[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]

[5] Eventos Ajenos

—¿Te sigue doliendo? —preguntó Aspros al ver a la chica frotarse la frente y luego el cuello.

—Solo es un dolor de cabeza, seguramente he dormido en una mala posición—cerró los ojos y aspiró la frescura del mar—; deja que Regulus coma bien, y luego nos marchamos.

—Si ese dolor te sigue molestando será peor en el viaje, es un largo camino.

El hombre solo cargó su caja dorada, mirando firmemente el mar y a su vez a la chica que parecía perdida entre sus pensamientos, o quizás recordando las cosas que le contó en su estado de embriaguez, pero luego su mirada se fijó en el cachorro que parecía expectante a una acción suya claro que tampoco esperaba abastecerle nuevamente de cosmos cuando, para llegar a Alhena, tuvo que proporcionarle su poder y no morir en el intento de cruzar una gran cantidad de tiempo y espacio.

Sin embargo, el geminiano se sintió incómodo y extraño al sentir la mano de la chica sobre su brazo, algo que rápidamente lo llevó a ponerse alerta.

—Tengo la fuerza suficiente para soportarlo, además, si ustedes pueden, yo también.

—No estás entrenada para esto, no quieras darte de valiente.

—Me siento muy agotada como para discutir contigo.

—Te dije que no era correcto que Regulus durmiera a tu lado, posee costumbres poco agradables—el comentario de Aspros solo afloró más el dolor de la joven—. Tenemos que llegar al Santuario de Athena de este siglo.

—¿Y crees que exista caballeros o algún indicio de los dioses?

Aspros esperó que así fuera, pero cuando despertó en aquel estrado no supo reconocerlo, aquel lugar donde debió ser la sala del Patriarca y que, en este tiempo, solo era ruinas como si hubiera ocurrido un gran desastre como para dejar de esa manera todo el panorama que recordaba de su mundo. Tuvo pensamientos distintos, y el cual tuvo mayor preocupación fue que seguramente era la consecuencia del pasado. Pero no quiso alarmarlos, solo observó que los dos muchachos compartían bebidas y un par de sonrisas como si nada estuviera pasando.

—Sujétense uno a cada brazo—él estiro sus manos, los chicos se sujetaron—. El viaje será un poco más largo, así que no se suelten porque no estaré pendiente de sus vidas, de soltarse es posible que se pierdan en alguna parte del tiempo o el espacio, no sé si es de este día o ayer o algunos años atrás.

—Sé que cosas hacer, no te preocupes, Aspros—dijo Regulus, muy aferrado del brazo del mayor—. Alhena podrá soportarlo.

Ella asintió muy confiada, aunque dentro de sí estaba dudando si era correcto o bueno viajar por ese método en sus condiciones, más aún al no poder conciliar el sueño y padecer de esas pesadillas que a cada paso parecían mucho más reales, que intentaban perforarle la piel de un solo rasguño y someterla a oscuras tentaciones, a veces oía la risa de varios hombres como si le insinuaran hacer cosas terribles y a la vez tener conciencia de lo que estaba sucediendo. Y a ello, Aspros como Regulus se dieron cuenta del comportamiento de su amiga, no era de esperar que dos caballeros de Athena ignoraran esa sensación de tristeza y nostalgia que la chica emitía como si estuviera a la deriva y esperando algún horizonte; ambos varones se miraron antes de caer a esa abertura que abrió Aspros antes de viajar, definitivamente, esa chica estaba ocultando algo y temía confesarles la verdad.

—Pueden abrir los ojos si quieren, pero jamás se suelten de mí.

Fue lo que Géminis dijo antes de que los cuatro desaparecieran. Ella no pudo evitar observar ese asombroso cosmos, esas estrellas que chocaban contra su rostro, esa brisa helada que congeló ligeramente sus sonrojadas mejillas, sonrió al ver esa gama de colores que parecía a las galaxias que veía en dibujos o fotografías, simplemente todo ello era perfecto y magnifico. Aferró sus manos mucho más al cuerpo de Aspros, y él no hizo más que abrazarla contra el suyo para evitar perderla, aunque era más por la sensación que ella estaba emitiendo, y a pesar de que difícilmente ponía interés en sus viajeros, ahora era ella que le producía el viejo recuerdo cuando estaba a lado de Deuteros cuando eran niños.