Sentimientos encontrados

Capitulo 42 : Mal carácter y algo más.

********************

Por fin vierneeeeees! Aqui os dejo un nuevo cap con sorpresas! :D Espero que os guste, como siempre agradeceros vuestros comentarios y votos!

El capitulo de hoy, va dedicado a una de mis escritoras favoritas, que ha empleado su tiempo libre, en leer y comentar mi historia! Majoperez! :D

Como siempre comentar y votar... siento dejaros con la intriga... mañana sabreis que pasa! :D

********************

Había pasado ya desde todo aquello, dos meses. Lo que significaba que para mi boda iba quedando menos, concretamente un mes. Estaba en Junio, época de exámenes, con una boda casi inminente. Estudiaba todo lo que podía, las pruebas del vestido iban bien, pero los invitados me daban guerra.

Espere estudiando a Raúl, que últimamente tenía mucho trabajo el pobre. A las ocho de la noche llego Raúl, cansado, se quito la ropa, se puso algo cómodo y se sentó a mi lado.

-¿Cómo lo llevas princesa?.- Dijo dándome besos en el hombro.

-Bien.- Conteste girándome hacía él.- Tengo que hablar contigo, sobre los invitados.-

-Ok, ¿Algún problema?.- Dijo moviendo mi silla, dejándome enfrente de él.

-Pues sí, la verdad. Tus primos insisten en venir.- Dije poniendo mueca de asco.

-Pues que vengan princesa, ¿Qué más da?.- Dijo él, besándome esta vez en los labios.

-¿Cómo "qué más da"..?.- Pregunte indignada.

-Princesa, me da igual que vengan. Va a ser el día más bonito de mi vida, y nadie va a poder fastidiármelo. Me da igual que vengan.

-Pues a mí no me da igual que venga tu prima, la que se tira a tu cuello porque está profundamente enamorada de ti. O tu el baboso de tu primo..- Dije enfadada, separándome de él.

-Lara, escucha, me da igual, me la bufa si vienen o no. Estoy cansado, y no me apetece seguir discutiendo contigo. Vengo a casa con ganas de estar contigo, y me sacas las uñas por qué no quieres que vengan mis primos, ¿Qué les explico a mis tíos?.

-Vale. Pues perdón eh, por preocuparme por qué el día de mi boda sea perfecto, y por querer que nada ni nadie empañe mi felicidad ese día.- Dije enfadada

-Voy a comer algo...- Me dijo y se fue.

Al rato de bajar el baje yo, con un cabreo monumental. Me senté en el sofá mientras hacían la cena, Raúl estaba jugando con Andrea, de vez en cuando me miraba, pero yo retiraba la mirada enfadada.

Cuando fuimos a cenar, cenamos tranquilamente. De vez en cuando Raúl acariciaba mi pierna, pero yo hacía como si no pasara nada, aunque mi piel se erizaba, delatándome.

Estaba cenando melón, que por alguna extraña razón me apetecía muchísimo, cuando mi madre saco el tema de la boda.