Capítulo 67

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Roberta
Hace casi una hora que Ximena había venido para llevarse al bebé, la verdad es que al principio no pensé que fuera tan difícil cuidar de un bebé de cinco meses pero al final resultó bastante cansado.

A pesar de todo nos divertimos mucho con él, después de su siesta pasó toda la tarde jugando con Diego, mi novio también se divirtió mucho y aunque lo niegue yo sé que los bebés ahora no le desagradan tanto. Aunque claro, nada se compara con cuidar de ellos un día a responsabilizarte de uno las veinticuatro horas del día.

Ya era media tarde y tanto mi novio como yo estábamos un poco cansados por lo que apenas tomamos una ducha nos metimos a la cama para continuar con la serie que nos tiene obsesionados. Casi al final de nuestro tercer capítulo el timbre comenzó a sonar.

Roberta: ¿esperas a alguien?

Diego: ¿yo? No... debe ser tu visita habitual- dijo con un toque de celos y de inmediato sabía que se refería a Matías.

Roberta: Matías vendrá más tarde... no puede ser él.

Diego: entonces voy a ver...- trató de levantarse de la cama pero tomé su brazo y lo hice regresar.

Roberta: tranquilo, ya voy yo... además necesitamos más golosinas- dije mostrándole el plato vacío. Dejé un beso en sus labios y salí de mi habitación.

Arreglé un poco mi cabello mientras cruzaba la sala y antes de abrir la puerta revisé por la mirilla de la puerta.

Afuera había un chico de unos 20 años con el cabello completamente negro, la piel clara y unos ojos oscuros muy bonitos. Jamás lo había visto en mi vida pero llevaba una mochila al hombro y el celular en la mano derecha. Abrí la puerta y él me observó de pies a cabeza provocándome un escalofrío, no de miedo sino de algo que no puedo explicar.

Roberta: ¿puedo ayudarte?

###: Estoy buscando a Diego Bustamante... ¿vive aquí?

Roberta: heee si... ¿tú eres?

Diego: ¿Facundo?...- me giré y Diego estaba a mis espaldas mirando al chico con una sonrisa en los labios.

Éste entró sin dejar de sonreírme y abrazó a mi novio, cerré la puerta y me quedé mirándolos, realmente no conocía a ese chico y era extraño porque creía conocer a todos los amigos de Diego.

Diego: amigo ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

Facundo: pues ya ves, quería darte una sorpresa... ¿cómo estás?

Diego: Muy bien, comenzando el semestre hace unas semanas- él me miró- ¿recuerdas que te hable de Roberta?

Facundo: claro la chiquilla amiga de Mía que te trae como loco.

Diego: si ella- dijo sonriendo- pues ahora es mi novia- tomó mi mano acercándome a ellos.

Facundo: pues mucho gusto Roberta, las descripciones que Diego me hacía sobre ti no te hacen justicia... eres muy linda- se acercó y besó mi mejilla para después mirarme con una media sonrisa.

Diego: si...- dijo serio- amor él es Facundo un amigo de la infancia, de los campamentos de verano...- asentí recordando las veces que me quedaba a dormir con Mía durante el verano y entraba a la habitación de Diego aprovechando que no estaba para robar alguna de sus camisetas como la típica niña locamente enamorada del hermano mayor de su amiga.

Roberta: mucho gusto...- él sonrió. Realmente tiene una sonrisa preciosa y un brillo en los ojos que no sé si es por percepción mía pero hacía que sus pupilas se vean aún más grandes haciendo que sus ojos oscuros se vean aún más lindos.

Presentimiento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora