Natalia Prov:
Makis estaba haciendo un gran esfuerzo por superar todo, ella había iniciado un tratamiento con psicólogo y psiquiatra, ella estaba poniendo todo de su parte para salir adelante. Ya desde que inició los tratamientos han pasado varios meses, y ahora se pueden ver los resultados, puede verse más a menudo esa sonrisa, se puede ver más feliz, más libre y un poco más despreocupada, ahora se podía ver a una Makis que disfrutaba de su trabajo, y nosotras, nosotras nos amábamos enormemente, en secreto, pero nos amábamos de manera tremenda.
-Mi amor – Makis venía entrando al camerino con una sonrisa, hoy teníamos un concierto y ahora nos estábamos arreglando, bueno, solo estaba yo en el camerino terminando de maquillarme.
-Dime preciosa – siento sus manos masajear mis hombros, mientras recarga suavemente su pecho en mi espalda, siento sus manos empezar a bajar por mis hombros hasta entrelazarse sobre mi vientre, siento su respiración caliente sobre mi cuello, haciéndome erizar completamente el vello de la nuca.
-Hay que ir a la prueba de sonido en unas horas – sus manos comienzan a descender un poco más, hasta que sus calientes palmas empiezan a acariciar mis muslos. Algo que había cambiado desde hace unos meses, era que Makis ahora estaba más osada, disfrutaba de tentarme y disfrutaba el hecho de aprovechar cualquier oportunidad para dejarla con los ovarios hasta la garganta.
-Makis no lo hagas – digo mientras trago duro, siento sus labios empezar a pasar por mi cuello, su lengua traviesa trazaba círculos sobre mi pulso, mientras sus manos moldeaban completamente mi figura.
- ¿Por qué no? -siento sus dientes clavarse con el mínimo de fuerza en mi hombro, definitivamente fue una mala idea usar una camiseta sin mangas.
-Porque tenemos que ir a la prueba de sonido – ahora sus manos están acariciando mi vientre, tan delicadamente que me hace estremecer, esa Makis osada me va a terminar matando.
-Pero tú quieres y yo también quiero – eso fue mi acabose, todo mi autocontrol fue empujado hasta lo más profundo de mi ser, solo para levantarme y tomar su nuca con fuerza, llevando sus labios hacia los míos. Termino por pegar su cuerpo al mío, pegándola a la pared, succionando su labio como si estuviera succionando su alma.
-Te gusta tentarme – le digo entre dientes, ella se ríe, mientras sus manos empiezan a recorrer mi espalda, ella y sus caricias me vuelven loca, me hacen transportarme a otro mundo, lo comprendo cuando tengo la necesidad de estar prendada de sus labios, sin importar cuantas cosas tengamos que hace, sigue existiendo esa necesidad de estarla besando.
Mis manos empiezan a acariciar desde sus rodillas hasta sus muslos desnudos, elevándola e invitándola a que sus piernas se cierren en mi cintura. Mi mismo cuerpo la lleva hasta recargarla contra la pared, acariciando cuanta porción de piel queda expuesta frente a mí, arrancándole un gemido cuando mis manos toman con fuerza su trasero.
-Natalia, tenemos que subir – escucho la voz de Juli al otro lado de la puerta, logrando que nos separemos abruptamente, Makis me mira, con los labios entreabiertos, jadeando por el oxigeno perdido durante la sesión de besos que acabamos de compartir.
- ¿Nati? – mi amiga vuelve a golpear, esta vez logrando que ambas nos separemos, aún con los ojos ardiendo de deseo.
-Ya voy – digo alzando la voz, termino por bajar a Makis de mi cintura, para empezar a arreglarla un poco, acomodando sus ropas y ajustando su maquillaje.
-Te dije que no me tentaras – le reclamo, solo logrando que ella salga con esa linda risa que tiene.
-Lo siento, pero es inevitable – me acerco a ella para tomar su rostro entre mis manos y darle un suave beso en los labios.
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How to save a life -(Ventino) [Makia]
Fiksi Penggemar¿Cómo salvas la vida de alguien que no quiere ser salvado? ¿Cuánto puede hacer una desconocida por alguien que está al borde del abismo? Una de ellas tiene un extraño poder que la puso en el momento indicado a la hora correcta, la otra es un alma de...