Capitulo 47 : La vecina.

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Hola holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Aqui os traigo el cap 47.. si ya se.. me vais a mantar :D pero tenia que hacerlo... Raúl tambien tiene que sentir un poquito lo que son los celos de tu pareja.. jijijij No os adelanto mas..

Tener piedad conmigo :)

Como siempre votar, comentar y por favor, queridos fans anonimos, que no dejaís comentarios, ni os haceis mis fans,,, comentarme! Lo que seaaaaaaa! Decirme vuestra opinion ju :(

Cuando termine de subir esta primera parte de la historia, subire la segund ok?? =D jejeje

Besitos y graaaaaacias! 

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Estaba ya de unos cinco meses, mi barriga era más grande de lo normal, para estar de solo cinco meses, decían que parecía una barriga de ocho.

Me cansaba mucho, los dolores de espalda ya iban apareciendo, y mis cambios de humor eran horrorosos, ¡Por no hablar de los antojos!. Recuerdo un noche, que se me antojó un helado de fresa, desperté a Raúl por la noche y el pobre, se levantó aun siendo las cuatro de la mañana, para ir a comprar un helado de fresa a la gasolinera. Luego le recompense.

Estábamos en el jardín, haciendo el tonto, hablando de poner una piscina, cuando llamaron al timbre; Raúl se levanto para ir, aun que yo fui detrás después.

Cuando llegue, vi a una estupenda chica, delgada, rubia, ojos azules, realmente atractiva, y aun Raúl nervioso.

-¿Raúl, no te acuerdas de mí?.- Dijo la vecina coqueteando, mientras yo escondida lo escuchaba todo.

-Eh.. pues no.- Dijo nervioso.

-Soy Samanta, tu vecina de toda la vida.- Dijo ella con el mismo tono coqueto.

-Ah sí, ya recuerdo, ¿Que tal tus padres?.- Dijo él.

-Bien. Veo que el paso del tiempo te ha sentado muy bien.- Dijo ella. En ese momento tenía tantos celos, que salí de allí para que me viera.

-¿Cariño, quien es?.- Dije acercándome a Raúl.

-Nuestra vecina.- Dijo el sin más. << Dirás la guarra de tu vecina de toda la vida, pensé >>.

-Hola, encantada. Soy Lara, la mujer de Raúl. ¿Podemos ayudarte en algo?.- Le dije, mirándola seria.

-No, solo venía a saludar a Raúl, pero ya me voy. Nos vemos vecino.- Dijo guiñándole un ojo y se fue.

Cerré la puerta de un portazo y me senté en el sofá.

-¿Qué fue eso?.- Pregunto Raúl.

-Nada, no fue nada.- Conteste secamente.

-Estas celosa.- Dijo divertido.-

-Sí, ¿algún problema?.- Dije secamente.

-¿Por qué estas enfadada? ¿Qué he hecho?.- Dijo el sentándose a mi lado, y cogiendo mi mano.

-Pasa que no es la vecina, es la guarra de tu vecina de toda la vida, Samanta para los amigos.- Dije mirándole enfadada.

-¿Estabas espiando?.- Dijo el enfadado.

-Sí, y si no llego a hacerlo, no me habría enterado de que esa zorra es de todo menos vecina.

-¿Que insinúas?.- Dijo levantándose enfadado.

-No insinuó, afirmo. Pongo mi mano en el fuego y no me quemo, de que tuviste algo con ella, si no, no te habrías puesto tan nervioso. Afirmo que a esa chica le gustas por su tono de zorrita en celo y su "adiós vecino".- Dije poniéndome de pie yo también.

-Escuchar a escondidas es de mala educación.- Dijo enfadado.

-Ah.. así que con lo único que te quedas es con que os he escuchado hablar, y no con que si no llego a aparecer, se te hubiera tirado al cuello como buena zorra que es.

-Lara...- Dijo intentando calmarme, cogiendo mi brazo.-

-Déjame en paz.- Dije soltándome de su agarre, y subiendo las escaleras todo lo rápido que podía.

Me tumbe en mi cama, y me desahogue y llore hasta quedarme dormida.

P.O.V Raúl

No entendía nada de lo que había pasado, solo había hablado con mi vecina, si es cierto que me puse nervioso, pero no por lo que ella piensa, si no porque sabía que si una chica así, llamaba a mi puerta, Lara, como toda mujer, se pondría celosa. Pero no la vi capaz de espiar y oír mi conversación con ella.

Claro que note que Samanta coqueteaba conmigo, pero en ningún momento iba a dejar que se tirara a mi cuello ni intentara nada conmigo.

Intente calamar a Lara, pero se soltó de mi brazo y salió corriendo hacia nuestra habitación. Por una parte estaba enfadado porque me hubiera espiado, pero también la entendía.

Subí a nuestra habitación cuando pensé que ya estaría calmada, y me le encontré dormida, con la nariz roja, miles de clínex en la mesilla de noche y abrazada a mi almohada.

Salí de mi habitación y me fui hacia la que fue, durante mucho tiempo, mi habitación. Estaba vacía y sin muebles, ni camas, ni posters. Recordé todo lo vivido allí, me asome a la ventana y vi a Samanta asomándose también, sonrió picara, se metió para dentro, mire hacía mi jardín, horas antes me encontraba allí jugueteando con Lara. Hoy que alguien silbaba y era Samanta, ahora en ropa interior, haciéndome un gesto con el dedo para que fuera a su casa, como alguna vez hice de adolescente. Le hice un gesto de negación, que no le sentó nada bien, y me senté en el suelo de la habitación.

Totalmente absorbido por mis pensamientos, ni si quiera oí que Lara se acercaba, buscándome por toda la casa. Cuando levante la vista, la vi allí con los ojos rojos, llenos de lágrimas.

-Déjame adivinar... no me encontrabas y pensaste que estaba en casa de la vecina.- Dije adivinando el por qué de sus lágrimas.

-Yo.. yo...- Dijo intentando hablar.- Lo siento.- Agacho la cabeza y se dio la vuelta. Volví a enfadarme con ella, porque no confiara en mi, por el amor de dios, ya no era un adolescente loco, ahora era un hombre, adulto, casado, felizmente casado, y terriblemente enamorado de mi preciosa esposa.

Intente dormir en el sofá, pero me era imposible dormir lejos de ella. Cuando llegue, se hizo la dormida, sabía que estaba despierta, por que movía la mano nerviosa. Me tumbe de espaldas a ella y no la abrace, aunque me estaba costando horrores hacerlo.

Sentí como se daba la vuelta, supongo, extrañada por qué no la abrazara. La oí llorar y sentí como se abrazaba a mí.

P.O.V Lara

En el desayuno ninguno de los dos hablo. Era un silencio incomodo entre los dos, terminamos de desayunar y subió a vestirse. Bajo con ropa de deporte.. Cosa que me extraño, yo seguí bebiendo mi desayuno con tranquilidad. Me levante a llevar el desayuno a la pila cuando el hablo:

-Oyes, me voy a correr un rato. He quedado con Samanta, quiere que le entrene. ¿Vale?.

Al oirle " he quedado con Samanta", se me callo el vaso al suelo, ensuciándolo todo.

-¿Estás bien Lara?.- dijo preocupado mirando por todas las partes de mi cuerpo mi cuerpo.

-Ssss... Si. Estoy bien. Solo se me resbalado. Lo... Lo siento.-Contesté como pude mientras pensaba. ¿cómo era posible que se hubiese olvidado de que hoy íbamos al ginecólogo, donde ya por fin, podríamos saber el sexo del bebe.?

-¿Seguro?.- pregunto.

-Vete... Ya recojo yo esto.- El solo bufo y se fue, dejándome sola, triste y rota.

Sentimientos encontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora