[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]

[8] Viaje sin Retorno

Todavía veía el cielo, nublado y espeso como si una tormenta se pudiera desatar, más no tenía la fuerza de decir que estaba bien, sencillamente necesitaba dormir y tratar de no vomitar a causa de la marea que movilizaba la embarcación como si fuera un fino trapo. Jaló las mantas y el saco negro para abrigarse, por causa de la bruma y el mal clima, es que sus huesos parecían gelatina, aunado a ello que la inquietud de saber lo que estaba pasando le dejaba con un mal sabor en la boca, más aún cuando no podía movilizarse como era debido a causa del desmayo que tuvo por culpa del asfixiante ambiente que solo causó más que problemas tanto para ella como para su amiga.

—Será mejor que duermas—advirtió una voz algo agresiva, la chica solo elevó la mirada para encontrarse con un joven de cabellos morado oscuro—; aquí es mejor que afuera.

—¿Dónde están los demás?

—Arriba, solo tu amiga yace durmiendo—su vestuario era tan sencillo pero acogedor, ella solo se sentó y lo miró con cierto temor—. Llevas un día en esta situación, y tu amiga no se ha despertado durante este tiempo, tal vez sea porque su debilidad la ha vuelto presa de esta energía maligna.

Alhena se puso de pie, sin importarle pasar a lado del espectro pues necesitaba asegurarse de que Agasha estuviera bien, y al verla en cama, reposando como si estuviera en algún sueño muy hermoso..., un inexplicable miedo surgió en su pecho. Lucia frágil, vulnerable y mucho más demacrada como si alguna enfermedad estuviera acabando con su existencia.

—Los gases venenosos, ustedes son humanas, notablemente son débiles.

—Ella no es débil, sé que algo malo le sucede, la he viso muy marchita a pesar de que estábamos en el campo de energía de la señorita Calvera.

Kahago solo se mantuvo sentado, observando a Alhena de manera tranquila, pero a la vez con la molestia de estar rodeado de dos mujeres como si fuera un simple niñero, pero Radamanthys le ordenó montar guardia a la vez que los demás estaban protegiendo la embarcación y observando que nada los pillara en el camino.

—A diferencia de ella, tú has podido despertarte, ¿eres alguna clase de amazona de Athena? —comentó algo inquieto, el aspecto de la chica no manifestaba ser el de una guerrera, era escuálida y con los músculos suaves—. Aunque posees algo de fuerza como para estar de pie y no caer.

Ella no titubeó, pero prefirió mantenerse en silencio puesto que no podía revelar ese poder que dormía en su interior, por lo menos Aspros le dio la orden de no hacerlo, y por ello prefirió apegarse a los concejos del único hombre que todavía no le hacia sentir traccionada ni herida.

—Tengo hambre—dijo distraídamente mirando a una dormida Agasha, pasó una mano por el rostro pálido y casi enfermo de la florista como si esperara que con el simple roce ella iría a levantarse de esa cama—. Quiero ver a Aspros.

—Él se encuentra arriba, como dije, será mejor que permanezcas aquí, también Radamanthys lo desea así—se puso de pie, pateó la silla a una esquina de la habitación y se acercó a unas cajas—. La embarcación tiene algo de frutas, imagino que debes comer eso, al menos que seas una niña de la nobleza que se delita con banquetes.

—Se equivoca, prefiero las frutas antes que cualquier cosa ostentosa o costosa—se sentó en el borde de la cama de Agasha sin despegar la mirada sobre Kagaho—. Uno no puede derrochar los alimentos, ¿acaso cree que la comida se puede tirar? Hay mucha gente que padece por ella. Papá siempre me enseñó a valorar los alimentos que día a día llega a la mesa, no importa si es un pedazo de pan o la mejor carne del mundo, siempre hay que dar las gracias.

—¿No eres de la nobleza o alguna protegida del Patriarca?

—Mi familia es muy humilde, no creo que sea algo para llamar "nobleza" —alzó las manos cuando el hombre le lanzó una manzana y una banana—. Si bien conviví con el señor Sage y algunos caballeros eso no me hace una chica de la clase alta, simplemente...tuve suerte, creo.