Leader

XIX

La había estado esperando todo el día, y aunque estaba muy molesto cuando se había ido, con el correr de las horas sus ideas se aclararon.

Ella tenía razón al estar enojada, estaba actuando como un completo imbécil, y sólo porque también se sentía herido por lo que había hecho, por ocultarle su hija.

Escuchó la puerta de la sala abrirse, y rápidamente fue hacia ella, encontrándose con Alenka que traía a la niña dormida.

La joven madre dejó que tomara a la bebé, y se fue directo a la habitación. Realmente no tenía ganas de verlo, ni oírlo ni nada. Estaba cansada de él, como se había equivocado al creer que era un hombre correcto.

—Ale, quiero hablar contigo —le dijo entrando a la habitación.

—Yo no tengo ganas de escucharte, estoy cansada y quiero dormir —pronunció mientras tomaba unas mantas y una almohada.

—¿A dónde llevas eso?

—Al living, no pienso compartir una noche más la habitación contigo. Y ya hablé con mis abogados —le anunció pasando por su lado.

—¿Con tus abogados? ¿Para qué?

—Para buscar lo mejor para Anika. Mañana nos iremos de ésta casa, y cuando se determine la custodia, podrás llevártela.

—Espera Ale, no quiero hacer las cosas de este modo —le dijo arrepentido—. Lo siento, en serio lo hago. Estuve actuando mal, te lastimé con mis estupideces, pero te aseguro que no volverán a ocurrir. No volverás a ver a Malena en ésta casa, ni cerca de Anika. No hace falta que tú te vayas, lo haré yo.

—No viviré aquí, ésta es tu casa y no cambiaré de posición.

—Que peleemos tú y yo no es lo mejor para nuestra hija.

—¿Por qué no te vas a follar con tu novia y nos dejas en paz? Ya Noah, si lo que quieres es un hijo, ve y tenlos con ella, o adopten, y déjame vivir tranquila con mi hija. Cuando pida que los médicos te evalúen, créeme que no te encontrarán muy apto psicológicamente. Un hombre de tu edad ni debería actuar así. Y no eres un maldito adolescente ¡Llevas décadas viviendo como un adulto!

—Fui irracional, estoy arrepentido, sólo... No quiero perder a mi hija.

Negó con la cabeza y acomodó los almohoadones y las mantas, para acostarse.

—Ale, quiero tener una buena relación contigo, por nuestra hija.

—Yo no tengo ganas de hablar en éste momento contigo.

—Está bien, me iré, pero vuelve a la habitación, allí estarán más cómodas.

Ella no le respondió, sólo se acercó para tomar a su hija. No pensaba ceder, una semana había sido suficiente para saber qué no valía la pena.

***

Estaba acostado en su cama, mirando el techo, ignorando a la mujer que no paraba de llamarlo, porque sabía de quién se trataba, y no tenía ganas de escuchar sus reclamos.

No quería perder a su hija, sabía que Anika era muy pequeña y quién la tendría más tiempo sería Alenka, hasta que la niña fuera más grande.

Se pasó una mano por el rostro, hacia su cabello, sintiéndose tan estúpido ¿Qué demonios estaba haciendo? Malena le nublaba la razón cuando estaba con ella.

Le gustaba Malena, le gustaba más de lo que le hubiese gustado Alenka. Quizás porque la joven era más atenta, o simplemente muy buena en la cama.

—Imbécil —se dijo así mismo, cerrando los ojos.

Terminaría perdiendo a su hija, por la calentura del momento.

***

—Debes portarte bien hasta que mamá regrese, y te juro que no quiero dejarte hijita, pero no viviremos del aire —suspiró.

Anika pronto cumpliría los cuatro meses, y a Alenka se le comenzaban a terminar los ahorros. Debía conseguir un empleo cuanto antes. Sus últimas reservas se irían con los abogados.

La buena noticia es que tenía una entrevista de trabajo, el cual estaba segura que obtendría. La mala es que tendría que dejar a la niña en casa de sus padres, o en su defecto, con Noah.

Miró a su hija dormir, y sintió como su pecho se oprimía.

—Me muero si te llega a ocurrir algo mientras no estoy —murmuró afligida, tomando una de sus manitos—. Nadie va a cuidarte como yo, princesa.

La tomó en brazos y la acunó a su pecho, escuchándola respirar. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? Si tan sólo el padre de su hija fuera otro hombre, alguien que al menos la quisiera, sería más fácil todo.

Escuchó el timbre de la casa, y salió con la niña en brazos hacia la sala, para abrir la puerta, encontrándose con Noah.

—Debo salir por dos horas, y no puedo llevar a Anika conmigo ¿Podrás cuidarla?

—Por supuesto que sí —sonrió emocionado

Miró a su pequeña bebé, y la abrazó a ella, besándola.

—Te amo mucho, mucho, mamá no dejará de pensar en ti. Te estaré extrañando hasta que regrese. Te amo mi amor —le dijo sintiendo sus ojos aguarse—. Por favor cuídala —le pidió a Noah entregándosela.

—Por supuesto que lo haré, ve tranquila —sonrió.

***
—

Horas después—

Estaban los dos tomando un trago en un bar, bastante alejando de la ciudad. Al final Alenka había vuelto una hora antes de lo previsto, por lo que Noah no había pasado tanto tiempo a solas con su bebé como hubiese deseado.

Pero la joven madre le había dado su espacio, el tiempo que él se había quedado en la casa, para que pudiera disfrutarla.

Alenka no había querido contarle mucho, sólo le había dicho que había conseguido trabajo, y que él tendría que cuidar a la bebé las horas que no pudiera llevarla con ella.

—Oye, estás muy serio y pensativo, me recuerdas a tu padre —sonrió suavemente el castaño—. Aunque físicamente te pareces más a tu madre.

—Sólo... No sé que estoy haciendo, Josh.

—¿Con qué?

—Con mi situación actual. Me gusta Malena, pero creo que seguir con ella, sólo me alejará de mi hija.

—¿Qué te gusta de ese muchacha? ¿El cuerpo? Porque por lo que ha demostrado, no es muy lista —sonrió incómodo—. Y he salido con modelos con las cuales he tenido charlas muy interesante. Chicas de su edad que son más que un cuerpo bonito, ese tipo de personas que te entretiene de verdad. Con las cuales vale la pena pasar tiempo, porque tienen otro punto de vista de la vida. Pero tu novia... Es especial.

—Ella me hace sentir bien, sé que no es muy brillante, pero me hace sentir querido.

—Cualquiera que quiera tus millones te hará hasta sentir en el cielo —le dijo en un tono bajo—. No lo sé Noah, quizás no sea él más adecuado para aconsejarte. Pero si ella te hace sentir bien, intenta buscar un equilibrio para no perderla a ella o a tu hija.

...

No sé si habrá otro capítulo, ya es muy tarde jajaja 😅😅❤️💞