Capítulo 9

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En cuanto entramos en el Cabeza de Puerco, un hedor pestilente, como a podredumbre, me golpea. La estancia rebosa humedad y está sucia por prácticamente todos los sitios. Ya hay algunos chicos de Hogwarts riendo junto a los gemelos, como Terry Boot, Zacharías Smith o Michael Corner, pero también me doy cuenta de que no somos los únicos clientes del pub. En un de las esquinas, una especie de anciana ataviada con una túnica negra a modo de capucha observa la escena. Hay también otros individuos raros en una mesa, charlando acaloradamente, aunque dudo que se hayan percatado de nuestra presencia.

Pronto vienen Ron, Dean y Neville que se sientan a nuestro lado después de pedir tres cervezas de mantequilla al desagradable camarero. Las botellitas de cristal están tan sucias como el resto del bar por lo que los tres chicos no se molestan ni en abrirlas.

- ¿Dónde está Harry? - me pregunta el pelirrojo mientras más gente conocida entra en el bar.

- Si no lo sabes tú... supongo que con Cho.

- Sí, seguramente. ¿Qué tal con la búsqueda de tu vestido?

- No ha ido mal ¿Tú que has hecho?

- Hemos estado en Zonko y viendo escobas. Ah, y también hemos estado intentando convencer a Seamus de que venga, le tenemos casi ganado.

En ese momento Harry y Cho entran por la mugrosa puerta bajo la atenta mirada de todos. Ambos tienen una sonrisa en la cara, aunque parece que les incomoda la situación. De reojo veo cómo Ginny se tensa e intenta controlar sus celos.

Cho se va al lado de Luna, mientras que Harry se sienta a nuestra vera, en medio de todos. No nos hace falta esperar mucho tiempo para que lleguen los restantes participantes del grupo. Cuando ya estamos seguros de que no falta nadie más, Harry comienza a hablar:

- Bueno, como todos sabréis, os hemos reunido porque queremos que se aprenda Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts. Ya que la profesora Umbridge no tiene intención de hacer su trabajo, hemos pensado que quizá yo podría enseñaros algo de lo que sé.

Se oyen murmullos entre la gente los cuales disminuyen cuando un chico de Ravenclaw pregunta.

- ¿Es verdad que el año pasado te enfrentaste a Quien-tú-ya-sabes?

El azabache duda y nos mira antes de contestar.

- Sí, es verdad.

- También se enfrentó a él en primero, evitando que se apoderara de la Piedra Filosofal - dice Hermione, dejando con la boca abierta a los oyentes.

- Y en segundo luchó contra el basilisco de la Cámara de los Secretos - añade Ron.

Todo el mundo comienza a preguntar un montón de cosas a Harry y entre sí. El caos se hace más fuerte mezclado con exclamaciones de sorpresa y alabanzas al chico.

- ¡Os equivocáis! Todas las veces conté con ayuda y tuve mucha suerte. Sin ellos - con un mano nos señala a Hermione, a Ron, a Ginny y a mí - estaría muerto.

- No seas tan humilde, Harry - digo - Siempre eras tú el héroe de la historia.

La gente se caya y todo el mundo se centra en la voz de Zacharías Smith.

- Rita Skeeter dice que mientes, que el-que-no-debe-ser-nombrado no ha vuelto y que tú estás loco. ¿Qué pretendes enseñarnos?

Esta vez la gente opta por gritar más alto cada vez, defendiendo lo que dice Smith, aunque no todos, obviamente. Nosotros intentamos calmarlos, pero en vano. El camarero mira al grupo con cara de pocos amigos y se mete dentro de una raída puerta abandonando su puesto detrás de la barra con un portazo.

Lo que no sabes de mí (Draco Malfoy) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora