[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]

[40] El alma vuelve al cuerpo

—¿Es la alternativa más viable que conoces? —indagó el varón mirando el grabado que yacía en los pergaminos, tan precisos, pero a la vez manteniendo duda en ellos sobre esa interesante propuesta—. El hecho de tener un cuerpo no significa que estés a salvo.

—Vamos, Hades, yo ya estuve arriba, no sabemos si la entrada del Meikai es la acertada—explicó el adolescente de cabellera negra, cruzándose de brazos y a la vez sirviéndose un poco de vino—; ese mundo está tan distorsionado que no sabes hacia dónde vas a parar, considera que hasta ha desequilibrado tu reino así que la única alternativa es que yo suba.

—La influencia del cambio que ha ejecutado Kronos llegó hasta el mundo de los Sueños—dijo Hypnos sin despegar los ojos de la presencia de su amo y a la vez buscando alguna clase de duda en Tezcatlipoca—; si tiene al resto de dioses y humanos es porque realmente está esperando que usted salga, maestro.

—Kronos no es estúpido, recuerden que Kairos también lo acompaña—intervino Thanatos un poco divertido, jugueteando con lo que parecía ser una jugosa manzana, sentado en el largo sillón que estaba un poco apartado de la gran mesa—. Él sabe que iremos por ellos así que sería arriesgado que usted vaya además estando en ese cuerpo...

Hades frunció el ceño un poco molesto, pero no podía enojarse con el atrevido dios de la muerte cuando tenía toda la razón dado que el cuerpo de Radamanthys no se acoplaba a su espíritu y podía sentir cada malestar que éste tenía con respecto a la preocupación que le surgía a causa de esa muchacha. Apoyó los brazos sobre la mesa y soltó un largo suspiro, no sabiendo qué opción tomar y cómo proceder, pero era claro que debían ir cuanto antes a buscar a los demás.

—Él está quieto porque aún no se ha tragado al resto—comentó Tezcatlipoca dando un sorbo a su copa—; tengo que tener contacto con Quetzalcóatl y aquí no puedo hacerlo, si salgo y tan siquiera elevo el cosmos, él lo sentirá y reaccionará a mí. Pero tú, en tus condiciones, ¿no se supone que debes entrenar con tu contenedor? —sonrió el dios tras acariciar su cabellera larga—. Hades, no resistirás con ese cuerpo y evidentemente morirá, además considera que ellos te están buscando.

—Te escoltaría con un dios entonces—los gemelos posaron los ojos en su amo, sabían que algo iba a tramar y no sería bueno para ellos—; lo tendré que pensar.

No había nada que pensar, se dijo mentalmente, solo uno de ellos sería lo suficientemente capaz de escoltarlo más aún esperaba averiguar la razón poderosa para darle como castigo al insensato que colmara su poca paciencia. Tan pronto como guardó el pergamino, se llevó la mano a la nariz al sentir que algo cálido caía, ya era la segunda vez en ese día.

—Debe ingresar al cuerpo de Alhena cuanto antes, mi señor—dijo Thanatos en un tono algo burlón y eso ya comenzaba a molestar al dios—. Si está mal de salud, permita entonces que la atienda Pandora ya que creo es la única mujer que usted le tiene confianza.

—¿Quieres terminar sirviendo a Alhena? —cuestionó viendo la expresión de enojo del pelinegro—. Te lo había dicho una vez, Thanatos, si la molestas, terminarás siendo su mascota y ella poseerá tus poderes haciendo uso de su capricho para someterte como guste. ¿Es eso lo que quieres?

Él frunció el ceño y dejó de jugar, claro, ya fueron tres veces con esa amenaza que, si bien al principio no le creyó capaz, por la mirada de ira pudo constatar que Hades sí consideró mandarlo como perro a ser domado por esa humana. Hypnos tan solo negó al ver lo estúpido que podía ser su gemelo con esa lengua afilada y no controlar el carácter como para hostigar con esas bromas al mismo dios Hades aunque a decir verdad también le causaba inquietud que su amo no se dignara a revelar la verdad con la situación de Alhena, claro, él tan igual que su gemelo ya lo sabían desde un inicio más fingieron para averiguar hasta donde era capaz de llegar Hades y qué tanto había influenciado esa humana en un ser divino como lo era él.