Roberta
Llegué a casa, desayuné con mis padres y comencé a armar mi maleta y a preparar algunas cosas que me llevaría.Entré a la ducha y después me vestí para ir al almuerzo que Mía había preparado.
Tomé únicamente mi celular y las llaves de mi casa, salí por la puerta de la cocina ya que patio de mi casa se conecta con el de los Bustamante armando un enorme jardín que normalmente disfrutamos las dos familias juntas.
Aunque llevaba poco tiempo viviendo en esta casa, mi madre y Mabel siempre fueron amigas, así que conozco a la familia de mi novio prácticamente desde pequeña.
Crucé el patio y a través de la ventana de la cocina vi a Diego tomando algo del refrigerador, golpeé el cristal de la puerta y él sonrió en cuando se giró a verme, dejó lo que hacía y fue hasta la puerta para quitar el seguro de ésta.
Diego: qué bueno que llegas amor...- me abrazó en cuanto la puerta se abrió.
Roberta: ¿ya llegó tu cuñado?...- hizo una mueca en cuanto le dije eso y sólo asintió- ¿tan mal va todo?
Diego: pues la verdad va bien... y aunque me cueste decirlo el tipo es agradable.
Roberta: ¿entonces cuál es el problema?
Diego: pues que no deja de ser incómodo, es el novio de mi hermana menor y pues...
Roberta: eres un celoso...- dije riendo y besé sus labios.
Mía entró a la cocina obligándonos a separar.
Mía: pero qué bonito... nosotros esperando las bebidas y ustedes besuqueándose.
Roberta: ¿Qué te quejas? Seguramente ustedes aprovecharon el tiempo tan bien como nosotros- Diego me miró preocupado y después centró su atención en mi amiga.
Mía: claro que no... yo respeto mi casa- la miré con los ojos entrecerrados y ella sonreía nerviosa.
Diego: bueno... mejor volvamos al salón- dijo tomando la jarra de agua y cuatro vasos para caminar hasta la salida.
Mi amiga y yo caminamos detrás de él y cuando Diego salió ella tomó mi brazo y me hizo detenerme.
Mía: tengo que decirte algo.
Roberta: está bien lo siento... fue una broma- dije sonriendo.
Mia: no, eso no importa... necesito que me escuches.
Roberta: ¿Qué pasa? Me estás preocupando.
Mía: probablemente vas a reconocer a Miguel
Roberta: ¿Miguel?
Mía: mi novio...
Roberta: ¿por qué?... ¿estaba con nosotros en la preparatoria?
Mia: no... seguramente ya lo habías visto, pero necesito que no digas nada, sobre todo a Diego... en cuánto pueda te contaré todo.
Roberta: pero…
Mía: por favor…- me dijo casi suplicando.
Suspiré y asentí, mi amiga me abrazó y salió de la cocina, suspiré de nuevo y la seguí.
Llegué hasta el salón y los tres se giraron a mirarme, en cuanto vi quién tomaba la mano de mi amiga sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo.
Era ese extraño chico que vi aquella vez en la plaza, el mismo que conocía mi nombre y probablemente todo de nosotros.
Miré a Mia asustada pero mi amiga estaba tan tranquila como siempre, simplemente parecía algo preocupada por lo que yo pudiera decir o hacer.
Diego: amor…- salí de mi trance y lo vi parado a mi lado- ¿Estás bien?
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Presentimiento ©
FanfictionSe odiaban a morir pero en el momento en que tuvieron que compartir el mismo departamento las cosas comenzaron a cambiar. Diego y Roberta no estaban listos para lidiar con lo sentían y se negaban a aceptar que estaban profundamente enamorados el uno...