Capítulo 27 - Esto es felicidad.

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Makis Prov:

Me repudiaba, esa era la verdad, ya no podía ocultarlo, ni siquiera disimularlo, solamente podía esconderme en el baño y llorar a escondidas, como cada vez que esa maldita pena me sobrepasaba. No sabía que Natalia estaba escuchando como lloraba, como soltaba blasfemias sobre mi propia persona, tampoco sabía que ella iba entrando suavemente hasta que estuvo arrodillada a mis espaldas, rodeando mi cuerpo con sus brazos, dándome pequeños besos en la nuca, mientras sus manos dan suaves caricias sobre mis brazos, mis manos y después bajando un poco más hasta tocar mis muslos, todo en un toque tan inocente, tan suave.

-No lo eres Makis, eres la mujer más hermosa de este mundo, tu solo debes darte cuenta de eso – no sé cómo, pero básicamente me hice pequeña para refugiarme entre tus brazos, dejándome envolver por su calor.

-Por favor preciosa, no digas esas cosas sobre ti, di que eres hermosa – los besos de Natalia me secaban las lágrimas, hasta que ya no pude más y simplemente dejé que el cansancio de tantas lágrimas derramadas me envolviera, quedándome dormida entre sus brazos, perdiéndome completamente en la negrura y en el calor de sus brazos.

A la mañana siguiente desperté, con el cuerpo adolorido, apenas podía abrir los ojos y me dolía de manera horrible la cabeza, pero lo que más me llamó la atención, fue que no tenía el calor de Natalia a mi lado, así que empecé a desperezarme para poder buscarla, quizás el episodio de anoche hizo que ella ya no diera más y decidiera irse, no la culparía si fuera sí, yo no soy lo suficientemente buena para ella, no estoy a la altura de una chica tan hermosa.

- ¡Carajo! Me va a estallar la cabeza – empiezo a incorporarme, sosteniendo mi cabeza entre mis manos, gruñendo con un poco de furia por el mal estar - Quizás debería dejar en paz a Natalia, quizás fue mejor que ella decidiera irse, así puede hacer su vida con una persona que en realidad sea buena para ella.

-O quizás deberías aceptar que no hay nadie mejor que tú para estar con Natalia – y ahí estaba ella, recargada en el marco de mi puerta, con una bandeja repleta de comida, con ese pijama negro que la hace ver hermosa.

-Natalia – suelto un suspiro al verla parada frente a mí con el entrecejo fruncido, ella da los últimos pasos hasta subirse sobre la cama, poniendo la bandeja entre nosotras dos.

-La misma que viste y calza, y no te pienso dejar sola, no porque te amo y eso implica estar contigo en las buenas, en las malas y en las peores, te amo demasiado Makis. Nunca dudes de eso, porque no importa cuántas veces digas que no eres suficientemente buena para mí, porque yo te diré el doble de veces que te amo y que nada cambiará eso – Natalia me miraba dolida, quizás por el hecho de no haberle dicho como me sentía, Natalia me extiende un trozo de pastel, pero para cuando lo voy a alcanzar, ella toma mi mano para tirar de mí y darme un beso. Apenas se separa de mí, no dudo en gatear hacia ella, rodeando la bandeja, poniendo especial cuidado en no tirar nada.

-Eres hermosa – le digo tomando su rostro, empezando a darle suaves besos en sus labios, su barbilla y su mejilla. Su mano sube delicadamente por mi espalda, hasta tener un puñado de mi cabello entre sus manos, acercando mis labios a los de ella, tomando posesión de ellos con una fuerza abrazadora, adentrando su lengua a la fuerza a mi boca, jadeando con fuerza sobre mis labios, ella me quema lentamente por dentro, su toque es abrazador, es completamente enloquecedor.

-Si seguimos así, terminaremos haciendo el amor nuevamente y llegaremos tarde a la reunión con los ejecutivos – ella vuelve a besarme, esta vez, son pequeños besos de pico, tan intensos y tan necesitados.

-Debes... dejar... de...besarme – pero ella simplemente no lo hace, sus labios no abandonan los míos, me besa de forma tan intensa que me corta la respiración.

How to save a life -(Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora