[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]

[37] Lazos del Destino

Apenas su corazón podía calmarse.

Apenas lograba controlar lo que sentía en esos momentos.

Apenas su alma intentó apaciguarse cuando se despertó. Sus mejillas completamente enrojecidas no hicieron más que causarle un tremendo dolor en el pecho, estaba demasiado perturbada con lo que había soñado, y por un momento tuvo temor a preguntarse qué diablos le estaba pasando a esa altura de la vida y la situación, más no pudo controlar sus ganas de ahorcarse con las sábanas, sino que el dolor en su vientre aumentó y con ello las náuseas. Deliberadamente se bajó a tropezones hacia el baño y fue intermitente no vomitar como cada mañana después de tener esos sueños tan raros y preocupantes.

¡Por los dioses si al menos fuera pesadillas! Bueno, en cierta parte la eran, pero no las que ella está a acostumbrada tener al principio donde veía destrucción, cadáveres, seres que nunca en su vida contempló, sino que ahora esas pesadillas eran...realmente extrañas y dolorosas. Tal vez por eso tenía ciertas marcas en el abdomen y en los muslos. Paso la mano por sus labios y luego, con lentitud, hacia su pecho.

El sonrojo le ganó nuevamente que no pudo controlar el deseo de romper algo, inmediatamente se acercó al espejo con la maldita esperanza de que Hades apareciera.

—No, ¿qué pensaría de mí si viera todo lo que he soñado en esta semana? — se talló el rostro—. Radamanthys no puede ayudarme, y Minos está muy ocupado con su hija. Ni que decir de Kerberos, sigue cuidando el primer templo.

Sabía que esos momentos turbios debía confesarlo a una mujer, pero no estaba Agasha para hablarlo lo que estaba pasándole porque si lo comentara con Pandora..., esa mujer no la quería ni verla en pintura, hasta la ignoraba cuando le pedía que la visitara a su recámara.

No obstante, los golpes en la puerta la hicieron desprenderse de pensar en esas pesadillas, se acercó y lentamente abrió solo para darse cuenta de que su doncella había llegado.

Por un momento quiso regañarla, pero al verla un poco pálida aguantó el escándalo.

—Lamento no venir ayer como me ordenó y no entregarle la medicina. —dijo Krista inclinándose.

—Sigo siendo Alhena, te dije que dejaras esa formalidad cuando estemos solas—se aclaró la garganta—. Igual ya no la necesito, parece que fue una falsa alarma, a todo esto ¿porque estás un poco agitada? Luces pálida.

—Tuve una mala noche con Gael. No dejaba de llorar.

—Bueno, si gustas puedes dármelo así descansas.

—No te preocupes, ya está durmiendo profundamente.

—Espero no te hayas atrevido hablarle a Hypnos, te dije que es peligroso tan igual como Thanatos—estiró la mano para acariciar ese caballero ondeado y oscuro—; a veces creo que estás triste por lo de Deuteros—ella asintió engullendo el nerviosismo, aunque sus ojos yacían cristalinos—. Tú y él eran tan bella pareja, Aspros decía que eras lo mejor que pudo llegar a sus vidas porque veía a su hermano sonreír con sinceridad.

—Y tu hacías sonreír al señor Aspros. Jamás había visto tanta dicha en su mirada, sé que estaba tan enamorado de ti.

—Si, me amaba tanto que lo encontré follando con la espectro de Hades.

—¿Qué?

—La noche del banquete, intenté estúpidamente entregarme a él, pero el muy hijo de puerca se cogió a Chris—caminó hacia el armario para buscar algo de ropa—. Deuteros, en cambio, era digno de ser todo un hombre, tú y él me causaban ternura.