Sentimientos encontrados

Capitulo 34: Se adelanta.

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Hola hola! Os traigo otro cap señoras y señores! =) espero que os guste... cuando lo leaís muchos pensareis... ¿Otra vez así estos dos? Pero... TRANQUILOS! Que todo tiene su porque, confiar en mi.

Mañana nos vemos con otro cap! =) Espero que os guste. Como siempre votad y comentar! :D 

Este capitulo se lo dedico hoy a Kim_Diaz por a verse molestado en leer mi obra, comentarla y aconsejarme, a pesar de estar ocupada escribiendo la suya.. la cual o las cuales :D os recomiendo que leaís!

Besitos a todos! Y no me mateis..... ;)

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P.O.V Lara

Estaba en el parque de atracciones con Raúl, no es que me gustará mucho subirme en aquellas atracciones que daban vueltas y vueltas provocando que mi estomago se revolviera, pero con tal de ver a Raúl feliz, era capaz de cualquier cosa.

-Princesa, ¿Estás bien?.- Me pregunto Raúl, después de bajar de la lanzadera.

-Eh.....- Dije respirando hondo.- Si...- Dije poco segura.

-No, no estás bien jajajaja. Venga vámonos, creo que por hoy ha sido suficiente.- Dijo riéndose.

Desde la boda de mis padres, habían pasado ya cuatro meses desde la boda de mis padres, que fue a finales de Marzo. Mi madre estaba ya de ocho meses, con una barriga considerable, pero tremendamente feliz.

Cuando llegamos a casa cenamos con ellos, y en medio de la cena mi madre se llevo la mano a la barriga.

-Auch..- Dijo mi madre.

-Mami, ¿Estás bien?.- Pregunto Sofía.

-Si cariño, solo ha sido un pequeño dolor sin importancia.- Contestó, pero al rato volvió a hacer lo mismo.

Preocupados ya por tantos dolores, nos pusimos en marcha para llevarla al hospital, cogieron la ya preparada maleta para el bebe, por si había alguna complicación. Pero justo cuando se levanto para irse, de su entrepierna salió un liquido, como si se hiciera pipi encima.

-Chicos.... he roto aguas.- Dijo contenta entre dolores.

Daniel se fue con mi madre al hospital, y nosotros fuimos en el coche de Raúl, más despacio, pues llevábamos a nuestros hermanos con nosotros.

Tras 6 horas por fin, mi hermanita Andrea nació. Era tan bonita, la cogí con mucho cuidado, ella succionaba su chupete, contenta, ajena al momento que todos estábamos viviendo.

Cuando la cogió Raúl se me caía la baba al verle, jugar con ella, la muy pelleja sonreía con Raúl, más que con ninguno, reía cuando le hacía alguna tontería y muchas veces se quedaba dormida en sus brazos. Ahí me di cuenta de que si alguna vez Raúl y yo teníamos un bebe, iba a ser un gran padre y además, nunca había estado más segura de lo que ahora pensaba: Quiero que sea el padre d mis hijos.

Andrea tuvo que quedarse una semana ingresada, debido a que se había adelantado un mes, pero enseguida la dieron el alta, estaba sana y fuerte.

Cuando llego a casa no la faltaron los mimos de ninguno, sobretodo de Raúl, era increíble la conexión que había entre ellos dos y a mi lógicamente se me caía la baba. En más de una ocasión tras volver de las clases, me había encontrado a Raúl dormido en el sofá, con Andrea encima durmiendo plácidamente. Me daba envidia sana verles así.