Diego
Desde que salimos de la habitación Roberta estaba muy extraña, me evitaba todo el tiempo enfocándose en mis amigos y aunque me encantaba que se llevara tan bien con ellos no puedo negar que preferiría que su atención sea solamente para mí.Ellos se fueron casi a las nueve de la noche y los acompañé hasta la puerta para después regresar a la cocina y ayudar a mi novia a ordenar el desastre que habíamos dejado hasta que mi celular comenzó a sonar y estuve hablando más de una hora con mis padres y mi hermana, no es el primer cumpleaños que paso lejos de ellos, antes ya lo había hecho cuando salía de vacaciones con mis amigos, sin embargo en éste momento no me sentía tan mal al estar lejos de ellos, obviamente los extrañaba muchísimo pero por alguna extraña razón estando aquí me siento como en casa y en este momento estaba viendo la razón de ello.
Así me encuentre a cientos de kilómetros siempre me sentiré como en casa mientras esté a lado de Roberta, me le quedé mirando un momento después de colgar con mi familia, ella estaba ordenando lo último que quedaba y después volteó a verme y al notar mi sonrisa ella me devolvió el gesto.
Roberta: ¿Qué pasa?- me preguntó sonriendo. Le extendí mi mano y cuando ella la tomó yo la acerqué hasta que rodeé mis brazos en su cintura.
Diego: te quiero muchísimo ¿sabes?...- ella sonrió y suspiró.
Roberta: tenía una idea, pero la verdad es que no me sorprende… suelo causar ese efecto en las personas- solté una pequeña carcajada antes de capturar sus labios y estrechar aún más su cuerpo entre mis brazos.
El teléfono que conecta con la recepción del edificio comenzó a sonar y me quejé antes de cortar el beso y tomar el teléfono para contestar bajo su atenta y divertida expresión.
Diego: ¿Hola?...
Portero: hola Diego buenas noches, tengo aquí un paquete que trajeron en la tarde.
Diego: está bien… bajo en un momento.
Portero: heeee lo que pasa es que es para Roberta y tiene que firmar de recibido.
Diego: bueno, entonces le aviso… gracias.
Colgué el teléfono y salí a la sala, hacia donde Roberta había ido mientras yo hablaba por teléfono. Mi novia estaba recostada en el sofá mirando la televisión.
Diego: ¿Porqué escapas de mí?- dije inclinandome a besar sus labios.
Roberta: hablabas por teléfono y dejaste de prestarme atención…- dijo sonriendo.
Diego: pobre pequeña…
Roberta: ¿Quién era?
Diego: parece que hay un paquete abajo para ti.
Roberta: ¿Para mí?- preguntó confundida- haaaaa si, olvidé que había pedido algo.
Diego: pues vamos entonces, te acompaño abajo.
Roberta: no amor, no te preocupes. Voy rápido y regreso.
Diego: bueno pero te voy a esperar porque quiero mi regalo- ella pasó saliva y me miró asintiendo.
Cuando se fue entré al baño a cepillar mis dientes antes de dormir y cuando volví a mi habitación vi una hoja de papel doblada sobre la cama.
Tu cumpleaños aún no termina niño y quiero celebrar contigo las pocas horas que restan.
Te veo en la azotea.
Sin pensarlo dos veces tomé mi abrigo y subí al ascensor hasta el último piso, en el fondo del pasillo había una puerta que normalmente permanece cerrada, entré y volví a cerrar por dentro.
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Presentimiento ©
FanfictionSe odiaban a morir pero en el momento en que tuvieron que compartir el mismo departamento las cosas comenzaron a cambiar. Diego y Roberta no estaban listos para lidiar con lo sentían y se negaban a aceptar que estaban profundamente enamorados el uno...