Capítulo 29

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Roberta
Mía y Diego llegaron junto a mí, él estaba cargado de bolsas y miraba fijamente la dirección por donde el chico se había ido, parece que notó la confusión en mi rostro porque se acercó a mí después de dejar las bolsas sobre el piso.

Diego: ¿estás bien?...- asentí- ¿Quién era ese?

Roberta: no lo sé, pero sabe mi nombre...- él me miró elevando las cejas- yo nunca le dije mi nombre Diego.

Diego: vámonos...- tomó mi mano y con la mano libre tomó las bolsas que llevaba y caminamos hasta el auto, se aseguró de hacerme entrar primero para después ayudar a Mía a subir las compras en la cajuela.

Apenas llegamos a casa busqué en todas mis redes cada chico que encontraba con el nombre de Alfonso o de Poncho, tal vez por algún descuido había aceptado a ese chico y por ello conocía mi nombre. Entré al perfil de muchísimas personas pero ninguno de ellos pertenecía a ese chico.

Diego: Rob ya está lista la cena...- dijo entrando a la habitación.

Roberta: gracias, en un momento voy...

Diego: ¿Qué tanto haces?- se colocó a mis espaldas desde donde podía ver la pantalla de mi computador.

Roberta: no encuentro a este tipo- dije apoyando los codos en mi escritorio.

Diego: oye... no te claves con eso- giró mi silla y me hizo mirarlo de frente mientras se ponía de cuclillas para estar a mi altura- tal vez sea alguien de la universidad o te conoce de alguna parte, deja de preocuparte por eso ¿sí?...- acarició mi mejilla mientras me sonreía levemente, asentí un poco más tranquila- además sea quien sea yo estoy aquí para cuidar de ti y te prometo que nadie te hará daño...- asentí de nuevo y él besó mi mejilla muy despacio para después abrazarme por un largo tiempo.

Mia: mira nada más yo esperando para cenar junto a ustedes y los dos aquí derramando miel como siempre.

Diego: ya vamos Mia...- dijo sonriendo y se puso de pie.

Mia salió de la habitación y yo me giré de nuevo para cerrar mi computadora, después me levante y tomé la mano de Diego para caminar detrás de mi amiga, últimamente era un hábito que habíamos tomado muy en serio aunque no tenía problema en tomar su mano, por alguna extraña razón me siento segura mientras caminamos de la mano y eso me encantaba, sobre todo hoy.

Diego
Cenamos mientras veíamos la película favorita de Mia, después la película de Roberta y para ser sincero era bastante romanticismo por una noche, ellas estaban tan entradas en las películas que no se percataron que me había quedado dormido la mayor parte de cada una de ellas.

Cuando al fin terminaron fuimos a dormir ya que mañana por la mañana mi hermana salía de nuevo rombo a casa por lo que tenía que estar muy temprano en la estación de autobuses, ya que Mia odiaba conducir en carretera y por ello había preferido viajar en autobús.

Había sido un día tan ajetreado que apenas y llegamos a la cama cuando nos quedamos profundamente dormidos.

Al día siguiente desperté cuando mi alarma comenzó a sonar, amaba despertar temprano, sin embargo nunca podía hacerlo naturalmente por ello siempre recurría a las alarmas.

Cuando salí del baño Roberta también estaba levantada y se había vestido con unos pantalones de mezclilla y una blusa casual que la hacía ver relajada pero muy hermosa.

Diego: ¿Qué haces despierta? Duerme un poco más- le dije mientras secaba mi cabello.

Roberta: quiero preparar el desayuno para Mia.

Diego: ya dijo que se va, no tienes que apresurar las cosas con tu cocina.

Roberta: muy gracioso...- dijo sonriendo y le guiñé el ojo antes de salir de su habitación.

Una hora y media después ya estábamos en la estación de autobuses buscando la puerta de salida de Mia, cuando al fin encontramos su autobús llevé su maleta hasta la parte en donde se encargaban de cargarlas al camión y cuando regresé junto a ellas ya estaban en el momento de la despedida.

Roberta: nos encantó tenerte con nosotros... vuelve cuando quieras- le dijo en medio de un abrazo.

Mia: la pasé muy bien, pero la próxima es su turno, tienen que volver a casa a visitarnos...- Roberta asintió cuando se separaron del abrazo.

Diego: buen viaje hermanita, avísanos cuando llegues... - le dije mientras la abrazaba.

Mia: claro que si... cuídense mucho- miró detrás de mi hombro y después se acercó a susurrar en mi oído- cuida a mi amiga y por favor ya dile lo que sientes- la miré confundido- ese teatrito de los novios felices no me lo creí pero me encantó verlos juntos.

Diego: ¿nos descubriste?- le dije en susurro.

Mia: estudio actuación hermanito, existen muy pocas cosas que pueden engañarme... hazme caso y dile de una vez, tal vez te lleves una grata sorpresita- se separó sonriendo- los veo pronto...- nos abrazó a ambos.

Mia subió al autobús y yo me quedé junto al lugar de partida junto a Roberta, las puertas del autobús se cerraron y se alejó poco a poco.

Cuando salió por completo del lugar Roberta se alejó de mí y justo ahí me di cuenta que esta bonita fantasía había terminado; al menos en casa ya no podría expresarle lo mucho que la quería, aprovechando que ella piense que es simple actuación.

Roberta: tengo que ir al baño...

Diego: te espero por allá... - ella asintió y desapareció por el pasillo.

Justo cuando ella salió de mi campo visual sentí que algo se estrelló con mi hombro derecho.

$$$: lo siento, estaba distraída- Dijo mientras recogía los papeles que había soltado con el golpe.

Diego: no te preocupes...- me incliné para ayudarle a tomar sus desordenadas cosas- no eres de aquí ¿cierto?

$$$: no, estoy de intercambio, vengo a la universidad.

Diego: pero aún faltan unas semanas para que termine el semestre.

$$$: pues sí, pero quiero acostumbrarme antes de iniciar clases.

Diego: yo también estudio en la universidad así que cuando necesites algo puedes buscarme...- le entregué sus papeles y le ofrecí mi mano derecha- por cierto me llamo Diego...- ella sonrió y me miró con un leve gesto.

$$$: mi nombre es Giselle....

Diego: ¿por qué la cara rara?

Giselle: pues es extraño, mi amiga estuvo aquí hace un tiempo y dijo que habló con un chico castaño llamado Diego... sería mucha casualidad que se tratara de ti.

Diego: ¿Cómo se llama tu amiga?- tomé su maleta y caminamos hasta la sala de espera.

Giselle: Bakuza...- la miré sorprendido- me dijo que lo conoció en una fiesta y que...

Diego: que le pedí un taxi para volver a casa...- ella asintió sonriendo.

Giselle: también dijo que la rechazaste porque estabas con alguien...- asentí con una mueca- ¿aún sigues con ese alguien?

La miré dudando, por lo poco que la había tratado pude notar que esta chica tiene una personalidad que me encanta y sin problemas podriamos ser amigos en el futuro, incluso hasta más que ello.

La miré dudando, por lo poco que la había tratado pude notar que esta chica tiene una personalidad que me encanta y sin problemas podriamos ser amigos en el futuro, incluso hasta más que ello

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