Nathalie Stanford es una estudiante de 5° curso del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Gryffindor por naturaleza. ¿Quién diría que una sangre sucia pudiera convertirse en el primer amor de Draco Malfoy?
Casi todos los personajes excepto la prot...
Qué difícil ser uno mismo entre gente que no es como tú, qué difícil desahogarse, qué difícil distinguir lo que está bien y mal, qué difícil no tener miedo de decir lo primero que se te pasa por la cabeza, no tener que mentir.
Qué difícil sentirte a gusto, dejar de pensar en los problemas, evadirse, disfrutar, pensar diferente... Qué difícil la vida.
Y qué fácil con ella.
Qué fácil es pasarse horas y horas sin mirar el reloj, sin importar el tiempo. Qué fácil reír, escuchar y ser escuchado. Qué fácil aprender, tocar y descubrir, experimentar. Fácil arriesgarse, dar sentido a todo aquello que no lo tiene, sentir, escapar, probar... Con ella todo fluye.
Todavía no me he dado cuenta de lo mucho que ha hecho en mí. De cómo, sin apenas intentarlo, ha logrado hacerme sentir distinto. Nunca me había sentido tan bien con una chica sin necesidad de hacer nada. Con Nat no es necesario, eso es exactamente lo que la hace diferente.
Y cada vez que pienso en que la estoy mintiendo, me siento peor. Por no tener el valor suficiente de decirle todo a la cara, de que entienda qué es esto y lo que significa para mí. No son pocas las veces en las que he pensado qué puede pasar si, por algún casual, ella se entera de todo lo que soy.
Quiero decírselo, lo necesito, pero tengo miedo de que se vaya. O de que esto pueda afectarla. Lo que menos me apetece es que por mi culpa pueda pasarle algo y meterla en esto sería demasiado injusto.
Una vez más, metido de lleno en mi soledad, no puedo evitar pensar en ello, porque después de hoy, tengo muy claro que Nat no es como las demás. Pensaba que ella era igual que todas, pero la noche de hoy, por alguna razón, me ha hecho ver que ella tiene algo que no tiene nadie más. Algo que nos conecta, algo que hace que su nombre, o su simple recuerdo, provoque en mí un sentimiento tan indescriptible que ni con todos los libros que he leído podría llegar a definir.
Es la primera persona con la que no me da miedo hablar de mi pasado, con la que siento que podría charlar de cualquier cosa. Y la que, a pesar del poco tiempo, mejor me conoce.
No sé, supongo que soy afortunado, no todo el mundo encuentra a la persona que puede hacerte dejar lo malo a un lado, con la que conectar no solo de una manera carnal.
¿Quién me hubiera dicho a mí que llegaría a estar así y que fuera precisamente ella la causante? Yo, que creía tenerlo todo claro, mis principios, mis ideas, llegué a no creer en nada más que en su sonrisa. No es quién creas que podría ocurrir, no es con quién la gente piense que estarías bien, es con quien puedas ser, con quien sientas que hay otro tipo de magia posible. Cuando hablo de ella, se me van las dudas.
Oh, permitidme ser empalagoso de vez cuando, estoy tan cansado de ser cínico...
Pensando en Nat, mientras estoy en mi cuarto asfixiado por un calor fuerte en el pecho, siento que cada día la quiero un poco más.
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