[18] Lo que bien inicia, mal acaba

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Durante la última semana de ese mes, Alhena había tomado seriamente el tema de su recuperación, y no precisamente para darle la contra a Aspros con respecto a los cuidados que exageradamente hacía como si fuera una pobre alma sin reparo; ella quería corresponder a los esfuerzos de sus amigos que, a esas alturas del tiempo, depositaron su empeño y paciencia con ayudarla a caminar lo cual estaba rindiendo un suave resultado positivo además, como dijo Cid, era todo cuestión de tenacidad y determinación por lo que gracias a los dioses ya sentía al menos que podía patear con la izquierda.

Relajó su espíritu ante ello, pero su otra mitad estaba abatida por la salud de Agasha aun creyendo que era estúpido no confesarle a Calvera, Pandora y Hakurei lo que estaba ocurriendo con respecto a la chica, la cual pasaba prácticamente muerta en vida sobre el lecho de Minos de Grifo; Alhena no estaba conforme con esa respuesta patética que le dio Aspros con referencia a la florista. ¿A quien esperaban? ¿Decisión de quien correspondía que la chica fuera llevada a la Isla Curandero?, ella no soportaba verla más, así como si esperasen la muerte a que la recogiera. ¿Quién iría a decirles sobre ese bebé?, pero ahora todos yacían expectantes y aliviados por el pequeño varoncito que nació de Violate el cual, por cierto, resultaba bastante hermoso que recibió todas las bendiciones de la diosa azteca, del representante del Patriarca y la misma señora Pandora.

Por otra parte, la situación en torno a los titanes se relajó un poco y eso había también causado revuelo en la resistencia porque de alguna manera u otra los enemigos parecían esperar alguna clase de orden dado que no se habían movido desde esa vez que atacaron el castillo de Pandora. Los caballeros dorados y espectros hicieron guardias muy seguido y solo vieron, a través del poderoso escudo, que había criaturas de pie sin siquiera parecer respirar por ello es que decidieron aprovechar el tiempo en entrenar.

No había duda que la relación entre ambos bandos había mejorado notoriamente porque ya no se marginaban o dividían los entrenamientos, sino que compartían sus técnicas básicas con el otro para formar mejores estrategias, así que no era asombroso ver a algunos santos midiendo fuerza entre sí.

¿Y qué pasó con la titan? Simplemente, los medios de castigar de la diosa azteca fueron severos que dejó al enemigo completamente exhausto y al borde de la muerte. Difícilmente habían obtenido alguna novedad para solucionar ese punto, más la chica del tiempo se sintió con el extraño malestar de ser apartada de todo por parte de las dos mujeres, como si su presencia fuera una simple molestia aunque más le importaba la opinión de Hakurei que cualquiera otra que ni siquiera conocía, porque al fin de cuentas, ese lemuriano la trataba como una persona apreciada y no como lo hacia Sage, el cual por cierto, no quería verla a pesar que ella hizo todos los intentos por acercarse y preguntarle porque ese rechazo.

Él la habló de una manera que le hirió como si fuera su padre insultando su existencia en ese mundo.

—Con esto ya deberías de mover todo el pie—dijo el varón rubio tras pasar su mano sobre la pierna de la chica, la cual yacía con las mejillas enrojecidas—; trata de evitar realizar sobreesfuerzo dado que estoy suministrando mi cosmos para que tus músculos puedan mantener movilidad.

—No debería hacer eso señor Radamanthys—comentó Alhena bastante inquieta, pero a la vez nostalgia por la ternura en que ese varón la había tratado—, ya bastante tiene que hacer usted con sus deberes como para importunarlo.

—Ahora que dejó de ser juez, no tiene mejor cosa que hacer sino ayudarte—bromeó de mala gana el espectro Kagaho ganándose la mirada inexpresiva del varón de cejas pobladas—; además, no hay Inframundo que gobernar ahora que está bajo los dominios de esos titanes. ¿Qué otra cosa podemos hacer? Simplemente colaborar.

[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora