Nathalie Stanford es una estudiante de 5° curso del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Gryffindor por naturaleza. ¿Quién diría que una sangre sucia pudiera convertirse en el primer amor de Draco Malfoy?
Casi todos los personajes excepto la prot...
La clase del ED ha sido de lo más divertida. Antes de empezar, Harry nos ha regalado un pequeño discurso dándonos las gracias por seguir con él a pesar de que lo que estamos haciendo es bastante peligroso. Esta vez, para ser más discretos, hemos tenido que ir de uno en uno. Nos ha pedido que tuviéramos mucho cuidado de que nadie nos siguiera, por eso he estado mirando en cada pasillo para estar segura. Es un poco pesado, pero así evitamos desastres. Después de asegurarme bien de que no había nadie detrás de mí, solo he tenido que pasar tres veces por delante de la Sala de los Menesteres concentrándome muy bien en ella y en lo que quería encontrar dentro. Cada vez me resulta más fácil.
Ya en clase hemos repasado de nuevo el encantamiento de desarme y después el azabache nos ha enseñado algunos trucos facilitos como el Confundus, Desmaius o Petrificus Totalus. Ha sido bastante fácil realizarlos a la perfección, muchos han protestado diciendo que esos hechizos eran demasiado sencillos y que necesitamos entrar ya con otro tipo de encantamientos, pero Harry quiere estar seguro de que todo el mundo sabe hacerlos perfectamente antes de empezar con la artillería pesada.
El que más problemas ha tenido es Neville, aunque después de intentarlo durante toda la clase, ha conseguido petrificar a Luna casi sin esfuerzo.
Ginny y yo bajamos intentando no hacer ruido por los pasillos. Es bastante tarde y podemos ganarnos un buen castigo de parte de Filch si nos ve. Afortunadamente, hoy tienen guardia Ron y Hermione, por lo que no se le verá tanto como de costumbre.
Las dos acabamos los deberes que nos han quedado del finde y nos vamos a dormir en seguida.
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Las semanas en Hogwarts van de maravilla. De momento no me he ganado ningún otro castigo y estoy sacando bastantes buenas notas. Los días se me pasan rápido y no puedo esperar para volver a ver a mis padres en Navidad. Estaré con ellos en Nochebuena, pero me dejan ir a pasar el año nuevo a la Madrigera. Todavía queda tiempo para eso, así que intento no pensarlo mucho.
Las clases del ED cada vez son más productivas. Harry nos ha estado enseñando un montón de nuevos conjuros. De verdad que no sabía la práctica que tiene este chico, se ve que los años de aventuras le enseñan mucho más que las propias clases.
Con el rubio las cosas son distintas. Me gusta estar con él. Desde que dejamos claro lo de nuestra "amistad camuflada", me siento mucho mejor. Es como algo que solo supiésemos nosotros dos. Un secreto que compartimos y que se transforma en rivalidad a ojos de la gente.
- Ver al Grimm en las tazas es mejor que verte a ti en el comedor - le dije un día que nuestro grupo se peleaba con el suyo antes de una clase.
Todos los leones empezaron a reírse y juraría que también percibí una sonrisa en él cuando se dio la vuelta.
Ahora lee más que nunca. Varias veces nos hemos encontrado en la biblioteca y ha venido corriendo a mí para pedirme consejo sobre qué leer, es un caso. Reconozco que igual nuestras conversaciones furtivas allí son una buena excusa para visitar la sala más veces de las necesarias.
