Mon Amour ››zhang yixing‹‹

MA: 2.24

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Tres meses antes

Yixing presionó sus sienes ante la frustración que comenzaba a sentir. Yacia tiempo que no sentía tanto agotamiento mental como en ese momento.

Tiffany había escapado.No había, no existía ni un solo rastro de ella.
Jisol recién se recuperaba del atentado de hace dos semanas.
Los Lee comenzaban a ser mucho más agresivos, más letales.
Todo, absolutamente todo, se le estaba saliendo de las manos.

— Ninguno de los hombres la ha visto

— ¡Búsquenla hasta debajo de las piedras! ¡Tiene que aparecer!

Ella era un pequeño problema, lo sabía, pero en ese momento, en ese jodido momento de su vida, era lo que menos le preocupaba.

Ser el dueño absoluto del negocio lo estaba frustrando, por un lado tenia a los hombres de Junmyeon encargándose del negocio y por otro lado a sus hombres encargándose de evitar una guerra contra los Lee.

Y todos esos problemas se los ocultaba a Jihyo, corriendo el riesgo de que la bomba explote y jodiera todo, porque pasará, tarde o temprano algo de eso se le saldría de las manos. Y el mayor miedo de Yixing era que Jihyo lo dejara.

Actualidad

Si en ese momento le preguntaban a Zhang Yixing si era feliz, sin duda alguna y sin titubear, respondería que sí.
Los tibios y brillantes rayos de luz que se colaban por entre las cortinas terminaron por convencer a Yixing de abrir los ojos. Por un momento se sintió desorientado, y es que, Jihyo tenía la costumbre de mantener abiertas las cortinas sin importar la hora. Era curioso como a pesar de ser el mismo lugar parecía tan distinto, ella lo volvía más... acogedor.

Un agradable aroma interrumpió sus pensamientos, sonriente, cerró los ojos y dio un profundo suspiro, permitiendo que su alma se llenara de aquella dulce fragancia; tras unos segundos perdido en el goce de aquel olor, abrió los ojos topándose con la visión que complementaba aquel aroma: Jihyo observando su reflejo en el espejo.

La sonrisa de Yixing se ensanchó mientras veía la placidez con la que Jihyo se miraba con unas simples bragas y un sostén que a simple vista te daba a entender que necesitaba aumentar de copa, con el negro y lacio cabello alborotado, su piel tibia, su mano alargada posada con suavidad sobre su abdomen
Sonrió con torpeza al recordar la noche anterior, que sin duda, el embarazo la había vuelto más hormonal.

Se colocó nuevamente sus boxers y decidió caminar hacia ella.
Jihyo se miraba diferente. Su aspecto aún no cuadraba a lo que ella recordaba. Habían pasado dos meses y medio pero aun así, su vientre se encontraba ligeramente abultado y en ciertos momentos del día se ponía duro.

—Si el espejo hablara diría que eres el ser más hermoso del mundo— Susurró y besó su hombro desnudo.

Jihyo sonrió y dejó que este lo abrazara por la espalda colocando sus manos ligeramente sobre su vientre.