Capítulo 35 - Se acaba el tiempo.

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Natalia, en la vida había conducido con tal imprudencia, nunca había sentido tanto miedo, tampoco había sentido que el peso del pasado le golpeaba con fuerza los hombros; por primera vez, vio a su mejor amiga a su lado, esa que desde hace años atrás solo la visitaba en sueños, esa que le recordaba, una y otra vez que ese salto no había sido su culpa; pero ahora, era ese fantasma negro con cara de hereje, que le sonreía de manera hipócrita y le susurraba al oído con fuerza.

—"No pudiste salvarla" —María, literalmente estaba a su lado, sonriendo, tipo de apariciones que desde hace tiempo no presenciaba.

—¡Cállate, mi Makis está bien!

"Sabes que está más podrida de lo que yo estuve cuando salté.

—Mi Makis está bien, solo está pasando por un mal momento, ella volverá a sonreír.

"Sabes que eso no pasará, la estás perdiendo, la perdiste, no pudiste salvarla, fallaste, fallaste una vez más"

—No, ella solo está pasando por un mal momento.

"Fallaste, fallaste ¡LA PERDISTE!

—¡NO! ¡CÁLLATE, CÁLLATE! — Natalia frenó de súbito, con el cuerpo completo temblando, completamente perdida n sus pensamientos susurró — A ti no te pude salvar — una lágrima rodó por su mejilla — Pero ayúdame a salvarla a ella.

"Llegaste"

Los ojos de Natalia miraron por la ventanilla, la casa de Makis estaba frente a sus ojos, sumergida en la oscuridad, exceptuando un lugar, el baño que tenía el cuarto de Makis tenía la luz prendida; eso, a las 2 de la madrugada no era buena señal, simplemente no lo era. Los dedos temblorosos de Natalia estaban rebuscando entre las llaves escondidas en la guantera de su carro, ahí, pequeña, sola y fría, estaba la llave que desde hace un mes que no utilizaba, la llave de la casa de Makis.

—Por favor, por favor, que no sea tarde — clamaba al cielo.

El mundo completo pareció silenciarse cuando la puerta se abrió, solo se escuchaba el acelerado palpitar de la muchacha se sumía a la oscuridad de ese hogar, curiosamente, ni siquiera fue capaz de escuchar los golpes que se daban a una puerta en la planta alta, solo podía escucha los propios latidos de su corazón, sentía el mundo completo gritar en sus oídos.

—Makis, mi amor, por favor, necesito que me abras la puerta.

—Juan Pablo — la voz temblorosa de Natalia llamó la atención de los presentes — ¿Qué pasa?

—Lo mismo quiero saber — Juan Pablo sonaba desesperado, pero en ese momento, era el único que estaba en condiciones de hablar en ese preciso momento. —Sé que ustedes no habían estado bien, pero últimamente ella había llegado feliz, había dicho que, de alguna manera, todo estaba volviendo a la normalidad, pero ahora, ella llega llorando, solo se encierra en el baño y desde entonces que el agua de la ducha parece estar corriendo ¿Qué pasó? ¿Por qué Makis está llorando Natalia? ¿Qué le hicieron a mi princesa?

—No lo sé, Juan Pablo, estaba logrando que me perdonara por mi idiotez, hoy nos besamos y juro que sentí que el mundo completo explotaba en mi vientre; íbamos a hablar luego de que grabara unas escenas con... — Jaime, era el único nombre que se gritaba furioso en la mente de Natalia, era la única mierda que en este momento se paseaba de un lado a otro, mofándose por la situación — Necesito... necesito que me dejes hablar con ella... necesito que... que sepa que estoy aquí.

—Natalia... ¿Qué demonios pasa?

—No lo sé... pero si es lo que pienso, alguien no va a terminar vivo esta noche.

How to save a life -(Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora