Natalia Prov:
No pude evitarlo, tomar sus labios era lo que más deseaba en este mundo, besara, necesitaba tanto besarla, su labio inferior se encajó perfectamente entre los míos, haciéndome sentir en el paraíso. Lentamente me empecé a poner de pie, sin separar nuestros labios, arrastrándola conmigo hasta que ella estuvo de pie contra mi cuerpo, una de mis manos rodea su cintura para pegarla a mi pecho, sintiendo como ella jadea contra mi boca.
-Natalia – la hice retroceder hasta que su espalda quedó pegada a la pared, presionando mi cuerpo contra el de ella, alzando su muslo contra mi cintura.
-Te amo, Dios, como te amo – muevo mi cabeza de un lado hacia otro, negándome a abrir los ojos, quería sentir su cuerpo en totalidad contra el mío, siento su cuerpo temblar contra el mío, ella está soltando gruesas lágrimas, está llorando. La vuelvo a tomar su cintura para pegarla completamente a mí.
-Shhh – le susurro mientras acaricio su pelo, dejándola llorar en mi hombro, mientras que sus manitas aprietan fuertemente mi blusa – Llora tranquila amor, esto aquí, estoy para ti.
-Perdóname, por favor, perdóname por no ser fuerte, por no ser lo suficiente para ti – mis manos se funden en su piel y mi barbilla se recarga en su hombro, sintiendo ese perfecto encaje de nuestros cuerpos. No quiero dejar que su mente le juegue una mala pasada, solo quiero que su tristeza se vaya, que me permita ser feliz a su lado, que me permita hacerla feliz.
-Eres perfecta Makis ¿Cuándo lo vas a entender?, eres hermosa y eres perfecta, eres la persona que más amo y en eso no me equivoco, yo quiero estar contigo. Te juro que de verdad me encantaría que te vieras con los mismos ojos que te veo yo, me gustaría que vieras lo hermosa, lo talentosa que eres, me gustaría que solo por un segundo pudieras ver el corazón de oro que tienes, me gustaría poder mostrarte lo perfecta que te veo yo. Me encantaría que por un momento lograras ver lo perfecta que me haces sentir, me gustaría que sintieras lo fuerte que me haces sentir, me encantaría que vieras un poco de lo que en realidad eres, pero por sobre todo, me encantaría que vieras lo muy enamorada que estoy de ti, por ser el ser humano más hermoso del mundo - siento su pesada respiración chocar contra mi cuello, siento que los temblores de su cuerpo cesaron y que sus manos se aprietan con fuerzas a mis costados.
-Te amo tanto Natalia, que me da miedo fallarte – su voz suena más ronca, es producto del llanto, esa voz que se escucha tremendamente profunda, preciosa en todos los aspectos.
-No me fallarás, Makis, yo sé que no me fallarás, sé que mi corazón en tus manos está seguro – siento que ella tira ligeramente de mi blusa hasta que separo mi rostro de su cuello, sus manos van subiendo ligeramente por mi cuello, hasta que sus pulgares dan suaves caricias en mis mejillas, tirándome suavemente hacia ella hasta que nuestros labios se vuelven a tocar con tanta delicadeza que no puedo evitar soltar un suspiro, puedo sentir el salado de sus lágrimas, esas mismas que me preocuparé de borrar a besos.
Tiro un poco de ella para lograr profundizar el beso, pasando mi lengua con lentitud por su labio inferior, su lengua sale al encuentro con la mía, tan suavemente que tiemblo bajo esas cálidas caricias que su lengua, la aprieto contra mi cuerpo, para empezar a caminar hacia su habitación, dando torpes pasos, pues me niego a dejar de sentir sus labios. Mis manos están fuertemente aferradas a la parte posterior de su cuello, mientras que las suyas simplemente viajaron a mi cintura, sin darnos cuenta, su cuerpo está levemente reclinado hacia atrás, con el mío sobre ella, así que no espero más, con el mínimo de fuerza comienzo a recostarla en la cama, hasta tenerla completamente recostada bajo de mí.
-Te amo – susurro para empezar a bajar con suaves besos por su cuello, haciendo esa ligera presión que la hace temblar, pero al parecer, esa pequeña y tierna mujer tiene otros planes, porque sus muslos hacen presión sobre mis caderas, girándonos en un rápido movimiento que me deja con la espalda pegada al colchón y con ella sentada a horcajadas sobre mí, sus labios se pegaron rápidamente a mi cuello, dando fuertes succiones sobre mi pulso, arrancándome un gemido gutural. No me doy cuenta de que sus dedos, hábilmente habían desabotonado cada botón de mi blusa y sus manos, ávidas de deseo habían abarcado mis senos de manera celosa, casi posesiva, arrancándome fuertes jadeos.
-Tramposa – le digo entre dientes, tomando con fuerza su trasero para hacerla dar un respingo. Mis manos van subiendo por su espalda, hasta que puedo ver su piel reluciente expuesta para mí, sin delicadeza arranco su sujetador para prenderme de uno de sus pezones, jugando con él, tirándolo con mis dientes y enroscándolo con mi lengua. Sus jadeos iban en aumento, hasta que con una suave mordida le arranco un gemido.
- Tramposa – repite mis palabras, tirando de mi cabello para separarme de su cuerpo, estrellando sus labios contra los míos, mientras que sus manos se deshacen de mis prendas superiores, igualando nuestras condiciones, presionando su torso contra el mío. Cuando vuelvo a ser consiente, sus manos recorren suavemente mis curvas, hasta el botón de mis jeans, el cual es abierto con agilidad. Makis, únicamente se separa de mi para arrancar las ropas restantes que quedaban en mi cuerpo, cuando intenta subir sobre mí, la detengo, solo para sacar poco de ropa que quedaba. Ella queda de pie frente a mí, desnuda, mientras que yo, estoy sentada sobre la cama, mirándola embobada, acariciando la suave piel de su vientre, hasta que llego a sus brazos, marcados por la navaja que no supe detener a tiempo muchas veces. Tomo su mano, y con la mayor delicadeza posible, empiezo a besar cada marca, cada herida, de esas que pocos sabemos, de esas que yo sé. Makis toma mi rostro para besarme con ternura, mientras su cuerpo su va subiendo al mío y su mano recorriendo mi cuerpo, hasta que de manera juguetona comienza a acariciar mi pubis, justo sobre mi centro, sus besos abandonan mis labios y se agazapan en mi cuello.
-Te amo – susurra tan suave, que más bien parece una ligera brisa, su pulgar, suavemente empiezan a jugar con ese botón sensible, mientras que sus dedos jugueteaban en mi entrada, hasta que suavemente se fue deslizando en mi interior.
-Makis – suelto un jadeo al sentirla dentro de mí. Mis manos, ávidas de deseo masajean sus muslos, hasta que ya no aguanto más, simplemente me quemo con ella, introduciendo mis dedos con delicadeza, empezando a embestirla de manera constante, casi con rudeza, pero con lo excitada que me había dejado Makis, no me podía culpar. Mis labios se prendaron nuevamente de su pezón, succionándolo, sintiendo como su cálida respiración chocaba contra mí. Los movimientos ya no eran acompasados, eran torpes y erráticos. Sentía sus paredes estrecharse, estábamos tan cerca, tan cerca, que no ya no pude contenerme, los gemidos simplemente migraban, y como si se tratara de una bomba de tiempo, nuestros cuerpos empezaron a temblar, convulsionando sobre nuestros propios cuerpos, habíamos llegado juntas, abrazándonos con desespero al cuerpo de la otra.
-Te amo – susurramos al tiempo, Makis escala sobre mi cuerpo, hasta que nos tiene suavemente cubiertas con una manta.
- ¿Te quedarás esta noche? – pregunta suavemente sobre mi cuello, mis manos se encajan en su cintura y una de mis piernas se cuela entre sus rodillas, dejando ese perfecto encaje entre nuestros cuerpos.
-Todas las noches que quieras – susurro, sintiendo como sus brazos me rodean con delicadeza. Esta noche la salvé, esta noche gané una batalla, lo que no sabía, es que aún no amanecía y muchas horas quedaban por delante.
Para cuando desperté en la madrugada, estaba sola en la cama, ella no estaba por ningún lado, solo el pequeño hipeo que hacía eco en el baño, y ahí la veo, a ella, con las piernas recogidas y su rostro escondido entre sus rodillas, lloraba en silencio, Makis estaba llorando en silencio mientras susurraba cosas que no llegué a entender, bueno, casi, solo una, que me dejó con el corazón completamente destrozado, incluso, desee no haberlo escuchado, porque supe que Makis se sentía como ninguna mujer se debe sentir, como ninguna persona se debe sentir.
-Me doy asco, soy un completo asco.
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How to save a life -(Ventino) [Makia]
Fanfiction¿Cómo salvas la vida de alguien que no quiere ser salvado? ¿Cuánto puede hacer una desconocida por alguien que está al borde del abismo? Una de ellas tiene un extraño poder que la puso en el momento indicado a la hora correcta, la otra es un alma de...