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Se encontraba una linda y tranquila Jihyo observando el enorme patio trasero como si se tratase de la cosa más interesante que podía hacer pero ¿A quién quiere engañar? Aquel patio trasero era tres veces más grande que su casa, y a donde volteara se encontraba rodeada de enormes árboles, incluso el calor de la temporada no se sentía tan abrazador como otros años.
Tampoco podía mentir que la situación donde se encontraba le estresa y la encontraba cada vez más cansado así como su relación con Lay.
Jihyo observaba al hombre frente a él. Era alto, no tanto como Lay ni tampoco tenía el mismo porte que él, pero era intimidante con su semblante serio y su cabello tapando su frente hasta sus ojos.
— ¿Enserio me tengo que quedar aquí?— Preguntó la pelinegra a lo que el hombre cuyo nombre era Yuta asintió.
— Lay está muy ocupado para vigilarte.— Mencionó sin voltear a verla y sin darle importancia.
— No soy una niña
— No te compartes como tal
— Imbécil— Murmuró entre dientes observando un complejo de sonrisa en el duro semblante del castaño.
Lo había hecho reír y a estas alturas Jihyo necesitaba un amigo a quien recurrir cuando la ira de Lay se desate en algún momento.
Después de aquel incidente Jihyo no volvió a subestimar al pelinegro.
— Tenemos un problema.— Escuchó a uno de los hombres de Lay acercarse al castaño y este sólo miraba a Jihyo con desesperación. Tener que dejarla sola implicaría una sola cosa: Problemas.
— No te muevas— Le advirtió con severidad.
Jihyo nunca se caracterizó por ser el tipo de chicas que siguiera las reglas que le imponían, es la razón del porque se encontraba en esa enorme casa. Al asegurarse de que Yuta se había ido y que no estuviera ningún otro hombre alrededor, caminó hasta entrar a un enorme estudio.
Era espacioso y todas sus increíbles y costosas cosas estaban perfectamente ubicadas, a través de la ventana entraba mucha luz a comparación de toda la casa, en medio se encontraba el escritorio lleno de papeles, el olor dentro del cuarto era delicioso, era una mezcla de loción amaderada y floral blanco, era un aroma tan masculino que solo un hombre como Lay podía llevar.
Observó el gran mueble lleno de libros frente a ella con asombro, el lugar que un bibliófilo consideraría el paraíso
— No los toques— Su voz la hizo brincar y alejarse de los libros empujando una de las costosas figuras de mármol a su paso y antes de que cayera la sostuvo. — ¿Dónde está Yuta?
— Una de las cámaras no servía y fueron por él
— Y supongo que te dijo que no te movieras— Ella asintió. — ¿Por qué no sigues órdenes?— Soltó ya con fastidio, no era la única que esta situación la tenía harta, la paciencia de Lay estaba llegando a un límite muy peligroso.
— No soy de esas chicas
— Lo sé— Era muy obvio hasta para el más tonto.
— ¿Puedo tomar uno de los libros?
— No, de hecho, deberías irte de aquí, tengo muchas cosas por hacer el día de hoy y realmente no tengo la paciencia para tus niñerias, así que.— Suspiró con poco paciencia —Largo— Abrió la puerta para que ella saliera.
La empujó y le cerró nuevamente la puerta en la cara.
Jihyo no reprochó volvió a entrar cuando se aseguró de que Lay estuviera fuera.
Enserio era un lugar totalmente relájate, la luz, el calor, todo era hermoso, podía pasar una eternidad encerrada en ese lugar.
Tomó uno de los libros del aparador, ciencia, tecnología, clásicos, románticos, había de todo ¿Cómo era que un hombre como Lay tenía esa colección?Tomó uno de los libros con asombro, estaba en perfecto estado, incluso el olor en sus páginas era exquisito.
Pero todo eso fue al carajo al escuchar la voz de Yixing acercarse.— Demonios— Susurró dejando el libro a un costado.
Corrió colocándose debajo del escritorio, no era el mejor lugar que pudo haber pensado pero no había otro, no había armarios y detrás de las cortinas era un chiste
Yixing pasó sus dedos frustrado mientras caminaba de un lado a otro, verlo en ese estado era completamente nuevo.
— Esperar en tu habitación es aburrido Lay, sabes que tengo cosas más importantes por hacer— Una voz femenina se escuchó desde la entrada y Jihyo no tardó en inspeccionarla.
Alta, delgada, increíblemente atractiva luciendo un conjunto elegante y sensual, tenía una larga cabellera castañana ¡un momento! ¿Es la chica de la otra noche?
Jihyo entre cerró los ojos analizando sus preciosas facciones y tapo su boca ante su asombro. Era la chica que Lay tocaba en su habitación.Se acercó hasta el pelinegro y lo abrazó de espaldas. Yixing no protestó al sentir sus manos juguetonas sacando su camisa y metiéndolas dentro de sus pantalones, se giró estampando su cuerpo contra el librero.
— No sabía que ir a comprar gucci era importante
Jihyo se sonrojó al ver como Lay tocaba a esa chica. Le acarició el seno despacio, deleitándose al apretarlo con movimientos suaves. Luego deslizó sus dedos largos y le pellizco el pezón. Ella jadeó de nuevo, excitada.
Los pezones de la castaña estaban duros y rígidos, por la excitación sexual. Entonces Lay abrió los ojos por inercia notando un libro fuera de su lugar y como un niño pequeño, sonrió,
— Quiero que vayas al cuarto de huéspedes
— Vamos, podemos empezar de una vez
— No me hagas repetirlo— Mencionó molesto. — Largo
La chica no protestó y cerró la puerta.
— Creí haberte dicho que no te quería aquí— Susurró tocando sus sienes con fastidio y diversión. No lo podía negar, adoraba a la chica pero también la odiaba — Ya sal, preciosa
Esperó unos segundos y Jihyo salió.
Acomodó su atuendo y sacudió el polvo de él. Sus mejillas estaban rojas de vergüenza y lo único que Yixing hizo, fue examinarla de pies a cabeza y una sonrisa llena de satisfacción se formó en su rostro. Jihyo traía puesto lo que Yixing le había comprado y sin duda alguna lucía encantadora.
— Toma uno de los libros pero... —Tomó a la chica del antebrazo — No puedes sacarlo de aquí
— Muchas gracias— Y por primera vez, Yixing pudo notar una sonrisa sincera por parte de la pelinegra.
La observó caminar hasta el librero y una sonrisa se dibujó en su rostro mientras la veía hacerlo.
— Y sobre lo otro...
— No vi nada
— No iba hacerlo teniéndote aquí — Por supuesto que lo iba hacer, la simple idea lo excitaba
Jihyo tenía el cuerpo que Yixing más deseaba, fácilmente podía acercarse a ella y besarla de forma desenfrenada como tanto quería, podía cargar y colocar su cuerpo en su escritorio y follarla hasta dejarla sin aliento...
Pero no lo haría, porque sabía que al hacerlo se metería en un juego peligroso donde terminaría perdiendo.
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Mon Amour ››zhang yixing‹‹
Fanfic𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 | "Es tan irónico llorar por alguien que alguna vez me hizo feliz..." O B R A O R I G I N A L Yixing×Jihyo ⚊EN EDICIÓN⚊ ...