How to save a life -(Ventino) [Makia]

Capítulo 19 - ¿Por qué?

Natalia Prov:

La tenía aquí para mí, la tenía sentada sobre mi regazo, la tenía besándome, tenía su cuerpo pegado al mío, la estaba acariciando y todo me parecía un maldito sueño, un sueño del que no quiero despertar nunca, porque daría mi alma por estar acariciándola toda la vida, daría cada parte de mi maldito ser si es que estoy prendada a ella por la eternidad. Y es que hace cerca de 6 meses que inició todo, en esa azotea, donde la vi por primera vez, y estaba perdida y completamente enamorada de Makis, estaba perdida en la calidez de su piel, en la pureza de su espíritu, en sus lindos ojitos que se achinan cada vez que se reía, y con las pocas veces que lo hacía, cada vez que pasaba mi mundo se iba al demonio, solo por ella. Seis meses en los que había intentado conquistarla, pero las cosas no habían pasado como queríamos. Pero ahora, ahora ella era mía, ella estaba aquí, ahora sé que la tendría por mucho tiempo porque el trabajo con Juancho prosperaba.

- ¿Por qué no me dejas amarte? – sentir su cálida respiración sobre mis labios hacía que mi estómago se contrajera, mandando un cosquilleo a la zona menos indicada y despertando, a su vez, mi corazón, que latía como loco gritando su nombre.

-Porque tengo miedo – su respiración agitada me dice que las cosas entre nosotras no están tan mal, me dicen que hay más cosas por las que luchar, que su lucha no contra mí, sino que con la gente de fuera.

- ¿Me temes a mí? – mi nariz empieza a pasar por su mejilla y su cuello, tentándola, sintiendo que su piel se eriza al chocar con mi aliento, la siento reaccionar a mí y eso hace que mi lado más primitivo quiera salir.

-No, tengo miedo de mí, de lo que pueda hacerte – sus manos están firmemente tomadas de mi cabello, tomando grandes puñados de él, evitando que mi nariz se aleje de su piel, cosa que encantada acepto.

- ¿Qué quieres hacerme Makis? ¿Por qué tanto miedo? – quiero jugar un poco con ella, tentarla, para que después podamos poner los sentimientos a la mesa, porque yo no me voy de esta habitación sin antes haber hecho a Makis mi novia.

-No... yo no quise decir... no eso... es que yo – no puedo evitar soltar una risa sobre sus labios, y antes de que siga balbuceando vuelvo a capturar sus labios en un beso lento, tierno, pero que también da cuenta del estado en que me tiene, de lo mucho que quiero rendirme al ser primitivo dentro de mí que grita posesivamente "MIA".

- ¿Por qué te sigues resistiendo a quererme? ¿Por qué sigues escondiendo tus sentimientos cuando en realidad quieres gritarlos? Makis estoy aquí y te quiero, puedo decirlo en cuantos idiomas hay para que me creas, puedo decirlo de muchas maneras diferentes, pero quiero que me creas, quiero que también te permitas sentir - cierro mis ojos para sentir en todo aspecto su cuerpo aferrado al mío, su temblor cuando nuestros labios se rozan, el calor que emana su cuerpo.

-Es que te haré daño, yo no sirvo para querer – su cuerpo tiembla cuando un gruñido sale de mi boca y mis dedos se hunden en la carne de sus caderas, casi con brusquedad subo mi mano hasta la altura de su corazón y hago presión sobre ese punto, sintiendo en la yema de mis dedos ese latido incesante que aumenta cada vez que me tiene cerca.

-Tú eres amor Makis, es que no lo entiendes, no entiendes que tus brazos se hicieron para amar, tus ojos están hechos para dar calidez, su boca fue hecha para besar, tu corazón fue hecho para amar, no importa lo que digan unos cretinos indecentes, Makis, eres el ser perfecto para amar, desde tu inocencia e ingenuidad, hasta tus lindos ojos, tu hermoso cuerpo y tus perfectos labios, eres un ser hecho de amor que solo da amor y quiero que lo entiendas, quiero aprender cosas contigo y enseñarte cosas, quiero que entiendas que conmigo estás segura y quiero que entiendas que no importa lo que hagas, no me vas a alejar, porque te quiero , de verdad te quiero Makis y quiero que me des una oportunidad, quiero que seas mi novia, quiero tomarte de la mano y besarte sin miedo a que me rechaces, quiero ayudarte a levantar la cabeza, quiero sanar tus heridas a besos, quiero hacerte el amor con solo palabras, quiero que vivas el amor con todas mis caricias y mis besos, pero por sobre todo te quiero a ti, quiero ser quien te ama – las palabras salen tan rápido que ni siquiera a proceso lo que digo, solo puedo ver sus labios abrirse ligeramente, dejándome una linda vista de esa boca de fresa.