Las reglas de una estrella hipotética
Todos los descubrimientos verdaderos surgen del caos, son resultado de dirigirse hacia lo que parece incorrecto y ridículo y tonto
—Chuck Palahniuk
La cosa sobre las reglas del firmamento es que nunca las vas a llegar a comprender del todo. Un segundo eres un ente gravitacional con consciencia reducida, vagando por la infinidad del espacio siendo indiferente a los demás elementos estelares que llevan eones formándose a sí mismos, teniendo solo una tarea asignada por la que esperas pacientemente y al siguiente...
Al siguiente segundo estás cayendo a una velocidad imposiblemente calculable mientras el dolor y las llamas se extienden por toda tu extensión y te preguntas, ¿Desde cuándo tengo un cuerpo que puede sentir dolor? Y es el conocimiento de eso lo que me descoloca mientras salgo disparado de mi campo gravitacional hacia la tierra.
Mi cuerpo está en llamas y ni siquiera sabía que tenía uno.
La caída dura 39.72 segundos en tiempo terrestre y se siente como una eternidad y un parpadeo a la vez y mientras caigo comienzo a saber cosas que se supone que tengo que saber, pero no entiendo.
Convenciones sociales, sistemas organizados; funcionamiento anatómico; emociones; sentimientos; diferencias; derechos; lenguaje.
Cosas que necesito saber y nada más que eso.
He caído porque mi humano ha pedido un deseo por primera vez en veinte años terrestres, es lo primero que sé... que mientras caigo, mi ente estelar se comienza a quebrar en cientos y miles de pedazos dolorosos, prendiéndose en llamas y mutando, eso es lo segundo que sé.
Creciendo e inundándome el conocimiento de mi nueva individualidad y me reconozco como un ente diferenciado de otros hasta que comienzo a escuchar explosiones a mi alrededor y sé que soy yo.
Me convierto en un desastre de extremidades desnudas que se agitan incontrolablemente y puedo ver y puedo escuchar y sé que estoy cayendo a la tierra como un humano que tiene rostro y brazos y piernas y estoy asustado, aunque no sé lo que signifique.
Un grito vergonzoso sale por mi recién formada garganta y comienzo a sentir más cosas que no puedo comprender.
¿Qué es el ardor en mis brazos? ¿Qué es lo que entra por mis orificios nasales y me hincha la zona del pecho?
Pasan los 39.72 segundos y lo tercero que sé es que me estoy ahogando en un lago semi congelado.
Comparado con otros entes estelares, podría ser considerado apenas un neonato. Tengo solo veinte años terrestres y la enana blanca más cercana a mí tiene siete mil años y está desprovista de consciencia lo que haría mi existencia algo solitaria ante la mirada curiosa de los humanos.
Pero supongo que para alguien creado para la eternidad, eso no importa mucho.
A decir verdad, la eternidad es un concepto que tampoco comprendo y que no es necesario comprender para algo como yo.
Las estrellas como yo, estamos hechas de instantes, no somos algo físico, somos mera energía. Aparecemos una vez cada ciertos siglos cuando el cielo lo cree necesario y somos atados a un humano como si fuésemos una especie de concepto abstracto llamado ángel guardián, pero estamos inundados de reglas y leyes astrofísicas complejas y contradictorias que nos alejan del mismo fin.
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Ramé | K. SJ - M. YG
FanficRamé: adj. Balinés. Dícese de algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo. Como las estrellas. Como Seokjin. Seokjin es una estrella hipotética e improbable. De esas que nacen de un deseo en un millón; de un humano en un millón y está listo para c...