Capítulo 18 - Por favor.

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Makis Prov:

Nunca pensé que ella sería una de las razones por las que rendirme, pero es que, aunque sé que lo más sensato es alejarme de ella, esa foto me dolió de manera tremenda, esa foto terminó por destruir la poca esperanza que tenía hasta ahora. El dolor en mi pecho era fuerte y los remolinos de adrenalina no hacían más que marearme y ver todo borroso, era como si el mundo completo se fuera de cabeza.

-No llores – digo para mí, mientras cubro con fuerza mi boca con mis manos – No llores, ella es muy buena para ti – unas lágrimas salen torpemente de mis ojos haciéndome sentir impotente, idiota, me hace sentir como una débil.

-No llores, por favor ... no te rompas – intento que mis uñas me hagan reaccionar, que me digan que este maldito dolor que siento no es real, solo es la alusión a un corazón roto, que no es real, que en verdad no siento un dolor real – No te puedes romper... por favor... respira.

No entiendo cómo es que una fotografía puede hacer tanto daño, como es que en verdad la pude querer tanto en tan poco tiempo, no puedo creer lo mucho que me duele solo saber que la tendré que dejar ir, que tendré que desaparecer de su vida para no destruirla, que no tendré que manchar su corazón con los muchos fantasmas que me están agobiando en este momento, de esos que se están negando a soltarme.

-NO LLORES, MALDITA IMBÉCIL, NO LLORES – grito completamente frustrada, ya el ardor del pecho me está consumiendo y las lágrimas se me agolpan como si fuera pequeñas gotas de lava ardiendo sobre mi rostro.

De repente, escuchar mis propios gritos se me vuelven insoportables, se me vuelven una tortura, se me vuelven casi insoportables, así que como puedo, me pongo de pie para poder alcanzar la almohada que descansa sobre mi cama, para apretarla sobre mi cara mientras grito a todo lo que mis pulmones dan, lloro por todo lo que ha salido mal, descargo mi rabia por todas esas personas que salieron lastimadas por quererme, muerdo esa almohada, como si de esa manera pudiera callar todos los gritos en mi cabeza que dicen y recalcan que lo único que hago, es hacer daño.

No quiero esto, no quiero sentirme así, no quiero sentirme así, el problema, es que no sé cómo sacar mi cabeza de ese agujero que no hace más que girar, llevándome cada vez más adentro, desde hace dos días, desde que recibí esa foto no he hecho más que descender a un lugar del que ya no sé cómo salir, un lugar donde llorar duele, donde gritar daña, un lugar donde el único placebo para mis atormentados pensamientos es ver la sangre correr o sentir el dolor en mi piel, donde el único recordatorio de que estoy viva es saber que sangro, es saber que puedo sentir algún tipo de dolor.

Hasta que siento algo más, algo que nunca había sentido antes, algo que no pensaba sentir nunca, el calor de unos brazos rodeándome con amor, pero eso era imposible, estaba sola en casa, aun así, solo dejo que el dolor que me aborda salga entre lágrimas, salga para refugiarse en los brazos de ese ángel que con solo tocarme logró calmar ese mar que bramaba en mi interior sin descanso, lloro envuelta en un calor que jamás había sentido.

- ¿Estás mejor? – esa voz, esa melodiosa voz que me hace latir el corazón de una manera impresionante, sé que soy egoísta, que debería pensar en ella, pero no me puedo contener, solo enredo mis brazos en su cintura para acunarme en su pecho, me quedo ahí, envuelta entre sus brazos hasta que siento que esa maldita sensación de ahogo abandona mi cuerpo.

- ¿Cómo entraste? – le pregunto con la voz amortiguada en su abrazo, ella demora un poco en contestar, pues, se preocupa de apretarme tan fuerte contra ella como si de alguna manera pudiera protegerme con su propio cuerpo.

-Por tu ventana, hablé con tu mamá y me dijo como entrar sin que te dieras cuenta, porque probablemente tu no me dejarías entrar – me dice con tanta calma, intento separarme de ella, pero no me deja, solo afianza su agarre en mi cintura, dejándome tan pegada a ella, que quedo entre sus piernas y mi cabeza queda acomodada en su cuello.

How to save a life -(Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora