Volver a clases no fue como solía serlo. Con solo llegar a la entrada se podían escuchar todos los comentarios sobre la fiesta que había terminado siendo un completo caos. Jaebeom ignoró todo lo que decían sus compañeros e intentaba seguir con su día lo más normal posible pero era imposible ignorar las miradas que algunos de sus compañeros les daban.
Al pasar por los pasillos lograba escuchar algunas veces que lo nombraban pero no tomaba importancia, solo tenía que seguir haciendo como si no oyera. Antes de la clase de gimnasia, se tomó su tiempo para ir a los vestidores y colocarse el uniforme correspondiente.
Llegando al gimnasio Kyung Gi corrió a él y se lanzó a sus brazos. Jaebeom aún confundido intentó apartarla pero ella se aferraba.
—Muy bien chicos, vamos a comenzar con la clase de hoy —dijo el profesor.
El chico aprovechó el aviso del mayor y se quitó las manos femeninas de encima.
—Jaebeom —chilló Kyung Gi por su atención pero éste la ignoró y poco a poco se fue alejando hasta quedar del otro lado de la cancha.
La chica parecía no rendirse, siempre iba detrás de él sin importar cuantas veces la apartara. Jaebeom se preguntaba por qué era tan insistente, más que antes, aún cuando él la había rechazado en la fiesta ¿acaso le gustaba ese mal trato?
Al terminar la clase, el chico aprovechó y corrió a los vestidores para al fin deshacerse de Kyung Gi, necesitaba un respiro luego de tenerla encima toda la clase.
Durante la ducha podía escuchar a sus compañeros hablar y reírse de cualquier estupidez como hacían tan seguido.
—Pobre Kyung Gi —dijo uno de ellos—. Nunca la había visto tan pegada a un chico como con Jaebeom. Le vino bien el polvo.
—Sí, es una pesada cuando no consigue con quien pasar la noche —comentó otro.
Jaebeom escuchó sin querer hacerlo. No le gustó que Kyung Gi estuviera encima de él toda la clase pero menos le gustó que esos idiotas hablaran mal de ella. Salió de la ducha y aún con el cabello escurriendo y una toalla en la cintura cogió su ropa y comenzó a vestirse. Los chicos al verlo se acercaron y empezaron a hablarle.
—Eh, Jaebeom ¿Qué tal la noche con Kyung Gi? ¿No es toda una experta? —él los ignoró, no tenía por qué darles explicaciones de algo que no pasó— Ella no deja de decir lo bien que lo pasó.
—¿Te importa? No me interesa nada de lo que dices —gruñó el chico.
Ya estando a punto de terminar de vestirse, el otro chico rio.
—¿Por qué ella Jaebeom? De todas las chicas lindas con las que puedes acostarte, por qué ir con la más...
El chico se vió interrumpido por el golpe que le dió Jaebeom, pero uno no fue suficiente, después de ese vino otro y otro. Lo tomó por el cuello y lo estrelló contra la pared mirándolo con furia.
—Escucha imbécil, a ti te importa una mierda lo que hago o no —masculló el pelinegro—. Así que deja de meter tus narices donde no te llaman o no seré gentil la próxima vez.
Jaebeom lo soltó luego de su advertencia y volvió a su lugar para tomar sus cosas y largarse de ahí. El resto de sus compañeros lo miraban en silencio pero el chico que previamente golpeó soltó una risilla burlona.
—Entonces también te trae loco esa niña.
Jaebeom lo miró y el chico borró su sonrisa al ver su semblante
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—Primera vez en el semana y octava vez en el mes —acusó el profesor con molestia—. ¿Qué no escuchas lo que digo?
—No es mi culpa que ese idiota me haya provocado —se justificó Jaebeom sin darle la debida importancia.
—No era razón para sacarlo de los vestidores sin toalla —regañó el mayor.
—Presumía de sus "grandes talentos" —enfatizó con comillas—. Les hice un favor al resto. Tiene la maldita costumbre de hablar de más.
Jaebeom seguía molesto por escuchar las cosas que dijo su compañero sobre Kyung Gi, tal vez ella no era la más santa pero no merecía que alguien que no sabía nada de la situación se pusiera a hablar como si estuviera enterado de todo.
Además aún no estaba satisfecho con lo que le hizo al pobre chico, que aparte de golpearlo cuantas veces pudo, lo sacó de los vestidores y no sólo al pasillo, lo llevó al patio principal y le quitó la toalla que era lo único que llevaba puesto. Volvió a los vestidores y tiró sus cosas por la ventana trasera. El resto lo miraron boquiabiertos sin ganas de meterse por miedo a que les fuera igual que a su compañero. Hasta que llegó el profesor y se lo llevó enseguida a su oficina.
—Los demás profesores no quieren que sigas estudiando aquí —comentó el mayor—, te están condicionando para expulsarte en cuanto hagas algo más.
Jaebeom lo miró con el ceño fruncido analizando el peso de sus palabras. No serían capaces de hacer algo así.
—¿Qué? Pero...
Una mujer de mediana edad entró a la oficina e interrumpió.
—Disculpe profesor, el chico nuevo está aquí.
—Oh muy bien, en un momento voy —respondió el nombrado y se dirigió al peligro—. Piénsalo, tienes una oportunidad para quedarte aquí o tendrás que irte. No la desperdicies.
El profesor se marchó detrás de la secretaría que le había notificado. Jaebeom se quedó otro rato pensando en qué iba a hacer, no podía permitir que sus compañeros siguieran haciendo con él lo que quisieran pero tampoco podía perder su lugar en la escuela, sólo le quedaba hacer las cosas bien sin terminar metiéndose en problemas de nuevo, parecía fácil pero no lo era del todo.
Molesto por todo lo que estaba ocurriendo, se levantó de la silla frente al escritorio y salió de la oficina dando un portazo. Camino con enojo por el pasillo y terminó golpeando con su hombro a una chica pelinegra de enormes ojos cafés que iba pasando. Ella lo miró esperando una disculpa pero él continuó su camino sin siquiera detenerse a verla.
—Por aquí Diana, terminaremos tu papeleo —llamaron a la chica.
Ella miró una vez más al pelinegro y volvió a la mujer que le hablaba.
—Gracias, me perdí un momento.
Lo mismo de siempre, disculpen la demora. Ando ocupada y no me da tiempo ni para respirar.
Chequen, ésta chica que acaba de aparecer es importante (para quienes no la conocen).
Pienso que esta historia será corta pero no por ello será menos emocionante.
Gracias por seguir aquí, les quiero.
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I'm Not Invisible! [임재범]
FanfictionUna promesa. Una decisión de no volver amar. ¿Qué sucede cuando alguien interfiere en sus planes? Jaebeom tuvo que perderla para entender que ella era la indicada. ¿Qué tan lejos tiene que llegar ahora para darse cuenta de que es demasiado tarde? AN...