Mon Amour ››zhang yixing‹‹

MA. 2.21

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Jihyo rogaba desesperada que su padre parara, este no dejaba de lanzarle golpes a Yixing el cual no se defendía, dejaba que Suho golpeara su rostro y cuerpo como le fuera en gana y ninguno de los hombres de Lay podía hacer algo pues este les había ordenado mantenerse alejados y estos solo se limitaban a verlo sufrir.

El puño de Junmyeon se estrellaba contra la fría y sangrienta piel de Yixing. Jihyo no dejaba de llorar mientras veía la escena con dolor. Sus lágrimas inundaron su rostro, gritaba y pataleaba para que los hombres de su padre la soltaran.
Yixing no dejaba de sangrar de todos lados, su labio estaba roto, sus mejillas inflamadas y su cuerpo mallugado por las patadas que Suho le daba.

—¡Basta por favor!— Gritaba con desesperación pero su padre la ignoraba.

La sangre de sus nudillos comenzó a confundirse con la de Lay.

—¡Lo vas a matar! ¡Papá alto!

Se removía con todas sus fuerzas pero ninguno de los hombres la soltaban, al contrario, se aferraba a él.

Yixing gemía de dolor a los impactos de Junmyeon, su cuerpo yacía en suelo sin la suficiente fuerza para moverse.

—Pelea— Gruñó mientras jalaba de su cabello. –Quiero que pelees— pero Yixing negó enfureciendo a Suho, porque sabía que no lo tocaba solo pro Jihyo.

—¡Papá alto!— Sus cuerdas vocales se desgarraban por nada

—Debí haber sabido que todo esto lo estabas haciendo por algo ¡Mierda! –Volvió a lanzar un golpe a su rostro. —¡Pelea!

—No

—¿Por ella verdad?— Este asintió. –Solo porque soy su padre— Yixing no lo miró, solo podía a ver a Jihyo —¡No la mires!—

—¡alto! Por favor — Las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos y su cuerpo se desvanecía, ya no tenía las fuerzas para ponerse de pie. Yixing moriría.

El pelinegro miraba a Jihyo con dolor esperando a hacer contacto visual con ella, para cuando sus ojos se conectaron en una veloz mirada, él simplemente le sonrió. Jihyo negó al ver a su padre sacar su arma.

Golpeó con fuerza a uno de los hombres que lo sujetaba y al otro lo mordió obligándolos a soltarla y con la poca energía que tenía corrió hacía Yixing y lo abrazó con fuerza, se aferró a él y nadie podría quitarla de encima

—Largo Jihyo— Ordenó su padre mientas apuntaba su arma a Yixing.

—No

—¡Largo!

—¡No! – Lloró mientras se aferraba a él. –No puedes hacerle esto—

—Puedo