Desde esa entrevista el ánimo de Makis no había vuelto a ser el mismo, la muchacha había tenido un declive tremendo, cosa que no pasó desapercibida para su novia, quien no sabía que hacer para volver a poner esa sonrisa en el rostro de la pequeña, cosa que frustró de manera horrible a Natalia.
- ¿Makis? – preguntó al entrar en la habitación a oscuras en la que se había escondido Makis hace unas cuantas horas.
-Dime Nati – Makis ni siquiera se preocupo de sacar el almohadón que cubría su cara, y es que la pequeña tenía un dolor de cabeza horrible, esos que desde hace una semana se habían hecho frecuentes.
-Tenemos que ir a esa fiesta que organizaron como bienvenida – le dijo Natalia, quizás con la esperanza de la muchacha se olvidara de ese monstruo que le apretaba el cuello en este momento.
-Siendo sincera Nati, quiero dormir, no me he sentido muy bien y quiero descansar, por lo menos hasta que se me pase el dolor de cabeza – dijo la pequeña sin llegar a abrir los ojos.
- ¿Estás segura hermosa? – Makis solo asintió – Si quieres puedo quedarme contigo, así no te quedas sola.
-No Nati, anda, disfruta – Makis leda un suave beso a esa chica que tanto amor le daba, no sabiendo que unas preocupaciones se tejían de a poco la mente de su novia, pesando que quizás la chica estaba volviendo a ese estado depresivo desde hace años.
-Cualquier cosa me llamas ¿Si? – dijo Natalia antes de volver a darle otro beso y salir de la habitación, quizás un poco más cabizbaja de lo que inicio todo, quizás con más cansancio o con más voces que gritaban en su cabeza de lo que quisiera, Natalia no lo había querido admitir, pero estaba un poco cansada, no sabía si era por la infinidades de viajes o por el ánimo cabizbajo de Makis, solo sabía que estaba cansada y que esta noche, quería olvidarse de quien era, lo que no sabía, es que por unos instantes lo lograría, olvidándose incluso de Makis, olvidándose del amor, pero detonando en su propio rostro el amargo beso de la traición.
- ¿Makis no vendrá? – pregunta Juliana al ver que la castaña llegaba sola.
-No, se siente mal, espero que sea verdad y que no sea una excusa para quedarse sola haciendo quien sabe que – dijo amargamente.
-No te pases Natalia, sabes que ella ha puesto de su parte para que todo esto funcione, sabes que desde hace tiempo que no hace nada contra su propia persona y que desde hace algunos días se está sintiendo realmente mal, las migrañas a veces ni siquiera la han dejado caminar – defendió la morena, quizás porque sabía que su amiga hablaba más desde el cansancio de su nueva vida que desde la verdadera consciencia.
-Si, como digas – dijo y simplemente se adentró a un salón atestado de gente, dejándose envolver por ese absorbente ambiente, donde las luces cegaban, el calor de las personas se trasmitía era envolvente, al igual que la energía viva del alcohol siendo servido a borbotones para los invitados. Habían hecho una parada en Bogotá, estarían en esta fiesta y dos días después volverían a emprender el camino para lo que restaba de gira. Natalia no puso reparos en comenzar a beber, parecía posesa por un extraño demonio que la estaba impulsando a hacer cosas que ella no hacía, como, por ejemplo, beber, ella no lo hacía, es por eso por lo que rápidamente el alcohol hizo estragos en su cerebro y la arrastró a la pista de baile.
- ¿Natalia? – escuchó a sus espaldas, ahí volvió a ver esos verdes intensos, esta vez, sin rastro de maldad en ellos.
-Lauren Jauregui – dijo con una sonrisa borracha Natalia <" No seas idiota, Makis te ama">
-Vaya, que bien te ves, no pensé que tú eras la artista a la que le hacía la fiesta la empresa de mi papá – dijo la chica, de verdad estaba contenta por ver a su antigua compañera, la chica había superado su enamoramiento por Natalia y ahora solo la veía como un lindo recuerdo de su amor de juventud.
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How to save a life -(Ventino) [Makia]
Fanfiction¿Cómo salvas la vida de alguien que no quiere ser salvado? ¿Cuánto puede hacer una desconocida por alguien que está al borde del abismo? Una de ellas tiene un extraño poder que la puso en el momento indicado a la hora correcta, la otra es un alma de...