¿𝐚𝐦𝐨𝐫? | son goku | ✔️

36

1... 2... 3...
BGGGK: ¡Hola somos la familia Son!
Anteriormente en ¿Amor?:

De repente, de un portado se abrió la puerta y entraron los miembros faltantes de la familia. Con una risa contagiosa, Goten entró corriendo y abrazó a su madre. Por el otro lado, Bardock cerró la puerta y vino tranquilamente.

_____________

Cuando vio la situación enseguida frunció el ceño. Quitó de su boca el trozo de hierba que sujetaba, como de costumbre y lo dejó caer en el suelo. Miró a Kath primero e inspeccionó su rostro. Luego a su hijo, al ver que no pudo descifrar la expresión de la chica saiyan. Goku lo miro buscando la misma respuesta en la mirada pero los dos estaban a la par.

Kath se levantó con Goten en brazos y los trozos de plato en su otra mano. Lo tiro y le dijo a su hijo que se fuera al comedor, que el almuerzo estaba listo. Alegremente se fue al sitio donde su madre le ordenó. Goku se levantó, con la misma cara que su padre. Se miraron entre ellos una vez más pero ni pista de lo que le pasaba a la querida Katherina.

Bardock se acercó a la muchacha y la agarró de los hombros. La dirigió en el comedor y la hico sentarse. Vio como la mirada perdida seguía en su rostro, así que dejó salir un suspiro y volvió a la cocina. Allí encontró a su primogénito agarrando los platos y él hizo lo mismo con el resto. Llegaron al comedor y dejaron en la mesa el manjar.

Empezaron a comer después de agradecer por la comida pero los hombres adultos seguían mirándose entre sí y a la joven que comía sin ganas. Goten no se percataba de la situación, estaba tan concentrado comiendo que no notaba la tensión en la sala. Al terminar, agradecieron de nuevo y Kath seguía sin moverse. Goten se fue a su habitación a hacer los deberes y Bardock, con su hijo Goku, recogieron la mesa. Dando un vistazo de vez en cuando a la chica.
Dejaron los trastos en la pica y empezaron a limpiar los platos entre los dos.

—Lo has notado ¿verdad? —empezó a decir Goku.
—Sí. No me huele muy bien —contesto frunciendo el ceño.
—Algo le ronda por la cabeza, pero ¿qué es? —se preguntó Goku haciendo la misma acción —Empezó a actuar así desde que dejó caer el plato—.
—¿No será lo del tatuaje que lleva en la muñeca? —dijo Bardock.

En seco se paró Goku, pensando en todas las posibilidades de muerte de su amada después de que su tiempo se acabe. Su rostro cambió drásticamente de uno preocupado a otro con el terror dibujado en su rostro. Agitó su cabeza para deshacerse de tales pensamientos pero no podía quitar la idea de que su mujer muriese cuando al fin, encontró la verdadera felicidad.
Bardock vio su reacción así que pensó que mejor se quedara callado antes de que rompiese el alma de su propio hijo, eso le rompería también.

Al terminar , se dirigieron al comedor para ver si seguía Kath allí y no. No dejó rastro. Se fueron a la sala de estar y la encontraron sentada en el sofá con las rodillas al pecho. Goten salió de su habitación y se fue con su madre. Al ver su estado, se acercó con lentitud.

—Mamá ¿estas bien? —preguntó con tristeza en sus grandes y negros ojos.
—... —el silencio respondió por ella pero habló después de 30 y largos segundos —Si, Go-chan, solo estoy pensativa —dijo con una sonrisa falsa.

Goten no lo notaba, pero ellos si. Al estar en segundo plano de la escena pudieron observar que definitivamente, Kath estaba mal.

• • •

   La mañana pasaba lentamente y Kath seguía en la misma posición y en el mismo sitio. Goku y Bardock seguían observándola con disimulo desde la puerta de entrada al comedor. Goten se había sentado al lado de su madre al ver que nada estaba bien. El pobre estaba preocupado y alguna mirada se iba hacia ella.

   De repente, Kath se levantó, y como si fuera un robot salió de casa. Los tres se miraron entre sí, buscando alguna respuesta en sus miradas. Su búsqueda fue interrumpida por una honda expansiva de Ki. Cuando pasaron unos segundos largos salieron disparados a ver que había ocurrido.
   Al salir vieron como Kath estaba en trance. Los ojos en blanco, cada x segundos le daba un tick en todo el cuerpo, el Aura roja que la rodeaba se alteraba mucho, como si fuera la misma estrella que les daba luz todos los días.