Capítulo 17

3.1K 206 112
                                    

¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cómo puedo engañarla para que me de lo que necesito de ella? Vale, sí, tenemos confianza, pero estoy seguro de que eso no se lo dirá a cualquiera así como así.

De momento, las veces que les hemos seguido no han dado ningún resultado. Cada día tienen más cuidado y van más preparados, a veces de dos en dos, a veces por atajos a los que nos es imposible acceder o a veces lanzando maldiciones de desarme en cada ocasión que se encuentran. Al parecer, Potter debe de esconder algo muy gordo si se está tomando todas esas precauciones. Seguro que es algo que a Él le encantaría saber.

Además, lo que quiera que se traen entre manos debe ser algo exclusivo para los alumnos, pues, según el testimonio de Snape, en la Orden no se ha mencionado el tema siquiera.

- Ey, Draco - Zabini me ve de lejos por el pasillo y se acerca a mí con prisas - Tengo algo de información

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Ey, Draco - Zabini me ve de lejos por el pasillo y se acerca a mí con prisas - Tengo algo de información.

- Ya echaba de menos los chivatazos de tus pajaritos, Blaise. ¿De qué se trata esta vez?

- Me ha llegado la noticia de que el grupo de Potter piensa hacer hoy una de sus reuniones y he pensado que podrías sacarle la información a tu sangre sucia indirectamente.

Usa tanto esa palabra que estoy seguro de que si la buscas en el diccionario sale su nombre como creador. Vale, sí, cualquiera podría haber dicho lo mismo de mí no hace mucho, pero ahora hace tanto que no la pronunciaba que al oírla me parece muy ajena a mí.

- Ni siquiera ella es tan tonta como para dejarse engañar tan fácilmente.

- ¿Estás seguro? De momento parece haberse tragado vuestra amistad. De todas formas, no pierdes nada por intentarlo. ¿No nos toca ahora Pociones?

- Desgraciadamente, sí.

- Pues ya sabes, campeón, a por todas.

Ya es casi Navidad y mientras nos acercamos a la clase cerca de las mazmorras, me topo con un montón de adornos de la fiesta. Con tanta mierda cursi por aquí no sé si es mejor quedarme en el colegio o volver a casa, aunque tampoco tengo alternativa.

Ya hay gente sentada en los pupitres cuando pasamos por la puerta de metal que permite la entrada a la sala. Ella ya está ahí, ocupando la silla al lado de la mía y me sonríe como si hubieran pasado meses desde la última vez que nos vimos.

- Veo que alguien se ha levantado con buen pie.

- Se podría decir que sí - contesta.

Aún no ha llegado el resto de la clase, y como nadie nos presta atención, aprovecho el momento para comprobar de mi mano si es verdad lo que decía Zabini.

- Oye, ya casi he acabado el libro, así que, ¿Te parece bien ir esta tarde a la biblioteca para ayudarme con otro?

- Hoy no puedo - no ha tenido ni tiempo de pensar una escusa.

Lo que no sabes de mí (Draco Malfoy) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora