ventana, es de noche, aweonao!
— Gi, hermanita... —me acerqué y senté junto a ella en el sillón. — Es la mejor noticia del día, obviamente después de mi victoria contra los cóndores. ¡Y el sol brilla por la ventana no importa que sea de noche o de dia!
— ¿Entonces no tienes ningún problema con que lo traiga a la casa y esas cosas?
— Pero si pasa metido aquí, será como lo mismo. —me encogí de hombros. — ¿Vei el arcoiris que está ahí o es solo mi mente por que estoy muy feliz?
Ella me miró raro
— Max... el Branco nunca ha venido a la casa. —chispeó los dedos frente a mis ojos. — Y no es normal que veas un arcoiris.
— ¡¿El Branco?! —me exalté— ¡¿El Branco?!
— Esa era la respuesta que esperaba
— ¡¿El Branco?! —repetí
Me sentí totalmente estafado, por la cresta.
— ¿Quién mas va a ser? —rió.
El Luciano po, weona.
Mentira... no le digan que pensé eso.
— ¿No hablaste con el Luciano? —pregunté confundido
— Sí, hablé con él. Se unió a los cóndores y se puso desagradable el weón. —se enojó solo con recordarlo. — ¿Sabes que me dijo?
¿Que le gustas?
¿No?
¿Debia perder las esperanzas?
— "No te acerques mas a mi" —repitió poniendo la voz rara. — ¿Qué cresta?
— ¿Sabes que? Tienes razón, —agaché la cabeza— El sol no brilla por la ventana.
//
— Habla rápido. —me apuró la Bianca.
Me crucé de brazos apoyado en la pared.
— ¿Volviste con él?
¡Esa weá no tenía que preguntarla!
Tu dignidad, Max, por la cresta.
Pero, si carita preciosa me quitaba toda la dignidad.
Me gustaba tanto. Sabía que estaba mal, pero, qué podían hacer, ya estaba cagao'
— Max, tú sabes que es complicado. Fue para mejor que la Gi sacara a la luz esto. —me miró con pena. — Me puse en una situación que tenía que elegir a uno solo
— Y lo elegiste a él
— Llevamos años, Max, años. —repitió. Como si no hubiera escuchado eso unas doscientas veces. — Es difícil
— Está bien. Mejor no nos demos la lata de hablar de eso. —cambié el tema, tratando de restarle importancia. — Necesito que me ayudes
— ¿En qué?
— Bianca, me parece muy sospechoso que el Branco se haya acercado a mi hermana justo en épocas de campeonato. —expliqué cruzado de brazos. — Ayer se hicieron andantes.
— ¿Andantes? —se sorprendió
— Sí. No sabes lo feliz que estoy. —puse care' amurrado para que notara el sarcasmo. — Por eso quiero que me ayudes
— ¿A qué?
— Ayúdame a averiguar si al Branco de verdad le gusta mi hermana.
— ¿Como vas a querer averiguar eso? Es obvio que si
— Pegarme por donde más me duele parece una buena estrategia, Bianca. —respondí. — Es mi hermana. La amo mas que nada en el mundo, no quiero que la metan en medio de todo esto de "Panteras vs Cóndores". Y si ya la están metiendo, lo quiero saber, para buscar la forma de sacarla del medio.
Ella analizó la situación de a poco. Haciéndome desesperar por su silencio
— Está bien. Voy a tratar de investigar. —accedió.— Me gustaría tener a alguien como tú, alguien que hiciera cualquier cosa por mi
¿No te das cuenta que lo tienes frente a tus ojos, Bianca?
hello, como ya les dije quiero terminar esta novela antes de que termine el verano, así que por eso actualizo tan seguido LSKDÑS estoy muy inspirada, tengo varias ideas para esta novela y creo que se está conviertiendo en mis favoritas para escribir. Muchas gracias a todxs por sus comentarios y la buena onda, siempre me animan muchísimo mas a escribir <3
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Te debo una
Teen Fiction"Gissele, me mandaron a hacer trabajo comunitario en el colegio por tu culpa... Me debes una. "