Roberta
Llegué a casa un par de horas después y él estaba en la cocina preparando la comida, crucé la sala para llegar a mi habitación y tuve que pasar forzosamente junto a la cocina.Diego: Rob...- me giré antes de llegar a mi habitación- heee ¿me acompañas a cenar?- preguntó como un niño pequeño.
Roberta: si... solo dejaré mis cosas- él asintió y regresó titubeante a la cocina.
Fui hasta mi habitación para dejar mi mochila y los libros que llevaba en la mano, suspiré profundamente antes de salir de nuevo de la habitación.
Cenamos en medio de un horrible silencio y debo admitir que la mayor parte de la cena la pasé mirando el celular, sin ningún motivo, únicamente brincaba de una aplicación a otra, para evitar la intensa mirada de Diego. Lo veía de reojo, parecía que estaba a punto de decirme algo pero simplemente no comenzaba a hablar, sólo estaba ahí mirándome fijamente.
Media hora después terminamos de cenar y llevé cada plato a la cocina donde comencé a lavarlos, los sequé y los guardé y en todo ese tiempo él permaneció sentado en la mesa sin dejar de verme y sin emitir palabra alguna.
Sequé mis manos y estaba a punto de salir de la cocina cuando al fin escuche su voz.
Diego: Roberta... perdóname- dijo rápidamente y me giré para verlo de frente.
Roberta: ¿por?...- pregunté con un nudo en la garganta.
Diego: por todo lo que dije... por... por la pelea y la escena con Matías... por todo- dijo suspirando.
Roberta: ¿por escapar en las noches?- él me miró levemente sorprendido.
Diego: si... también por eso.
Roberta: ¿a dónde vas a media noche Diego?- pregunté cruzándome de brazos, él suspiró y bajó la mirada.
Diego: perdón no... no puedo decírtelo.
Roberta: ¿por qué?
Diego: porque no puedo es... es complicado, pero tienes que confiar en mí, no es lo que crees Rob.
Roberta: ¿confiar en ti?... llevas semanas mintiendo, te escabulles en la noche a quien sabe dónde, me reclamas por todo, haces escenas de celos... ¿Qué quieres que piense?...- él se aclaró la garganta, a punto de decir algo, pero se quedó en silencio- dime a dónde vas a media noche.
Diego: no puedo...- suspiré negando.
Roberta: ¿estás viendo a alguien más?- pregunté con un nudo en la garganta, él frunció el ceño.
Diego: no, no... claro que no- se acercó rápidamente y tomó mis manos- yo te amo, no podría estar con alguien más... no puedo decirte a donde voy porque sé que no estarás de acuerdo y no quiero ponerte en peligro pero créeme que no es lo que estás pensando- dijo mirándome a los ojos, sonrió levemente y suspiró- yo te amo a ti peque.
Roberta: hace mucho que no me llamabas así... - dije sin poder ocultar una sonrisa- quiero estar bien contigo, pero tienes que decirme lo que pasa... sin secretos ¿recuerdas?- él asintió.
Diego: te lo voy a decir, te lo prometo... pero ahora no puedo- suspiré.
Roberta: está bien... pero no vuelvas a mentir.
Diego: no mi amor... nunca- tomó mis mejillas y limpió mis lágrimas antes de darme un lento beso en los labios.
Roberta: odio que sea imposible enojarme contigo...
Diego: a mí me gusta... puedo usarlo a mi favor- golpeé levemente su hombro y él comenzó a reír- te extrañe...- hizo puchero.
Roberta: no fui yo la que cambio las cosas...
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Presentimiento ©
FanficSe odiaban a morir pero en el momento en que tuvieron que compartir el mismo departamento las cosas comenzaron a cambiar. Diego y Roberta no estaban listos para lidiar con lo sentían y se negaban a aceptar que estaban profundamente enamorados el uno...