Mis decisiones, tus eleccionesEl único consuelo es entrar en el caos, volverse caótico también
—Mario Benedetti
La cosa sobre la tierra es que tiene casi tantas reglas como el cielo y muchas de ellas no tienen absoluto sentido para mí, pero las reglas deben cumplirse.
Casi siempre.
Como la puntualidad.
Gi se ha despertado hace un hora y se ha ido a bañar porque se le ha hecho tarde.
Tarde es un concepto que me parece relativo, pero Yoongi dice que no lo es, y que la puntualidad es una virtud y que realmente hoy no puede acompañarme a darme una ducha y que tendré que hacerlo solo.
Él ha entrado primero, hace 12 minutos con 23,67 segundos y cuando sale está empapado, su cabello es un desastre mojado y solo está cubierto por una toalla azul cobalto desde la cintura hasta la parte inferior de sus rodillas y caigo en la cuenta de que nunca lo había visto desnudo antes.
La piel de Gi es realmente clara y lisa y su cuerpo tiene bordes, curvas, límites y raspaduras y hay color rosa en el blanco.
El rosa es un buen color; significa amabilidad, suavidad, protección y creo que puede ser mi color favorito porque sus codos son rosas igual que las puntas de sus dedos, sus mejillas, la punta de su nariz, el lóbulo de sus orejas, sus labios y el borde de sus ojos.
Pienso en eso y casi de inmediato tengo una reacción desconocida en mi cuerpo. Siento calidez en la parte baja de mi abdomen, recorre todo el camino hasta la punta de mis pies y caigo en la cama por la sola sensación abrumadora.
No sé qué es y eso no es normal porque puedo conocer casi todas las sensaciones humanas y reconocerlas cuando las experimentos, pero esta debe ser una que no necesito en mi estadía, por eso no es normal.
Trago duro porque comienzo a sentir calor y Yoongi sigue caminando semidesnudo por toda la habitación buscando su ropa elegante y sus zapatos.
—Tendrás que quedarte aquí, ¿De acuerdo? —está diciendo sin mirarme y me obligo a separar mi mirada de su cuerpo porque no es como si no hubiese visto un cuerpo humano desnudo antes, he visto el mío muchas veces —No me siento cómodo con la idea de que estés solo aquí, ¡No porque no confíe en ti! —se apresura a aclarar —es porque puedes aburrirte y porque estar aburrido es bastante malo como para estarlo, también, en un doceavo piso donde no hay mucho que ver y-
—Estás hablando mucho, ¿Estás nervioso?
—¿Nervioso? —se ríe, pero es un sonido feo y enloquecido —por supuesto que no estoy nervioso, ¿Qué es estar nervioso? Min Yoongi no conoce esa palabra, los nervios no existen en mi diccionario, cariño, Min Yoon-
—Min Yoongi puede golpear a un hombre veinte centímetros más grande que él en la mandíbula.
—No me dejarás en paz con eso ¿Verdad? —Me levanto y camino hacia él, ignorando la extraña sensación creciendo en mi cuerpo. Cuando lo he alcanzado coloco mis manos en su rostro frío y funciona como un analgésico para hacerlo dejar de temblar, provocándome una clase diferente de satisfacción el tener ese pequeño poder sobre sus reacciones, el poder creer que puedo ocasionar en él una pequeña parte de lo que es capaz de ocasionar en mí.
—Lo harás bien, Gi, estoy totalmente seguro, pero siempre puedes pedir un deseo, lo sabes.
Yoongi sostiene sobre su pecho blanquecino la ropa que va a colocarse y en su mano libre unos zapatos diferentes a los que le he visto, estos son negros y brillantes y parecen de charol.
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Ramé | K. SJ - M. YG
FanfictionRamé: adj. Balinés. Dícese de algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo. Como las estrellas. Como Seokjin. Seokjin es una estrella hipotética e improbable. De esas que nacen de un deseo en un millón; de un humano en un millón y está listo para c...