Conexiones Pt. III
La pura y simple verdad, raramente es pura y nunca es simple.
—Oscar Wild
Algunas veces, pensar en desprenderme de mi humanidad no es tan difícil, porque si me permito ser sincero conmigo mismo, es algo que no poseo, así que dejarlo ir no debería doler. Pero, en ocasiones, la realidad se construye de una forma diferente, y hay cosas que no sostienes con las manos, hay cosas de las que se aferra tu corazón, y eso no es pertenencia, es solo una simple conexión unilateral que existe, y como existe, también es difícil de dejar ir. Es por eso que duele.Mi vista está fija en la piscina comunitaria que puedo observar desde el patio trasero de la abuela Min. Estoy sentado en el piso con las piernas pegadas a mi pecho y la cabeza recostada junto al reposabrazos de la mecedora donde ella está sentada, tarareando una canción infantil con sus largos dedos peinando mi cabello. Ambos estamos mirando hacia el mismo sitio, con solo el sonido del viento y el tiempo bailando entre nosotros.
—Yo no estaba ahí realmente, tampoco era consciente de que de verdad podías verme —susurra —pero supongo que mi alma nunca había dejado de buscarte.
Sus palabras, tan marcadas de melancolía, inundan mi pecho de agua salada, estremeciéndome y haciendo que me apegue más a su toque, que me aferre más a su agarre, sintiéndome perdido y esperando que me diera algún tipo de guía.
—Necesito explicaciones abuelita —murmuro yo de vuelta. Tan vulnerable, tan asustado, pero respirando con tranquilidad, aunque me sienta ahogado.
Los segundos mueren entre nosotros y me descubro, por primera vez, deseando que Yoongi no vuelva pronto, esperando poder encontrar las respuestas que no sabía que debía buscar, rogando porque todo el entretejido del universo me diese tregua.
—Ah, Seokjinnie —suspira, con su voz de repente volviéndose formal, dándole un toque de solemnidad a sus palabras, como si contara un cuento para dormir —vengo de una familia gitana ¿Sabías eso? Creo haberte dicho algo similar.
—Puedo recordarlo.
—Bien, el pueblo gitano tiene muchas creencias, muchas costumbres y muchos conocimientos que la mayoría de las personas ignora. Mi padre...él, solía contarme una historia que, por mucho tiempo, creí que era solo eso, una historia.
» En nuestra familia, mi abuela, ella tenía la extraña habilidad de poder comunicarse con las estrellas. O eso decía mi padre. Y las estrellas solían contarle historias sobre el cielo. Es que la abuela no se explicaba cómo era que la felicidad en nuestra familia siempre se saltaba una generación, era como una maldición sobre nosotros, pero las estrellas le dijeron, que era culpa de la hermosa luna.
» Las estrellas le contaron que el universo ahora era impar por culpa del egoísmo de una diosa, y lastimosamente, un mortal siempre tendría que pagar. Cuando la luna, llena de sentimientos humanos oscurecidos, apresó un alma del cielo y dejó a la otra que le pertenecía, desaparecer en las estrellas, se creó un desbalance porque, entonces, siempre habría un alma demás. Y el universo, tan sabio y estricto, tuvo que ingeniarse una solución.
—Supongo que la solución era que un alma siempre quedaría incompleta —aventuro y ella asiente.
—Mi padre lo vivió. Él nunca encontró a su otra alma, nunca fue realmente feliz, aunque siempre vivía su vida como una fiesta, enseñándonos siempre a encontrar fácilmente las raíces buenas entre la maleza. No fue hasta que cumplí los quince años que descubrí que yo también tenía una conexión con las estrellas, a veces les hablaba y ellas me contestaban a mí. A veces solo me gustaba mirarlas y de alguna manera, ellas me explicaron aún más sobre lo que yo aseguraba que era fantasía.
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Ramé | K. SJ - M. YG
FanfictionRamé: adj. Balinés. Dícese de algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo. Como las estrellas. Como Seokjin. Seokjin es una estrella hipotética e improbable. De esas que nacen de un deseo en un millón; de un humano en un millón y está listo para c...