MA: 2.6

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El silencio reinó por escasos segundos, segundos que para ambos fueron una eternidad. Parecía tan irreal tener la imagen de Yixing frente a ella con esa típica neutralidad en su rostro y esa mirada tan oscura, tan penetrante, que parecía que podía ver su alma y juzgarla de la peor forma.

Lo examinó, no había cambiado mucho en dos años, en realidad, una persona no podía cambiar mucho en tan poco tiempo, su cabello ya no era totalmente negro, era un poco más claro resaltando sus perfectas y masculinas facciones. Su forma de vestir era totalmente elegante como para frecuentar un club nocturno, su cabello estaba perfectamente peinado y su aroma... Su sutil aroma amaderado que tanto le encantaba.

Suspiró agobiada tocando su pecho tratando, en un inútil intento de controlar su frecuencia cardíaca.

El silencio comenzó a molestarle, él sólo la miraba, sin expresar ningún tipo de emoción, juzgándola o quizás admirándola ¿estaba enojado? ¿Estaba feliz de verla? ¡Qué demonios estaba sintiendo! Pero era difícil adivinar puesto que la misma Jihyo no sabía que estaba sintiendo, tantas emociones, tantos sentimientos encontrados en tan corto tiempo, la estaban aturdiendo.

Entonces, él se movió como si se estuviera preparando para hablar, Y en ese instante, Jihyo se maldijo por emocionarse.

— Cortaste tu cabello — Susurró reprimiendo una fugaz sonrisa de sus labios. — Me gusta, luces bien—

Jihyo tocó su cabello por inercia sintiéndose completamente tonta. ¿Eso era todo lo que le tenía que decir? ¿Después de dos años?

En un intento de pronunciar su nombre, su voz tembló. Desde que la vio entrar a su club, deslumbrado por su belleza, Yixing se cuestionó si estaba bien acercarse a ella

— No deberías estar aquí Jihyo — Suspiró mientras se paseaba por el baño de damas como el dueño absoluto del lugar.

— Tú... No deberías estar aquí, es el baño de mujeres

Y una risita proveniente de lo más profundo de su garganta se escuchó mientras la veía.

Porque no importa cuánto tiempo pase, ni cuantas mujeres pudo haber conocido en ese tiempo, Yixing adoraba a Jihyo, Yixing quería a Jihyo.

— Soy dueño del lugar, puedo cerrar el baño de damas cuando se me plazca

— Yixing

— El territorio de tu padre está muy lejos — Jihyo carraspeó dándose cuenta en la situación en la que se encontraba y por la reacción de su rostro Yixing supo lo que realmente estaba pensando —Y creo que sabes que él y yo nos estamos en buenos términos— La interrumpió observándola a los ojos, y en ese momento, él notó el sutil brillo de las lágrimas acumulados en sus preciosos ojos — Luces sorprendida—

Mon Amour ››zhang yixing‹‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora