Eran las palabras de la lunaEn algún lugar debe haber un basural donde están acumuladas las explicaciones
—Julio Cortázar.
El reloj en la pared de la oficina del piso veinticuatro tiene un extraño sonido que se asemeja a una campanilla cada vez que media hora ha pasado. Antes no le había prestado atención, ni una vez, pero el día se ha empeñado en transcurrir tan lento y calmo que, en medio de cubículos y una maqueta sin terminar, es lo único que me mantiene consciente de que, en realidad, el tiempo si está avanzando.Me siento incómodo y extraño; me siento ansioso y mi respiración se atora en mi garganta y eso me asusta, también, porque no quiero tener un ataque de pánico en medio de la jornada laboral solo por una razón sin importancia.
Y la razón sin importancia tiene cuatro años y está sentado en la silla giratoria del otro lado de mi escritorio, escudriñándome con la mirada mientras mis manos tiemblan cuando intento colocar la misma pared pequeña que no he logrado ajustar el día anterior.
Kim Woo-Jin tiene el cabello negro y le hacen falta dos dientes inferiores por donde asoma su lengua de vez en cuando. Sus ojos son enormes y color miel al igual que los de su padre y no puedo encontrar ningún otro parecido con el hombre.
Cuando llegó, media hora atrás, casi siendo arrastrado de la mano de una mujer algo mayor que el jefe Kim y con expresión enojada, me pareció que el niño estaba a punto de llorar en medio de las oficinas, hasta que sus enormes ojos se encontraron conmigo y la mano de su madre no fue agarre suficiente para detener su carrera de pasitos apresurados hasta mi escritorio.
—¿Qué estás haciendo? — soltó con voz en grito, sobresaltando a media oficina y alargando el sonido de la o de forma adorable.
Levanté mi mirada casi por inercia solo para encontrarme con los ojos suplicantes del jefe Kim y sus manos levantadas en señal de paz hacia su exesposa. No tuve que preguntar cuál era el favor implícito allí, así que solo asentí y me dije a mí mismo que no sería la gran cosa, que distraer a un niño de cuatro años por unos minutos no me haría daño.
Media hora después, estoy a punto de burlarme de mi ignorancia.
Me había preparado mentalmente para una guerra, para salir corriendo y atrapar al niño en medio de sus carreras, para amarrarlo a la silla o, incluso, jugar con él. Conozco ciertos juegos que pueden distraer a niños inquietos y que aprendí a la fuerza gracias a Jungkook. Pero Woo-Jin, al parecer, creyó que sería aún más divertido sentarse frente a mí y mirarme fijamente con curiosidad los últimos treinta minutos.
Las manos han comenzado a sudarme y siento que mi pulso repiquetea cada vez que el pequeño individuo abre la boca, como si quisiera decirme algo, y luego la cierra lentamente con sus ojos sobre mí.
Miro de reojo hacia las paredes transparentes y puedo decir que la discusión que se ha mantenido no luce como una que está a punto de terminar, así que suspiro, cuando los hombros de mi jefe se caen por cuarta o quinta vez y parece a punto de salir huyendo.
—Entonces... ¿Quieres, quizá, algo de comer? —pregunto despacio y Woo-Jin ladea su cabeza, haciendo que el alborotado y ondulado cabello caiga hacia un lado por su frente. El silencio me responde y pasan unos cuantos minutos antes de que obtenga una pequeña sonrisa y un asentimiento diminuto.
Me pongo de pie, soltando el pedazo de material como si quemara mi piel y fuese el culpable de todos los males sobre la tierra. Rodeo la mesa y antes de que pueda decir cualquier cosa, una mano diminuta toma mi dedo meñique con fuerza suficiente como para llamar mi atención. Woo-Jin ya se ha puesto de pie y su cuerpecito no alcanza a llegar más arriba de mi muslo, su manito se aferra a mi dedo y su cabeza está tirada hacia arriba, observándome como mejor puede con sus ojos brillantes.
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Ramé | K. SJ - M. YG
FanfictionRamé: adj. Balinés. Dícese de algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo. Como las estrellas. Como Seokjin. Seokjin es una estrella hipotética e improbable. De esas que nacen de un deseo en un millón; de un humano en un millón y está listo para c...