Capítulo 74

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Días después

Roberta
Caminaba por el pasillo de la universidad de regreso a mi salón, todos estaban en clase pero yo me escabullí con el pretexto de ir al baño aunque la verdad sólo necesitaba un poco de aire. Sentía que me ahogaba dentro de esa aula y sobre todo con la aburrida clase de Historia, la peor de todas.

Estaba escribiéndole un mensaje a Diego para que saliera de su clase y al menos vernos en el pasillo o en algún otro sitio, la última vez que lo vi fue cuando llegamos a la universidad esta mañana y de eso ya han pasado varias horas y por muy cursi que parezca eso ya es bastante tiempo para mí.

Llevaba la mirada centrada en el celular que no me dí cuenta que había alguien frente a mí hasta que me estrellé con su pecho.

Roberta: lo sien...- levanté la mirada pero al ver de quien se trataba una sonrisa apareció en mi rostro.

Diego: ¿A dónde vas?- susurró sonriendo.

Roberta: a tomar un poco de aire, te estaba buscando.

Diego: pues ya me encontraste- sonrió y me dio un rápido beso en los labios.

Roberta: ¿A dónde vas tú?.

Diego: salí antes y aproveché para desayunar. Pensé que estabas en clase.

Roberta: si, estaba pero... me escapé un rato- aparté la vista y Diego negó sonriendo de lado.

Diego: bueno ya que infringiste la ley aprovechemos, muero de hambre ¿Desayunamos?.

Asentí sonriendo y él tomó mi mano para ir al comedor; le envié un mensaje a Matías para avisarle que no volvería a clase.

Diez minutos después ya estábamos disfrutando de unos deliciosos pancakes y una malteada de fresa.

Todo fue como antes, hablamos sin parar por casi una hora, extrañé tanto los momentos con él que este momento ahora parecía irreal. La cafetería comenzó a llenarse de gente y al mirar el reloj me di cuenta que el cambio de clase había llegado.

Diego: el tiempo se pasa volando contigo... - sonreí y él se acercó para besarme, le correspondí hasta que un fuerte aplauso nos hizo separar de golpe y cuando volteamos Giovanni y Santos ya estaban frente a nosotros.

Giovanni: ¿si saben que el buffet de comidas está allá? No tienen que comerse entre ustedes...- dijo sonriendo.

Diego: lo sabemos... pero no lo necesitamos gracias.

Santos: pues bueno yo si tengo hambre.

Roberta: ¿Sabes dónde está Lupita?

Santos: acaban de salir, dijo que venían bajando.

Giovanni: y bueno... ¿Cuando me presentarás a Mati?- comencé a reír y Diego disimuló su sonrisa.

Diego: Giovanni no...

Roberta: no, déjalo amor... si quiere conocer a Mati, entonces ayudemos- Diego negó sonriendo antes de beber de la malteada.

Lupita: muero de hambre... ¿Dónde está mi novio?

Giovanni: oye cálmate Guadalupe, este es un lugar público y no apropiado para sus cochinadas- ella rodó los ojos y me miró, le indiqué con la mano que Santos estaba en la fila de servicio y ella se fue para buscarlo.

Matías llegó segundos después y dejó mi mochila en una silla y después se sentó en el lugar vacío que estaba junto a Giovanni.

Roberta: ¿La profe se dio cuenta que salí?

Matías: no, la mitad de la clase estaba dormida, jamás lo notaría.

Roberta: odio esa clase...

Diego: nosotros cursamos el año pasado con ella, es muy aburrida pero al final nos ganamos a la profesora y prácticamente nos pasó sin asistir.

Matías: bueno eso pasa cuando tienes bonitos ojos y sabes usar tus habilidades- dijo guiñandole el ojo.

Roberta: ¿Es en serio Matías?... ¿Le coquetas a mi novio en mi cara? Que descaro.

Matías: oye tranquila que por más que lo intente Dieguito Bustamante está perdido contigo...

Diego: bueno en eso tiene razón- susurró en mi oído y me sonroje de inmediato.

Lupita: toma Mati, ya no tenían de vainilla...- le dijo cuando dejó una malteada frente a él.
Giovanni se incorporó de golpe apartando su atención del celular.

Giovanni: ¿Mati?... ¿Tu eres Mati?...- le preguntó y el confundido castaño asintió.

Lupita y yo comenzamos a reír mientras Diego y Santos trataban de ocultar su sonrisa detrás de las malteadas que tenían.

Lupita: ¿No te gustó la sorpresa?...- preguntó sonriendo.

El celular de Diego comenzó a sonar y él al ver de quién se trataba colgó de inmediato.

Roberta: ¿Todo bien?...- le pregunté en voz baja al ver el preocupado semblante de mi novio.

Diego: si... es un número desconocido...- dijo tratando de sonreír.

Después de muchas bromas y pláticas además de varias disculpas mías ante un falso enojo de Giovanni todos nos fuimos de la cafetería.

Diego y yo caminábamos por el pasillo de la escuela, él llevaba ambas mochilas colgadas en el hombro y sujetaba mi mano dirigiéndose a la salida de la escuela.

De pronto se detuvo casi de golpe y pude notar como la sonrisa en su rostro se borró y después fue directo a aquel chico dejándome atrás.

Diego: ¿Qué haces aquí?- preguntó molesto.

Joaquín: pues ya qué no atiendes mis llamadas no me quedó de otra más que venir... ¿porque no fuiste ayer?

Diego: te lo dije, estaba con Roberta... además estaba hablando en serio, ya no quiero seguir en las pistas.

Joaquín: no puedes hacer eso... ganamos mucho dinero juntos Diego.

Diego: no vale la pena todo lo que estoy a punto de perder- él suspiró.

Joaquín: ¿Sabes qué? Hablemos, te espero hoy para tomar una cerveza.

Diego: no sé...

Roberta: hola...- saludé a Joaquín con un beso en la mejilla y después tomé la mano de Diego.

Joaquín: hola Rob... Estaba tratando de convencer a tu novio de tomar algo hoy... ¿Verdad que no hay problema?- miré a Diego.

Roberta: pues si él quiere no veo porque no.

Diego: no sé, la verdad es que no tengo muchos ánimos.

Joaquín: justo por eso, tal vez eso es lo que te hace falta amigo- el celular de Joaquín comenzó a sonar y al ver la pantalla su rostro se endureció- entonces te veo en la noche, donde siempre ¿Ok?... Ah y no lleves a la mascota.

Roberta: ¿El lugar de siempre?- pregunté cuando Joaquín se había ido y nosotros estábamos a escasos pasos de su auto.

Diego: está loco, habla de su casa...- dijo antes de abrirme la puerta de copiloto, después rodeó el auto y entró a mi lado.

Roberta: ush y yo que tenía planes para esta noche- él sonrió y me miró coqueto

Diego: ¿Que tipo de planes?

Roberta: pues muy estructurado no era, sólo sé que quiero un rico baño, muchos dulces y a mi novio.

Él sonrió y se acercó a besarme pero me alejé sonriendo.

Roberta: lástima que tienes otros planes para hoy.

Diego: ¡Oye! Eso no es justo, prácticamente aceptaste por mí... yo no quiero ir... - dijo haciendo puchero.

Roberta: ni modo amorcito, ahora cumples... además parecía importante, tanto como para que venga a buscarte a la universidad.

Diego: no es para tanto, Joaquín exagera...- dijo evitando mi mirada y después encendió el auto emprendiendo el camino a casa.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2020 ⏰

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