XXXIII

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Lo observó llorar de esa manera tan desconsolada, y se sintió tan afligido por él. ¿Qué había tenido Noah Cocks en su vida? Le habían arrebatado sus padres, tres veces, le habían arrebatado su infancia, su adolescencia, su identidad.

Lo habían moldeado para ser el producto de alguien más, sin darle la oportunidad de formarse como persona.

Había sido utilizado tantas veces, y a la único persona que logró aferrarse por amor, la había perdido. Nina había sido su primera mujer, su primera experiencia en el amor, en una familia, en un hogar, y también la había perdido... Mucho antes de que muriera.

Le había prometido a Aiden y Ann que él lo cuidaría, porque en aquella reunión familiar en la que habían tenido, en la que todos se habían negado a continuar con una vida inmortal, Josh les había asegurado que estaría al lado de Noah siempre.

Acompañándolo, escuchándolo... Recordándole que a pesar de todo, no estaba sólo.

Y ahora, había perdido lo último que le daba esperanza.

—Noah, tranquilo —le dijo en un tono bajo, apretándole suavemente el hombro—. Todo mejorará, ya lo verás.

—¿Cómo van a mejorar? ¿Cómo puede mejorar, Josh? Perdí a mi hija —sollozó angustiado—. Se llevó a la bebé, ya no tengo más nada, ya no me importa nada.

—Ey, ella sólo necesita tiempo para pensar, para sanar. No es un adiós, no es para siempre, pero está muy dolida.

—Quiero a mi hija, yo también la necesito.

—¿Y entonces porqué permitiste que se la llevaran?

—Porque Alenka tiene razón, yo no merezco tener nada a mi lado... Todo lo destruyo —lloró amargamente—. Destruí a mi primera familia, y ahora a ella. Mi vida ha sido una mierda desde que elegí ser esto. Lo he hecho todo mal.

—Nada está perdido aún, Noah. Sólo debes darle tiempo ¿De acuerdo? Ella necesita pensar, sólo dale tiempo —pronunció en un tono calmo Josh.

***

Camino a paso lento por aquel apacible lugar, que transmitía tranquilidad pura. Y se acercó hacia el panteón de aquella familia que tan importante había sido para él.

—Como pasan los años, mi buen amigo. Estoy seguro que si tú estuvieras aquí, le aconsejarías mejor a tu hijo. Ya sabes, jamás fui el de los buenos consejos —sonrió suavemente—. Estos momentos son cuando Noah más los necesita. Tu hijo sigue teniendo alma de niño, Aiden, él está sufriendo mucho por consecuencia de sus actos —pronunció bajo, pensando en el muchacho—. Por cierto, no todo son malas noticias, has sido abuelo nuevamente, y ésta vez, de una preciosa niña, su nombre es Anika —sonrió—. Es una bebé preciosa, estoy seguro que a Ann y a ti les hubiera encantado conocerla.

Observó las imágenes de la pareja, y depositó dos flores blancas.

—No sé cómo funciona esto, pero si aún permanecen en alguna parte, denle fuerza a Noah, él los está necesitando mucho.

***

—Sí ma, estoy bien —pronunció en un tono cansado, hablando con su progenitora.

Estaba acostada en la cama, con Anika a su lado, a quien estaba amamantando mientras hablaba por celular.

—Me fui porque necesitaba escaparme de ese lugar, me sentía... Asfixiada. Cuando me sienta mejor, quizás vuelva a visitarlo, no lo sé —suspiró—. Ahora no quiero pensar en eso, sólo en mi hija y mi nuevo trabajo.

Miró a la bebé, quién al notar que su madre la observaba, le sonrió, acercando una de sus manitos para que la besara. A lo que Alenka correspondió, sonriendo suavemente.

—Dale un beso a papá de mi parte, los amo, adiós —le dijo cortando, dejando el celular sobre su mesa de noche.

Se acomodó mejor en la cama, y acarició suavemente el cabello de Anika, observando sus inocentes ojos azules, tan ajenos a tantos problemas y tristezas.

—Ojalá pudieras quedarte siempre chiquita, ser adulto es muy difícil —pronunció en un tono bajo, tomándola de la manito, acariciándola suavemente—. Te amo mucho, hija... Y todo lo que hago, es lo mejor para ambas.

***

Llevaba cuatro días en la misma habitación, sin salir de la cama. Lo único que hacía era dormir, despertarse por unos minutos, y volver a dormirse.

No atendía llamadas, su casa estaba con el sistema de máxima seguridad activo, por lo que puertas y ventanas estaban blindadas. Ni siquiera la luz del exterior podía entrar.

Estaba inmerso en una profunda oscuridad, en todo sentido. Había perdido las ganas completamente de todo, no había nada que lo motivara.

"Señor Noah Cocks, tiene una llamada entrante ¿Desea recibirla?"

Ignoró completamente la voz del sistema, permaneciendo aún con los ojos cerrados.

"Mensaje de voz entrante.

—Hola Noah, soy Ale —pronunció en un tono inseguro la mujer—. Éste es mi nuevo número."

Abrió sus ojos y miró con desdén a una de las paredes.

"—Cuando puedas, llámame.

Mensaje finalizado."

Respiró profundo y se giró en la cama. Ya no sabía cuántas horas había pasado en la misma posición. Su padre estaría muy decepcionado de él, si supiera en el estado en el que se encontraba... Tan deplorable.

—Llamar al último número —pronunció en un tono bajo, ronco, debido a la sequedad en su boca.

"—Noah, hola... Qué bueno que te hayas comunicado rápido."

—Sí ¿Cómo está Ani?

"—Ella está bien, extrañándote —reconoció en un tono bajo—. Es por eso que te llamaba, creo que necesita oírte."

—Lo que ella necesita es tener a su padre a su lado, cerca.

"—Noah."

—Con ésta decisión tuya, no sólo me hieres a mi, también a A-Ani —le dijo en un tono quebrado—. Entiendo que no quieras verme, que lo haya arruinado todo... Qué no creas que te quiera, pero no hacía falta que te fueras tan lejos... Qué te llevaras a mi hija —pronunció cediendo a las lágrimas—. Lo siento, Alenka, sé que todo lo que toco lo destruyo, pero siendo Nathan, en verdad te quise, no fingí nada. Y la veces que estuvimos juntos, fue sólo pensando en ti, porque me permití conocerte, quererte.

Respiró profundo, intentando controlar sus lágrimas.

—He tomado una decisión, que sé que será la mejor para todos, especialmente para Anika... Sé que hiciste bien en alejarla de mi —lloró amargamente—. La hubiese terminado dañando también, fallándole, como a mí hijo en el pasado."

...

Amores míos, lamento mucho no haber actualizado, sólo diré que no la estoy pasando bien. Les pido de todo corazón sus buenos deseos, vibras... Ustedes son luz para mí ❤️

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