Leader

VIII

—Un mes después—

Estaba girando en la silla del escritorio de Noah, esperando a que el muchacho regresara. Hacía una hora lo estaba esperando, y aún no habían señales de él.

Miró la foto que tenía sobre el escritorio, y suspiró. Noah debía dejar su pasado atrás, pero teniendo tan presente a Nina y Stephan en su vida actual, no lo lograría.

Abrió la puerta de su oficina, y se sorprendió de encontrar a Josh sentado en su asiento, girando.

—Josh.

—Hola —sonrió el castaño—. Al fin llegas, tu secretaria me dijo que tenías una demora, no imaginé que sería de una hora.

—Lo siento, yo sólo seguí tu consejo —le dijo cerrando la puerta de su despacho.

—¿Mi consejo? ¿Cuál? —Inquirió curioso.

—Salir con una mujer.

—¿En serio? ¡Eso es genial, Noah! Estás dando un paso muy grande en tu vida, te felicito.

—Gracias.

Josh lo observó detenidamente unos segundos, y suspiró, negando con la cabeza.

—Noah, verte es ver a un robot. No expresas emoción alguna.

—Morí por completo cuando murió hijo, Josh.

—¿Qué te causa ésta chica?

El moreno desvió la mirada, sintiéndose mal de responder eso.

—Preferiría no hablar de eso.

—¿Y por qué sales con ella, entonces? Entiendo que te sientas herido, entumecido, pero no hieras a nadie por eso.

—No lo haré —pronunció en un tono calmo.

***

Estaba bailando en su habitación, en ropa interior, mientras decidía que ponerse para aquella cena. Noah la había invitado a salir, primero al cine, y luego a cenar.

—¿Vestido o falda? —se inquirió mirando su armario.

Optó por un vestido negro, de corte recto, y se miró en el espejo del armario. A veces le gustaría ser una unidad sintética, de ese modo, podrían aumentar de forma natural sus pechos.

—¿Por qué no me heredaste tu genética, mamá? —bufó observando sus pequeños senos.

Había buscado imágenes de la mujer de Noah, y Nina realmente tenía un cuerpo hermoso. Y sabía que la ex mujer del líder había pasado más de una vez por el quirófano, pero eso no mitigaba su belleza natural.

Se sentó en la cama y observó su maquillaje. Si Noah quería salir con ella, no sería el reflejo de su ex mujer, tendría que aceptarla como era.

***

Ajustó el nudo de su corbata, y cambió las facciones de su rostro, por las de aquel muchacho que usaba cada vez que salía con Alenka.

Una imagen falsa, como el interés de él por ella.

—Sistema de seguridad activado —pronunció saliendo de la habitación—. Código de seguridad tres cuarenta cinco en función. Registro de actividad desde ahora en funcionamiento.

Salió de su casa, y se subió al auto, mientras puertas y ventanas se cerraban, y las cámaras de máxima resolución, se ponían en funcionamiento.

Noah vivía sólo, y una vez por semana, venía una muchacha a realizar la limpieza. Al usar solo la casa para dormir, no solía desacomodarse para nada.