XIV

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No importaba si abría una red social, si prendía la televisión, o simplemente pasaba por un puesto de revistas. En todos lados se hablaba de la nueva novia de Noah Cocks.

Y la verdad, que ver las fotos de esa joven modelo, le causaba cierta incomodidad a Alenka. La joven madre se encontraba paseando en la ciudad de sus padres, buscando un empleo.

Su hija ya tenían tres meses, y Alenka había comprendido que no quería dejar el cuidado de la niña a cualquiera.

—Que porquería es ser una persona famosa, sale en las noticias hasta cuál es el calzón que usaste —bufó caminando por el centro de la ciudad, llevando a su hija en un coche para bebés.

Iba a pasar por alto una de las tantas tapas de revistas que habían en todos lados, pero llamó su atención el título "¿Será que Noah Cocks ha encontrado nuevamente el amor?"

Observó la foto de la tapa, y aparecía el líder de la nación de androides en una playa, sonriendo junto a una preciosa joven morena, que también reía mientras caminaban de la mano.

"Malena asegura que quiere pronto ser mamá, y que se encuentra muy enamorada de su novio. En su última entrevista, la joven modelo..."

Negó con la cabeza, y se alejó. Era inaudito ¿Esa era la mujer que había elegido Noah? Realmente ese hombre era un estúpido.

Miró a su pequeña que estaba curiosa mirando su manito, y sonrió con ternura. Al diablo lo que ese tipo hiciera con su vida, él ya no era parte de la suya.

—Muñeca hermosa ¿Qué te parece si regresamos a casa de los abuelos? Creo que ya está haciendo frío, y no quiero que te enfermes —sonrió acariciándole la mejilla.

***

—¡Mira ese amor! —chilló señalándole un vestido—. Ese creo que sería perfecto para la gala que tenemos el sábado.

—Pero eso mismo me dijiste por el vestido que te compré ayer.

—Es que al ver este, creo que el otro podría usarlo para otra ocasión. En serio me gusta éste —le dijo haciendo un mohín.

La miró a los ojos, y asintió con la cabeza, haciéndola reír.

—¡Gracias amor! —chilló colgándose de su cuello, antes de besarlo, de un modo muy sensual para estar en la calle—. Ésta noche te daré una deliciosa recompensa —sonrió traviesa, antes de entrar a la tienda.

Noah se pasó disimuladamente los dedos por labios, para limpiar cualquier resto de labial, y cuando estaba por entrar a la tienda también, una joven castaña llamó su atención.

Sí, hacía más de un año no la veía, y había cambiado el color de su cabello, pero definitivamente era ella. Miró la tienda, y vio que Malena estaba pidiendo ver varios vestidos, por lo que sabía que tenía varios minutos de sobra.

Se cruzó de calle, y cuando la joven lo notó, su expresión fue una de desconcierto, temor.

—Ale, hacía mucho tiempo no te veía ¿Vives aquí? —sonrió.

—No, yo... Sólo estaba visitando a mis padres.

—Que bueno. Oye, sé que es muy tarde ya, pero lamento lo que ocurrió. No sé cuáles fueron tus motivos reales para renunciar, pero sabes que puedes volver cuando lo desees. Te tengo un gran aprecio.

Una sonrisa cínica se formó en los labios de la joven madre.

—Claro, que gusto haberte vuelto a ver, Noah.

Ella se giró para tomar el coche del bebé que estaba detrás suyo, y fue entonces que el moreno lo notó.

—¿Tuviste un bebé?

—S-Sí. Debo volver a casa de mis padres, es muy tarde —le dijo en un tono nervioso.

—¿Quieres que te lleve? No me molestaría hacerlo.

—No, gracias, estoy cerca.

—De acuerdo —sonrió, intentando inclinarse para ver al bebé.

Alenka se puso en frente de él, sabiendo que quedaría como una completa grosera, pero no le importó.

—Lo siento, pero es muy pequeña, y... Temo que se contagie de algo.

—No te preocupes, yo no transmito enfermedades, ni me enfermo. Y por lo que me has dicho, es una niña ¿Podría verla? Me encantan los bebés.

—Y-Yo-

La pequeña comenzó a llorar, y Alenka no le quedó más que girarse y tomarla en brazos. Anika no dejaba de llorar hasta que su madre la tomaba. Siempre que se despertaba era así.

—Tienes razón, es muy pequeñita —sonrió enternecido, al ver como la niña se acurrucaba como una ranita contra el cuerpo de su madre.

—Sí.

Noah tomó la manta, y ayudó a Alenka a cubrirla.

—Felicidades, estás en la mejor etapa de tu vida. Disfrútala, porque crecen muy rápido —le dijo en un tono suave, acariciando la espalda de la pequeña—. ¿Segura no quieres que te lleve a casa de tus padres? Sólo me tomará unos minutos, y tú ni ella correrán riesgo de enfermarse.

—Tomaré un taxi, gracias por todo Noah.

—Ten presente lo que dije.

—Sí, lo evaluaré, adiós —le dijo marchándose rápidamente, llevando el coche con su mano libre.

¿No se suponía que estaba en una maldita playa? ¿Qué demonios estaba haciendo allí? Agradecía profundamente que él no hubiera visto el rostro de la niña, o le preguntara la edad.

Aunque dudaba que el moreno tuviera en cuenta el tiempo que había pasado desde que habían estado juntos. Ni siquiera lo había dudado, él lo tomó como algo normal saber que tenía una hija ella.

Respiró aliviada al estar a varias cuadras de distancia, y miró a su hija, quién estaba con sus grandes ojos azules abiertos, mirando los puntitos de la camiseta de ella.

—Volvamos a casa, bebé —suspiró.

***

Sonrió traviesa, saliendo en ropa interior del baño, mirando a su pareja en la cama.

—¿Te gusta éste conjunto? Lo compré pensando en ti —le dijo en un tono juguetón, acercándose a él.

Él sonrió y la tomó de la cintura, acariciado suavemente su piel de arriba abajo.

—Male, esa entrevista que diste la semana pasada ¿Era cierta? ¿En verdad quieres un hijo?

Sonrió y se inclinó hacia él, para besarlo, devorando su boca, echándolo hacia atrás para subirse encima, sentándose sobre su entrepierna.

—Claro que me encantaría tener un hijo tuyo, Noah.

...

En serio amores uwu ¿Cuántas actualizaciones más esperan en un día? Jajajaja ❤️❤️ creo que con esta ya estamos ¿No? 🙊

LeaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora