[22] Vínculos

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—Es más fuerte de lo que imaginé—gruñó el Kerberos bajando la cabeza al sentir que su cuello supuraba la sangre—; por eso el señor Hades no dudó en darle el puesto de proteger el templo de Marte.

—Ah..., una técnica más y nos matará.

Alhena yacía de rodillas con la ropa desgarrada, el cuerpo sumamente herido y a su vez sintiendo que su vista ya no parecía cooperar pues podía ver la silueta del hombre de manera borrosa el cual, por cierto, yacía con marcas de sangre corriendo por sus labios y parte de su armadura destruida, claro que a diferencia de Kerberos y Alhena, él si estaba dispuesto a seguir luchando hasta morir en el intento.

—Voy a darte solo una oportunidad para escapar—la bestia volvió a mantenerse en cuatro patas, mirando con desprecio a Géminis—, nos va a costar muchísimo sacarlo de su pesadilla.

—Entonces...vamos por ese ermitaño.

Kerberos intentó aletear más el hombre alzó la mano ocasionando que fueran envueltos por una prisión de espinas como si tuviera control sobre la naturaleza. La chica no podía creer que el aspecto de su novio cambiara radicalmente, donde sus ojos fueran cubiertos de un color negruzco así mismo siendo envuelto de un poder oscuro que poco a poco sanaba sus heridas hecho que dejó en desconcierto a los dos.

—Tú también puedes hacer eso—explicó el animal inclinando la cabeza—. Rayos, esta prisión se encoge y no puedo permanecer por mucho tiempo en este aspecto.

—Puedes tomar tu forma humana—intervino Aspros limpiándose la comisura de sus labios con su dedo pulgar—. Jamás tuve interés en el perro del Inframundo, pero si me das a tu señora entonces serás libre junto al humano que escondes—la bestia mostró sus colmillos—, vamos, no es tan difícil a menos que utilice mi control mental y serás tú quien la destroce.

—¡Maldito!

—No te pongas de mal humor, Kerberos—Géminis sonrió con arrogancia dando dos pasos hacia adelante sin perder la mirada sobre Alhena—. Mírala, ni siquiera puede ponerse de pie, ¿no crees que una diosa sería capaz de hacerlo? ¿no crees que pueda tener control hasta de mí? —de su mano dejó caer una especie de cadena negruzca, su sonrisa causó temor en sus contrincantes—; pero no la dejaré morir porque necesito tomar el trono de Hades y con ella será posible.

—Sigues...diciendo estupideces—Alhena se tocó el pecho al sentir la herida arder, manchando la mano en el proceso más no temió porque eso era provocarle de mayor placer a ese hombre—. A pesar de que no tengas memoria de mí, voy a liberarte de tu pesadilla, le tienes miedo a esto ¿no?, la verdad no sé que pasó antes de conocernos, aunque no sería difícil intuirlo—se puso de pie y avanzó a pesar de que el perro le pidió recapacitar—. ¿Qué es lo que tanto te duele? ¿Yo te recuerdo a alguien? Anda, hazlo entonces, haz lo que tengas que hacer conmigo.

La chica del tiempo caminó con lentitud bajo la mirada de seriedad de Aspros, sabiendo que estaba arriesgando su vida y también la de Kero y el bebé más nada de eso le importó dado que tenía fe en el hombre que yacía frente a ella, porque aún sentía que él luchaba consigo mismo para librarse de ese infierno; sin embargo, las predicciones de ella fallaron en el momento en que él se movió a una increíble velocidad que apenas logró respirar al recibir un tremendo golpe en la herida abierta provocando que el cuerpo saliera volando hacia la bestia.

—¡Imbécil! —vociferó la bestia usando su cola para azotar a Aspros—¡¿Acaso piensas matar a la mujer que tanto decías amar?!

—¿Amar? —musitó el gemelo mayor a la vez que se detuvo, mirando con seriedad al perro y a la vez oyendo los llantos del bebé.

[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora