Capítulo 1

10.6K 434 120
                                    

Me aferro tan fuertemente al carrito que casi no noto las manos. No es la primera vez que paso por el muro del andén 9 y 3/4, pero aun así, estoy nerviosa. Decidida, comienzo a coger carrerilla para lanzarme a toda velocidad hacia la dura pared del muro. En el preciso momento en el que toco la piedra, una sensación familiar me embarga. Es como pasar a través de una nube.

Al abrir los ojos me encuentro en la concurrida estación de King Cross. El Expreso de Hogwarts se alza imponente ante mí, con su color rojo tan característico y todavía echando humo. Encontrarme aquí de nuevo me produce un sentimiento de felicidad desmesurado. ¡Vuelvo a Hogwarts!

Antes de entrar en la estación, me he despedido de mis padres. Ellos son muggles, por tanto no se les permite entrar aquí. Les voy a echar de menos, de eso estoy segura, pero por nada del mundo renunciaría a volver al colegio. Allí es donde he pasado los momentos más felices de mi vida, donde he conocido a mis mejores amigos, donde está la gente como yo. Hogwarts es mi hogar.

Empujo el carrito por la estación mientras miro a todas partes intentando reconocer a alguien, hasta que le veo. Allí está Harry, Harry Potter, uno de mis mejores amigos. En cuanto nos vemos dejamos lo que estábamos haciendo para ir a abrazarnos. Es un abrazo corto, pero reconfortante, que me hace olvidar en un momento lo largas que se me han hecho las vacaciones.

- ¡Cuánto me alegro de verte, Harry! ¿Qué tal el verano? - le pregunto emocionada.

- Nada del otro mundo. La verdad es que cada año son peores, pero no me quejo.

Los veranos nunca han sido algo que celebrar para Harry. El pobre tiene que pasarlo en casa de sus tíos muggles, los cuales odian la magia y a su sobrino a partes iguales. Y eso por no hablar de su primo. Dudley Dursley es más parecido a un gorila que a un ser humano. Por lo que nos suele contar mi amigo, es una de esas personas no muy dotadas de inteligencia que utilizan sus pocas neuronas para ir pegando e intimidando a la gente de su alrededor. Harry es bastante delgado y endeble, tiene el curriculum perfecto para ser la víctima de su primo, así que vivir con él es todo un incordio.

Poco después de nuestro reencuentro, los dos nos giramos al oír nuestros nombres. Ahí está Hermione, que acaba de entrar en la estación tirando de su carrito. Los tres nos fundimos en un abrazo grupal a modo de saludo.

- ¡Cuánto os he echado de menos, chicos! ¡Hacía tanto que no os veía! - dice ella, las lágrimas amenazan con escapar. Siempre ha sido muy sensible.

- ¡Ay, Herm, lo que he sufrido sin ti! - digo yo volviéndola a abrazar.

Los tres echamos a andar mientras nos preguntamos por nuestro verano. Es reconfortante volver a estar con mis amigos magos y poder hablar libremente de hechizos y transformaciones sin miedo a decir algo indevido.

- Mirad, ahí está la familia Weasley al completo - Harry señala justo detrás de mí.

Un grupo numeroso de cabelleras pelirrojas se acerca hacia nosotros. Los tres corremos a su encuentro repitiendo el proceso de abrazos con todos los miembros de la familia. Ginny es la última para mí, pero no por ello menos importante. Las dos casi nos asfixiamos mutuamente. ¡La he echado tanto de menos!

Ginny es mi mejor amiga con diferencia. Fue ella quién me ayudó a pasar por el andén 9 y 3/4 la primera vez, a pesar de que ni siquiera iba a Hogwarts ese año, pero conocía el proceso gracias a la gran lista de hermanos que tiene y que han estudiado allí. Gin es un año menor que yo, pero aun así es la persona a la cual le confío todo, encajamos a la perfección. Con Hermione, sin embargo, es distinto. Llevo con ella desde mi primer viaje en el tren rojo y aunque nuestra relación dista mucho de ser mala, no es la primera persona a la que recurro cuando me pasa algo. De todas formas, las tres formamos un gran equipo.

Lo que no sabes de mí (Draco Malfoy) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora